La Dueña De Mi Ser Capítulo 4

Seguí a Sara hasta que se detuvo en otra tienda.

Amairani

¿Zapatos?

Amairani

Le dije que no era necesario.

Sara

Esas cosas no combinan con nada de lo que te compré.

Amairani

Me niego.

Amairani

No voy a dejar estas zapatillas.

Se agachó y me levantó el pie haciendo que perdiera el equilibrio, casi caigo.

Amairani

¡¿Qué hace?!

Sara

Veinticuatro *entra a la tienda*

Amairani

¡Sara!

En la tienda.

Vendedora

Buenos días ¿En qué puedo ayudarles? *sonríe*

Sara

Dame todo tu catálogo en número veinticuatro.

Sara

Envíalo a mi casa, por favor.

Vendedora

Por supuesto señorita Sara.

Vendedora

¿Efectivo o tarjeta?

Sara

*le da su tarjeta* Por favor.

Fuimos a bastantes tiendas tirando dinero como si no fuera nada.

Amairani

Con todo respeto, usted está loca.

Sara

Si a mí me compraran todo eso por mantener la casa en orden, no me estaría quejando de todo.

Amairani

No es que no me guste.

Amairani

Pero usted podría no sé... Donarlo.

Sara

Trabajo para mantenerme, no para solucionarle la vida a los demás.

Sara

Pero ¿Quién te dijo que no hago donaciones? *la mira fijamente*

Sara

*se acerca sin apartar el contacto visual*

Eso realmente comenzaba a incomodarme; me sentí tan inferior a ella. Me siento como un cachorro asustado cada vez que hace eso.

Amairani

Lo siento...

Amairani

No quise ofenderla.

Sara

*risita* Hubieras visto tu cara.

Amairani

¿Qué? *confundida*

Amairani

¡Oiga no se burle!

Amairani

Usted parece una madre amargada.

Sara

¿Se supone que me tengo que enojar?

Sara

*se cruza de brazos con un tono coqueto*

Sara

Eres tan pequeña que das ternura.

Amairani

¿Cómo? Yo... Yo no...

Sara

Te ves linda cuando estás nerviosa.

Juro que me iba a desmayar de ver esa expresión en su cara; sentí que mis mejillas ardían como el sol. Admito que es una mujer muy atractiva.

Sara

Tengo hambre *se va*

Amairani

¡Oiga!

Amairani

¿Por qué cambia los temas así? *la alcanza*

En el restaurante.

Mesero

Muy buenos días ¿Puedo tomar sus pedidos?

Sara

Waffles con jarabe de chocolate y fresas, por favor.

Sara no dudó en lo que quería, yo, por el contrario, estaba extrañada con el menú.

Sara

¿Qué te pasa?

Amairani

¿Leche de tigre? *sorprendida y asqueada*

Sara

*ríe discretamente* Creo que será mejor que pidas algo más común.

Sara

¿Crepas?

Amairani

No me lleno.

Sara

¿Sandwich?

Amairani

No me gusta el pan.

Sara

Pollo.

Amairani

Soy vegana.

Sara

¡Comiste pollo antier!

Amairani

Pues... He decidido ser vegana.

Sara

*la mira con los ojos entrecerrados*

Sara

Ella quiere una ensalada especial.

Sara

Y nos trae dos jugos de naranja, por favor.

Mesero

Enseguida.

No es que yo sea la mayor fan de las verduras así que si lo que quería era venganza, dio justo en el blanco.

Amairani

Pero...

Sara

No te gusta la lechuga ni el tomate.

Amairani

¿Cómo sabe eso?

Sara

Solo te comiste el pepino de la ensalada que hice.

Sara

Tampoco te gusta la manzana.

Amairani

¿Me ha estado espiando?

Sara

Observando.

Sara

De la fruta que había en la casa, la manzana es la única que sigue intacta.

Sara

Supuse que no te gusta.

Sara

Debo admitir que soy fácil de provocar.

Sara

Así que si querías venganza por lo de hace rato, no lo lograste *sonríe con satisfacción*

Amairani

Que observadora es usted.

Amairani

¿Pero no pensó que tal vez soy alérgica?

Sara

Pero no lo eres.

Amairani

Le gusta sentirse superior ¿Cierto?

Sara

¿Por qué lo dices?

Amairani

Siempre que tiene la razón en algo, tiende a hacer esa sonrisa (Que por cierto es preciosa)

Sara

Mentira *bebe un poco de agua*

Sara

Si sonriera cada que tengo razón...

