2 No es un juego si alguien te respira en la nuca

Autora
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Oliii
Autora
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Mis amores beiossss
Autora
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¿Cómo están?
Autora
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Acá les traigo otro cap
Autora
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Espero y les gusteee
Autora
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Recuerden que siempre empiezo con una parte del capítulo anterior
Autora
Autora
Si los que vayan a leer la obra ya son fans de antes lo saben
Autora
Autora
Y si son nuevos, pues lo saben ahora jajaja
Empezamos
...
....
Mientras tanto, en el fondo del patio, detrás del aljibe seco, Axel y Jeremías hablaban por primera vez en décadas.
Jeremías
Jeremías
No deberían estar acá *dijo mirando como el atardecer se teñía de rojo*
Axel
Axel
Tarde, ya pusieron la alfombra en el living *bufó*
Jeremías
Jeremías
El segundo mayor... Mateo. Él va a ser el problema.
Axel
Axel
Lo sé, por eso hay que apurarse, la casa los va a tocar uno por uno
Jeremías
Jeremías
¿Y Gabriel?
Axel
Axel
Gabriel siempre fue débil con los vivos, pero esta vez no lo voy a dejar
Y la casa crujió, como si entendiera, como si también tuviera algo que decir.
....
La primera noche en la casa terminó como una especie de campamento improvisado, versión descompensada. Entre colchones inflables, colchas peludas heredadas de algún abuelo desconocido y bolsas de dormir con olor a humedad, los diez hermanos se esparcieron por el lugar.
Uriel
Uriel
¿En serio vas a dormir en el pasillo, Dilan? *preguntó, ya con el pijama puesto y un libro en mano*
Dilan
Dilan
Obvio. Acá corre más aire, y tengo vista estratégica a tres entradas. *respondió como si fuera un experto en seguridad y no un chico que tiene miedo a quedarse solo*
Natasha
Natasha
Lo único que corre es el espíritu de algún anciano que murió viendo crónica *dijo pasando con una linterna que no necesitaba, pero la usaba igual*
Mateo como siempre se acostó último. Reviso que todos tuvieran algo para abrigarse, que los más chicos no hubieran dejado una galletita abierta (otra vez) y que Julián no estuviera roncando tan fuerte como para invocar demonios.
Pero igual no podía dormir, desde que cruzaron el portón herrumbrado de la casa, había algo que le hacía latir el corazón muy fuerte. Un cosquilleo entre la nuca y el pecho. Como si alguien lo reconociera desde las sombras... como si ya lo hubieran esperado antes.
Y cada vez que cerraba los ojos, sentía una respiración cercana. Una voz muy bajita que decía su nombre.
Mateo....
A la mañana siguiente, lo primero que se escuchó fue el grito de Benjamín:
Benjamín
Benjamín
¡SE ROMPIÓ EL TERMO!
Y ahí vino una fila de quejas: el agua salía marrón, la pava eléctrica sacaba chispas y Natasha se había cortado el dedo con una lata.
Julián
Julián
Bienvenidos al día dos en el hotel paranormal *dijo, saliendo con el torso desnudo y los pelos como si lo hubiera lamido una vaca.
Natasha
Natasha
Ponete una remera por favor, hay niños presentes *dijo mientras buscaba una curita*
Paulina
Paulina
A veces me pregunto si no estaríamos mejor en un monoambiente en CABA *contestó desde la cocina, viendo que el pan no se le pegara en la tostadora portátil*
Mateo estaba serio. Preparaba el mate como si de eso dependiera la supervivencia del grupo.
Uriel
Uriel
¿Dormiste algo? * le preguntó a Mateo mientras estaba apoyado en el marco de la puerta*
Mateo
Mateo
Lo justo para soñar raro *le paso el mate sin mirarlo*
Uriel
Uriel
¿Con Gabriel?
Mateo lo miró. No había dicho nada todavía, no le había contado a nadie, pero ese nombre ya flotaba.
Mateo
Mateo
¿Cómo sabes? *preguntó sorprendido*
Uriel
Uriel
Los chicos dijeron que hablaron con una nena, que vivía acá antes. Se llamaba Carla y que mencionó a otros, uno se llamaba Gabriel.
Se hizo un silencio espeso.
Mateo
Mateo
¿Y los dejaste seguir hablando con ella?
Uriel
Uriel
Sí, porque estaban jugando tranquilos, y porque no tenemos internet ni tele. Así que.... ¿que más pueden hacer?
Mateo
Mateo
*Resopla resignado*
Mateo
Mateo
A este ritmo vamos a tener que poner reglas de convivencia para los vivos y los muertos *contestó y se fue a revisar los cajones de la alacena como si en ella fuera a encontrar la respuesta*
Mientras tanto los más chicos habían decidido explorar el patio trasero.
