Pasadas 2 horas caminando, llega a la ciudad de Troks. Era de noche pero había mucha actividad nocturna. Kray, mientras caminaba por las calles, analizaba todo, ya que nunca había venido a la ciudad; siempre se la pasaba en el campo. Pero mientras caminaba, chocó con una chica con un atuendo peculiar.
Sala Kentard
Cuidado por donde vas, mocoso.
Kray Bruk
Tú eres la que debe tener cuidado por donde vas.
Sala Kentard
Maldito, ¿quién te crees para hablarme así?
En ese instante, la chica agarró a Kray por el cuello, pero en ese momento Kray le clavó una aguja con un veneno paralizante no letal.
Sala Kentard
¿Qué me hiciste, mocoso?
Kray Bruk
Cállate. El que hace las preguntas ahora soy yo. Dime cómo te llamas.
Sala Kentard
Niño asqueroso, ¿estás loco si crees que te diré algo?
Kray, riéndose como un maniático, agarró a la chica por el cabello y la arrastró hasta un callejón apartado para no llamar la atención de los guardias.
Kray procedió a clavarle otra aguja embadurnada con otra sustancia, lo que provocó que la chica vomitara y comenzara a babear.
Kray Bruk
Será mejor que digas tu nombre, porque la siguiente aguja que te clave te hará morir con mucho sufrimiento.
Sala Kentard
Eres un monstruo.
Kray Bruk
Te equivocas, solo soy un niño que pasaba casualmente por aquí.
Sala Kentard
Sí, claro, casualmente... Un niño paseando solo por las calles de Troks de noche.
Kray Bruk
Ya cállate y dime tu nombre.
Sala Kentard
Maldita sea, me llamo Sala Kentard.
Kray Bruk
Muy bien, estamos progresando. Ahora dime tu edad y en qué trabajas.
Sala Kentard
¿En serio eres un niño? Porque tu personalidad es la de un demonio.
Kray Bruk
Habla.
Sala Kentard
Tengo 23 años y me gano la vida robando.
Kray Bruk
Ah, mira qué bien, una ladrona. Pensé que eras una puta, pues llevas esa ropa tan ajustada.
Sala Kentard
¡Menuda manera de hablar, mocoso!
Kray Bruk
(en pensamiento): Parece que esta chica me será útil. La voy a chantajear para que haga todo lo que le pida.
Kray Bruk
Escucha, puta Kentard: a partir de ahora harás lo que te pida sin excusas.
Sala Kentard
¿Estás loco si crees que haré eso?
Kray Bruk
Mira qué bien... Pero sabes una cosa: sí lo harás, porque el veneno que te di no tiene cura, y solo yo puedo suministrártela.
Sala Kentard
Eso es mentira. Cualquier boticario vende curas para diversos tipos de veneno.
Kray Bruk
Te diré algo: esos venenos los creé yo. Por lo tanto, nadie tiene curas para ellos, aparte de mí, claro.
Sala Kentard
Tiene que ser una broma. ¿Un niño creó un veneno paralizante?
Kray Bruk
Pues es la verdad. Y por cierto, me llamo Kray Bruk, no "niño" ni "mocoso".
Sala Kentard
Eres un estúpido al decirme tu nombre.
Kray Bruk
No lo soy, porque a partir de ahora tú serás mi esclava, te guste o no. Y recuerda: tengo muchos más tipos de veneno. A la mínima que intentes traicionarme, te mataré.
La chica, temblando en el suelo con el rostro cubierto de su propia baba, asintió a ser la esclava del niño, pues no le quedaba más remedio. El veneno se hacía más fuerte y no sentía ninguna parte de su cuerpo.
Kray le dio un antídoto leve para que pudiera moverse apenas, y le ordenó a la chica que comprara un collar mágico de esclavitud. Lo que hacía el collar es que, si quien lo porta traiciona a su dueño, el collar explotará, arrancándole la cabeza a su portador.
Sala Kentard
Eres una basura por hacerme llevar esto.
Kray Bruk
Solo es por precaución. No vaya a ser que me traiciones.
Así Kray Bruk había conseguido su primera esclava, de las muchas más que conseguiría.
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