¿Por qué le importa tanto lo que hago con mi vida?
Sara
No lo sé.
Se quedó pensando una eternidad y yo no me atreví a hablar.
Sara
Vete a cambiar.
Sara
Hay un baño de ese lado *señala una puerta*
No vi muchas opciones, así que fui al baño y me cambié la ropa.
Amairani
¿Dónde puedo dejar la ropa mojada?
Sara
Donde no estorbe.
Eso me pareció muy grosero. A veces ni yo entiendo a las de mi especie.
Dejé la ropa en una esquina del baño y me acerqué a ella.
Sara
Hagamos la cena.
Sara
*se acomoda el delantal* Ven.
Fuimos a la cocina. Creo que ni ella sabe cómo se usan todos los aparatos que tiene.
Sara
Ten, corta...
Sara
No, mejor no.
Sara
*deja los vegetales a un lado y le da un tazón con pechugas de pollo*
Sara
Empaniza el pollo.
Sara
¿Sí comes carne?
Amairani
Sí...
Sara
Bien, hazlo.
Pasamos un buen rato en la cocina.
Debo admitir que me gustó cocinar con ella.
Solía cocinar mucho con mi madre antes del accidente.
Sara
Lleva los platos a la mesa.
Acomodé todo lo que me dio como mi cerebro entendió.
Sara
Dame tu plato, te serviré.
Le di mi plato y ella sirvió una porción considerable. Ambas nos sentamos en una esquina de la gran mesa.
Iba a cortar el pollo.
Amairani
*busca*
Amairani
No me dio cuchillo.
Sara
No, lo cortaré yo.
Amairani
¿Enserio?
Amairani
¿No me dará mi propio cuchillo?
Amairani
Puedo hacerlo sola *irritada*
Sara
No.
Sara
Y por la desconfianza dormirás conmigo.
Amairani
Esto es ridículo *se queja en voz baja*
Sara
¿Dijiste algo?
Amairani
No...
Sara
*le acerca el plato ya con el pollo cortado en pedacitos prácticamente perfectos* Provecho.
Después de la cena me llevó a su enorme habitación; gigante y con lujos por todas partes.
Señores, con eso se acaba la pobreza del país.
Sara
Espérame aquí *cierra la puerta con llave al entrar*
Amairani
¿No quiere ponerle seguro a la ventana también?
Amairani
No vaya a saltar *con sarcasmo*
Sara
Ya lo hice.
Sara
Y el vidrio es muy resistente.
Sara
Así que aunque quisieras, la ventana no es una opción *se mete al vestidor*
Me quedé ahí observando todo a mi alrededor. Lo que más me llamó la atención fueron las almohadas de la cama; siempre quise llenar mi cama con cientos de ellas. Me recosté un poco y sentí emoción al contacto con las diferentes texturas.
Estaba tan feliz hasta que la señora salió y pegué un brinco al levantarme.
Ella tenía una de esas pijamas más caras que una casa y más delgadas que una hoja.
Amairani
Lo siento *apenada*
Sara
No hay problema.
Sara
Igual dormirás ahí *se acomoda en el sofá de la ventana*
Sara
Buenas noches.
Amairani
Oh, no, no.
Amairani
Yo puedo dormir en el sofá.
Sara
*le da la espalda y se tapa*
Amairani
O puede ignorarme y hacer lo que se le venga en gana.
Amairani
*se acomoda* Buenas noches.
Pasaron unas dos horas, en las que obviamente no dormí nada.
Estaba analizando la situación y no encontré ninguna conclusión. Así que me levanté y vi que la señora estaba destapada; se me hizo fácil ir a taparla.
Apenas moví la cobija me agarró la muñeca.
Sara
¿Qué haces?
Amairani
Yo i-
Sara
¿Querías escapar?
Amairani
¿Qué?
Sara
Ibas a robar las llaves.
Amairani
¿Podría dejarme hablar? *se suelta de su agarre, molesta*
Amairani
Usted estaba destapada y vine a taparla.
Amairani
Debería aprender a escuchar.
Amairani
Es de mala educación interrumpir todo el tiempo.
Sara
Ve a dormir.
Amairani
*vuelve a la cama* Tal vez sería más fácil dormir si no estuviera encerrada en casa de una desconocida que vive en medio de la nada.
Sara
Sara Miller.
Amairani
¿Cómo?
Sara
Mi nombre es Sara Miller.
Sara
Escritora y crítica literaria.
Amairani
Amairani.
Sara
Bien, ahora duerme.
Eso claramente me quitó aún más el sueño.
Pero al final sí pude dormir.
Cuando desperté no ví a la señora.
Tonta no soy, así que rápidamente busqué una salida.
Vi la ventana del balcón abierta y corrí a ella.
Sara
¿Hablamos de modales, pero saltar de las ventanas de mi casa no es una falta de respeto?
Sara
*la mira fijamente con los brazos cruzados*
Amairani
No me lo tome a mal, señora.
Amairani
Pero no soy fan de las casas enormes que apenas tienen luz, en medio de un bosque que parece de película de terror.
Sara
Entonces salta.
Amairani
Ah, sí.
Amairani
Eso iba a hacer...
Miré abajo y sentí ¿Vértigo?
Se me aceleró el corazón a todo lo que da, me dieron escalofríos y me faltaba el aire.
Sara
¿Y...?
Sara
*se acerca*
Sara
Hazlo *mirada retadora*
Me quedé sin palabras, no entendí por qué en ese momento sí me dio miedo saltar.
De pronto la señora me empujó y de inmediato me jaló para que no cayera, haciéndome caer al piso dentro de la casa otra vez.
Amairani
¡¿Qué le pasa?!
Amairani
¡Está loca!
Amairani
¡Casi muero!
Sara
¿No era lo que querías?
Fue horrible esa sensación. Claramente, ya no tenía los mismos pensamientos ni sensaciones del día anterior. Y no, no vi toda mi vida pasar ante mis ojos, mentira total.
Sara
A veces se necesita un empujón hacia la muerte para caer en la tentación de la vida.
Sara
*se encoge de hombros* Vamos a desayunar.
Estuve en el piso un rato hasta que tuve la conciencia suficiente para bajar al comedor.
Sara
Al fin bajas *acomoda el desayuno en la mesa*
Amairani
Usted está loca.
Sara
Yo no iba a saltar de una ventana.
Sara
*se sienta y empieza a comer*
Sara
Siéntate.
Amairani
*me senté varios asientos lejos de ella*
Amairani
¿Cuándo podré irme?
Sara
Probablemente, hoy no *despreocupada*
Sara
Tengo algunas cosas que hacer.
Sara
Deberías darle un recorrido a la casa, puesto que te quedarás un tiempo.
Todo esto era raro... Tal vez tenebroso. Pero por ahí dicen que de algo nos vamos a morir.
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A veces se necesita un empujón hacia la muerte para caer en la tentación de la vida.
Lyn🦋
Comments
Lana
Es que es de esas que le gusta agarrarte las muñecas con una mano mientras te manosea con la otra 🙏
2025-08-07
0
Yiyi
Claro... El rico siempre humillando al pobre 😔😞
2025-08-06
2
AmeAmeAmely
Eso hermosa restriegame en la cara que tú sí tienes money
2025-08-07
1