Sara

Estaría sonriendo todo el tiempo.

Amairani

Me pregunto que habrá en su cabeza.

Mesero

*regresa con los pedidos dejándolos en la mesa*

Mesero

Aquí están sus pedidos, provecho.

Sara

Gracias.

Mesero

*se va*

Sara

Tengo muchas cosas en la cabeza *corta sus waffles*

Sara

Y una de ellas es que no te dejaré entrar a las habitaciones cerradas si no te comes toda la ensalada.

Amairani

¿Tiene cámaras en la casa?

Sara

Te escuché hablar sola cuando pasé por tu habitación.

Sara

Así que... *le acerca la ensalada*

Sara

¿Te la vas a comer?

Amairani

¿Por qué es así conmigo?

Sara

Tú lo permites *disfruta de su comida*

Sara

Eres muy despistada.

Sara

Si no quieres comerla... *intenta agarrar la ensalada*

Amairani

*la toma primero*

Amairani

¿Cree que se saldrá con la suya?

Amairani

*toma un poco y lo deja en su boca sin masticar*

Sara

¿Está rica?

Amairani

*asiente*

Sara

¿No vas a masticar?

Amairani

*mastica lentamente y traga*

Sara

¿Y?

Sara

¿Qué tal?

Amairani

Está deliciosa *victoriosa*

Sara

Vaya fuerza de voluntad que tienes.

Amairani

Claro.

Sara

Come todo.

Amairani

Eso haré.

No me gustan las ensaladas, pero las tolero.

De cierta forma me molestaba que se sintiera superior. Pero ahora que lo pienso, tal vez yo era la que se sentía inferior.

Un rato después.

Amairani

Ya terminé *aliviada*

Sara

Ya sabía que ibas a hacerlo.

Sara

*saca un juego de llaves y se las da*

Sara

Ten, son las llaves de todas las habitaciones.

Amairani

Gracias *feliz*

Salimos del restaurante y Sara quería ir por un helado. Fuimos a una heladería bastante grande.

Una chica con un aspecto peculiar se acercó a nosotras.

Heladera

¡Bienvenidas!

Heladera

Les ofrezco desde un clásico hasta lo más exótico *deja unas galletas de cortesía*

Heladera

¿Qué van a ordenar?

Sara

Chocolate *revisa su celular*

Amairani

Vainilla, por favor.

Heladera

¡Enseguida!

La chica se fue casi corriendo, ya que estaba atendiendo otras mesas.

Amairani

¿Cuál es la necesidad de hacer todo enorme?

Amairani

Esta heladería es gigante.

Sara

Estos helados son deliciosos, se acaban muy rápido.

Sara

Es famosa por las historias que cuentan las parejas que lo prueban.

Sara

Dicen que un helado de estos puede reparar relaciones y fortalecer el amor.

Amairani

¿Y por eso le gusta este lugar?

Sara

No, solo me gusta el helado de chocolate que tienen aquí.

La chica no se tardó en volver.

Sus pedidos *pone los helados en la mesa*

¡Pero qué encantadora pareja!

Amairani

¿Cómo?

Sara

Ah... Olvidé decirte eso *deja el celular en la mesa, despreocupada*

Heladera

Sus manos, por favor.

Sara

*le da la mano*

Amairani

*le da la mano, dudosa*

Heladera

Bien *cierra los ojos*

Heladera

Ambas pueden amar con mucha pasión. Tendrán problemas y muchos obstáculos... Pero depende de ustedes cómo lo resuelvan. Recuerden que cuando más oscurece, más cerca está el amanecer.

Heladera

*abre los ojos*

Heladera

Serían 600 demisias *les deja el ticket* ¡Tengan un buen día!

Amairani

¿300 demisias por un helado?

Sara

No es mucho.

Amairani

¿Qué fue todo eso?

Sara

Olvidé decirte que normalmente solo vienen parejas.

Sara

Los helados son lo menos relevante de este lugar. Te dicen tu futuro y esas cosas. Y con respecto a que arreglan y fortalecen el amor es porque supuestamente los helados tienen algo especial.

Sara

No lo sé... Cada quien puede creer lo que quiera *come su helado como si nada*

Amairani

¿Y no pudimos ir a una heladería normal?

Sara

Ya te lo dije, me encanta este helado de chocolate.

Sara

*come un poco de su helado y voltea a ver el de Amairani*

Sara

¿Te lo vas a comer?

Amairani

Sí, no intente comérselo.