Alejo
Alejo
¡Vamos al galpón viejo! *grito mientras usaba una ramita de árbol como espada*
Benjamín
Benjamín
¡Yo primeroo! * gritó*
Pablo
Pablo
*Los sigue con un poco de miedo, pero sin querer quedarse atrás*
El galpón estaba medio caído y con la puerta que chirriaba como si se quejara de ser abierta. Adentro había herramientas oxidadas, latas sin etiquetas y una montaña de polvo que podrían ser patrimonio histórico.
Pero, lo que encontró Pablo fue otra cosa. Debajo de una tabla del piso escondida entre tierra seca y telas de arañas, había una cajita pequeña, de madera, con una letra "G" tallada torpemente en la tapa.
Benjamín
Benjamín
¿Qué es eso? *Pregunto*
Pablo
Pablo
No lo sé, pero está bonita *dijo y soplo la caja para sacar la tierra como si fuera un tesoro*
La abrió. Adentro había tierra negra, como de maceta. Y entre la tierra, un collar: un hilo con una medallita en forma de luna.
En el momento que Pablo sacó la medalla de la caja, la temperatura bajó, no tanto, pero, lo suficiente para que Pablo dijera:
Pablo
Pablo
Tengo frío....
Alejo
Alejo
*Lo mira con los ojos abiertos como plato* ¿Escucharon eso?
Benjamín
Benjamín
¿Qué cosa?
Alejo
Alejo
Una risa finita, como de nena
En la casa, Paulina se sirvió una taza de té con yuyos que encontró en una bolsa con la etiqueta deshecha. Se sentó frente a Mateo que escribía en un cuaderno con el ceño fruncido.
Paulina
Paulina
Soñé con una nena anoche *le dice*
Mateo
Mateo
*Levanta la vista* ¿Cuál?
Paulina
Paulina
No sé, nunca la vi, tenía el pelo medio ondulado y largo, ojos raros. Me dijo que no entre al bosque, que hay caminos que no vuelven.
Mateo
Mateo
*Sintiendo que algo se le apretaba en el pecho* ¿te dijo como se llamaba?
Paulina
Paulina
Lisa... no era mala, solo me avisaba
En el segundo piso Gabriel observaba con los brazos cruzados, callado, con un gesto que no era de enojo ni de ternura, sino término medio.
Stefania
Stefania
Tiene algo que no recuerda *dijo Stefania apareciendo a su lado*
Carla
Carla
Todos traen cosas dormidas
Gabriel
Gabriel
Pero él me recuerda *murmuró con los ojos fijos en Mateo*
Stefania
Stefania
¿Vos querés qué te recuerde?
Gabriel
Gabriel
*No responde y desaparece*
Esa noche, después de cenar unos fideos con tuco que no tenía carne, pero sí mucho ajo (por cortesía de Mateo), se fueron acomodando para dormir de nuevo.
Pablo
Pablo
*Con el collar puesto* Es mi amuleto
Benjamín
Benjamín
Sacátelo que me da cosa
Pablo
Pablo
No, es mío, la casita me lo dio.
En el cuarto de Mateo la ventana se empañó desde afuera. Y Gabriel entró, no caminando, no flotando, simplemente estuvo ahí.
Gabriel
Gabriel
*Sentado al borde de la cama observando como Mateo duerme*
No lo tocó, no podía, pero... quería.
Gabriel
Gabriel
¿Me ves? *Preguntó con una voz baja y temblorosa*
Mateo
Mateo
*Entre sueños habla: Gabriel....
Gabriel
Gabriel
*Quedándose helado*
Stefania
Stefania
*Aparece de inmediato*
Stefania
Stefania
Te estás adelantando
Gabriel
Gabriel
Pero me dijo... Me dijo por mi nombre.
Stefania
Stefania
O soñó, o recordó. No confundas deseo con señal, Gaby, que vos te encariñas rápido.
Gabriel
Gabriel
*Otra vez sin responder desaparece*
En el bosque Jeremías y Axel caminaban en línea recta. Aunque no había un camino. Porque el bosque ya no era bosque. Era memoria.
Axel
Axel
Ya empezó
Jeremías
Jeremías
Y nadie lo va a frenar esta vez
La tierra temblo apenas, como si algo gigante se hubiera despertado.
La casa crujió otra vez, no solo por la madera, esta vez fue como si quisiera hablar.
Y alguien en algún rincón donde nadie miraba, respondió.
Autora
Autora
Los amoooo
Autora
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Bye
Autora
Autora
Byeee
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