Un estafador

Graciela, voy a salir. Necesito que me tengas el informe de la semana. Dile a Helio que te lo dé, por favor. Tómate el resto del día. Nos vemos mañana.

En cuanto se fue, Graciela le pidió a su asistente que fuera con Helio por el informe.

Más tarde, ¿de qué informe estás hablando?, preguntó Helio, palideciendo. Yo hablaré con ella.

Miguel regresó con Graciela.

Y, ¿lo que te pedí?, le preguntó al ver que tenía las manos vacías.

Helio dijo que él mismo te los traería.

Mm, bueno, está bien, gracias.

Heliodoro no fue en todo el día con Graciela. Se llegó la hora de salir y él no se presentó en ningún momento.

Graciela era muy eficiente y honesta, y no se iba a ir sin antes tener el informe. Así que decidió ir personalmente a la oficina de Helio.

Pero para su sorpresa Helio ya se había ido.

Como asistente del CEO, le estaba permitido checar que todo marchara en orden y disciplina.

Graciela buscó cuidadosamente en el archivo de Helio.

En esas estaba cuando de pronto, al sacar una carpeta un papel cayó al suelo.

¿Qué es esto?, dijo quedo, al parecer, ya se habían ido todos.

Graciela recogió el papel del suelo y lo leyó.

Al momento de leer, su rostro empezó a cambiar.

"¡Dios mío!, ¡un desfalco por 50 mdp!", se dijo.

"No es como yo pensaba ni tampoco como él dice ser. No es más que un estafador. ¿Cuánto dinero habrá robado?, lleva varios años aquí, no puedo ni imaginarlo. Por eso no me quiso mandar el informe. Pero esto tiene que saberlo José Augusto no se puede quedar así", Graciela estaba muy absorta en sus pensamientos.

De pronto, se quedó helada al escuchar una voz a sus espaldas.

¿Qué haces aquí en mi oficina?, dijo Helio con una voz que no admitía réplicas.

Bueno es que necesitaba el informe y como no me lo trajiste decidí venir a buscarlo por mí misma, pero ya no estabas. Así que me tomé la libertad de buscarlo y ya lo encontré, con permiso.

Graciela hizo el intento de salir, pero Helio le bloqueó el paso.

No tan deprisa, muéstrame lo que llevas ahí en tus manos.

Ya te lo dije, es el informe, ¿me dejas pasar?

Helio no le quiso hacer mucho guato porque al fin y al cabo ya había arreglado el informe.

Así que solo se hizo a un lado y Graciela pasó con la frente muy en alto.

Más tarde, cuando llego a su casa, se puso a revisar el informe.

Graciela sabía mucho de eso, no en vano se había matado estudiando.

"Estos números no concuerdan con los míos. Tal parece que este tipo ha estado robando en las narices del antiguo CEO. Y ahora lo sigue haciendo. Tengo que hacer algo antes de que la empresa se vaya al traste", no puedo creer que nadie se haya dado cuenta de esto", pensó Graciela. "Este tipo lleva años robando, ¿quién lo estará ayudando? Porque, obvio, no lo está haciendo solo".

Rosaura, la madre de Graciela tocó a su puerta.

Hija, la cena está servida, ¿vienes?

Sí, mamá, enseguida voy.

Graciela guardó el papel en un cajón de la cómoda. Lo acomodó en un doble fondo que tenía "por si acaso". Luego, volvió a poner la ropa interior en su lugar.

Rato después se reunió con su familia en el comedor.

La familia de Graciela estaba conformada por Álvaro, su padre; Rosaura, su madre; y Óscar de 19 años, su único hermano.

Hija, ¿te sucede algo?, te veo muy seria, dijo Rosaura.

Es algo muy grave, por el momento prefiero no decir nada. No quiero que se vean inmiscuidos en esto.

Ya me preocupaste, hija, ¿en qué estás metida?

Mamá, esto no tiene nada que ver conmigo, en cuanto lo resuelva les diré todo, lo prometo.

Rosaura ya no dijo nada más, se puso a comer en silencio.

Espero que no sea nada malo, dijo Álvaro, que hasta el momento había permanecido en silencio.

No, papá, todo está bien.

Mm, dijo y siguió comiendo.

Óscar, acostumbrado a no inmiscuirse en las cosas de su hermana, permanecía en silencio.

Oye, hija, cambiando de tema, tu novio ha preguntado por ti muchas veces.

Mamá, Erick y yo ya no somos novios. Él a fuerza quiere someterme, y por supuesto yo no lo iba a permitir. No soy un títere al que él pueda manejar a su gusto.

Tienes razón, hija, pero llevas mucho tiempo de novia con él y ahora no puedes cortarlo así como si nada.

Mamá, solo llevábamos dos años de novios, algún día tenía que terminar con él después de que era muy pesado, muchas cosas le soporté, pero ya no estoy dispuesta a eso.

Erick nos ha dicho que te paseas en el coche de tu patrón. ¿Es verdad eso?

Papá, no sé lo que te haya dicho Erick, pero eso no es verdad, José Augusto solo me trae a la casa.

¿Segura que no hay nada de qué preocuparse, Chela?

Por supuesto, papá, José Augusto solo es mi jefe.

Está bien, confío en ti, dijo su padre.

Y yo también, dijo Rosaura.

Bueno, pues yo no me quedo atrás, dijo Óscar que por fin se atrevía a hablar.

Somos una familia, permaneceremos unidos, pase lo que pase.

La cena terminó y cada quien se fue a sus respectivos cuartos.

Como al día siguiente era domingo, Graciela decidió pasear con su familia.

Fueron al circo que estaba cerca, se divirtieron como unos niños.

Ahí llegó Erick con un ramo de flores.

¿Qué haces aquí, Erick?, preguntó Graciela, asombrada.

Quiero que me perdones mi actitud, pero te amo y no quiero perderte, dijo él extendiéndole el ramo de flores.

Erick no es nada personal, pero lo nuestro ya no puede ser. Lo siento, vengo con mi familia, por si no te has dado cuenta.

De acuerdo, pero al menos deja intentar reconquistarte.

No le veo el caso, mejor sigue tu rumbo. Chao.

Erick la observó hasta que se perdió de vista y se fue. Iba muy desconsolado, sabía que se había portado mal con ella. Pero haría todo lo posible para obtener su perdón.

De ser posible hasta se casaría con ella con tal de que volviera a su lado.

"Esto me pasa por idiota, si le hubiera hecho caso y me hubiera casado con ella, ahora mismo estaría aquí conmigo", se dijo para sus adentros.

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