¿Porque el?

El señor Cooper sonríe y asiente con la cabeza, mientras continúa hablando.

—Eso lo tengo muy en claro, Alejandro y yo nos hemos encargado de guiarla desde el inicio de su carrera, aunque ella es la más calificada para ocupar el lugar de presidente— Su voz está llena de orgullo y satisfacción.

—Lo cierto es que buscamos seguir siendo una sociedad donde la unión de dos mentes brillantes sea la fuerza y la base de la compañía—, agrega, con su mirada fija en mí.

—Y Ela es capaz de hacer un excelente trabajo ella sola, pero necesita un complemento de ese amigo, compañero y socio que le haga ver otros puntos de vista—

—El candidato idóneo para seguir nuestro legado e ir de su mano con la compañías más exitosas a nivel mundial es mi hijo mayor Dante—, dice con una sonrisa de confianza.

Mi corazón late con una mezcla de sorpresa y curiosidad cuando el señor Cooper menciona a Dante, su hijo mayor.

Mi expresión cambia drásticamente al escuchar el nombre de Dante. La sonrisa que había estado en mi rostro hasta ese momento se borra de inmediato, y mi mirada se vuelve inquisitiva.

—¿Qué?—

Recuerdo que Dante nunca ha mostrado interés en la compañía, y de hecho, se marchó a otro país cuando tuvo la oportunidad.

—Él ni siquiera ha estado presente en la compañía, de hecho, nunca mostró interés alguno por ser parte de nosotros. Todo lo contrario, cuanto se le presentó la oportunidad se marchó a otro país a realizar su vida. ¿Por qué debería ser el candidato ahora?—

Mi tono es directo y cuestionador, puedo sentir la duda y la sorpresa en mi voz. Me pregunto qué ha cambiado para que el señor Cooper considere a Dante como una opción viable para la presidencia de la compañía. ¿Qué ha hecho Dante en ese tiempo para demostrar su valía y su interés en la empresa? La incertidumbre y la curiosidad me llevan a esperar ansiosamente la respuesta del señor Cooper.

El señor Cooper me mira con una sonrisa sabia y segura, como si supiera algo que yo no sé. Siempre he respetado las decisiones del señor Cooper intentando mantener la compostura.

Pero me recordó al idiota de su hijo que ni siquiera conozco.

—Dante tiene la experiencia al ser presidente de su compañía en el Reino Unido, con tus conocimientos y los suyos serían un equipo invencible—

—Antes de morir me gustaría verlos trabajar juntos si lo hacen llegará muy lejos y muchos aspectos de eso estoy muy seguro—

La forma en que el señor Cooper habla de nosotros trabajando juntos me hace sentir un poco incómoda. ¿Qué espera que suceda entre Dante y yo? ¿Qué tipo de relación laboral o personal tiene en mente? Me siento un poco confundida y curiosa al mismo tiempo.

El Señor me miró por encima de sus espejuelos en cuanto Entré a la oficina y me senté frente a él, en su mirada pude darme cuenta de que sabía a qué había ido, para nadie es un secreto que no me agradó la idea de que ese idiota haga parte de todos los sueños que nuestros padres construyeron hace muchos años, porque cuando debía estar aquí siendo parte de ellos decidió irse a otro país.

—Te escucho hija antes de que explotes con eso que tienes atorado en la garganta—, dijo el señor Cooper dejando caer sobre el escritorio los papeles que tiene en la mano. —¿por qué tu inconformidad?—

—Estoy inconforme con la decisión que has tomado, Aunque la respeto y no tengo más opción que aceptarla—

—¿Por qué querida?, Dante es mi hijo y así como tu padre te eligió a ti, era de esperar que yo lo eligiera a él, hay cientos de candidatos que son muy buenos, y debo confesar que me vi tentado por Ethan. Pero sabemos que la compañía no va a estar en mejores manos que en las de ustedes nuestros hijos—

—Está Katherine, ella ha hecho parte de este equipo por varios años, Alejandra está a punto de culminar la universidad y es una chica bastante inteligente que cuenta con liderazgo y sabe desenvolverse con las personas, su adorado hijo por no alabarlo tanto, ¿Qué ha hecho? Se fue del país, por ende no sabe nada de la compañía, él ha vivido ajeno a todo lo que ha sucedido aquí por cinco años señor Cooper, puede ser todo un as en su campo, pero ¿qué sabe Él de los procesos que se llevan a cabo en el área de producción? No debe tener ni en la menor idea de cómo hacer una minuta para los transportadores o de los implementos de seguridad que deben utilizar los operadores de carga—, suspiré exasperada, —Él no sabe ni siquiera dónde está plantado, no quiero formar un equipo con él, usted más que nadie sabe que no saldrá bien—

—Ya no hay nada que discutir querida, Alejandro y yo concertamos que sean ustedes los que nos sustituyan, no solo porque sean nuestros hijos y deseamos que el legado Familiar no desaparezca, sino porque ambos poseen gran inteligencia Y habilidad para los negocios, estoy de acuerdo con Alejandro entre tú y Dante se crearía un equipo invencible, lleva la fiesta en paz con él, ¿qué pasó con el cariño y el aprecio que le tenías? Recuerdo que cuando era niño era eran uña y mugre querían estar todo el día jugando juntos, en lugar de discutir y amargar los días que vienen ahora en adelante. Haz que la amistad que había entre ustedes vuelva a florecer—

»En mi vida Sería capaz de tener una amistad con ese idiota«

De niña era tonta y no tenía con quién jugar, pero ahora soy una adulta, ese tipo de hombres entre más lejos de mí esté mejor.

—lo acepto porque no tengo más opción, pero no se hagan ideas en la cabeza de que seremos los mejores amigos señor Cooper—

Todo estaba de maravilla en mi vida, me sentía también y era tan feliz, pero siempre debe de existir la mierda en medio del camino.

Dante Cooper. El solo nombre me hacía rodar los ojos. El tipo de hombre que toda mujer sueña en medio de sus piernas y bajo sus sábanas cada noche.

Alto, musculosoo, de sonrisa perfecta y mirada atrayente, es ese tipo de hombre arrogante y mujeriego, que muchas mujeres desean doblegar a sus pies,, pero que no tiene ni la menor idea de la clase de calaña qué es

Pero que a mí no me causaba ni la menor impresión. Bueno, eso era lo que me decía a mí misma, al menos.

Ese idiota no me cae nada bien, más de cinco años habían pasado desde nuestra última discusión antes de que se marchara a estudiar al extranjero.

No había sabido nada de él desde entonces, y sinceramente, no me importaba.

El señor Cooper, me había mostrado algunas fotos suyas de vez en cuando, pero no me había detenido a analizarlas demasiado.

No quería saber cómo estaba ni qué había estado haciendo con su vida.

Pero ahora, por alguna razón, mi mente parecía decidida a traicionarme.

Imágenes de Dante Cooper comenzaron a aparecer en mi cabeza, y no podía sacudirlas. Sus ojos, su sonrisa, su forma de moverse... Todo eso me estaba volviendo loca.

Sacudí la cabeza con fuerza, intentando despejar mi mente. ¿Qué me pasaba? No podía permitir que Dante Cooper se convirtiera en dueño de mis pensamientos.

Tenía que enfocarme en mi trabajo y en las cosas que realmente importaban.

Salí del ascensor y caminé por el pasillo hasta llegar al final. Doblé en dirección a la recepción, intentando dejar atrás los pensamientos sobre Dante Cooper. Pero una parte de mí se preguntaba si estaba lista para enfrentarlo de nuevo después de tanto tiempo. ¿Qué había cambiado en él? ¿Y qué había cambiado en mí?.

—¿Cómo está ahora?— el señor Cooper, siempre ha hablado de su hijo, pero nadie lo ha visto nunca desde que se fundó esta nueva compañía...

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