Solo bastaron unos cuantos días más hasta que esas personas llegarán a llamar a la puerta, Cora se veía sorprendida, dolida, pero también un poco aliviada al ver que mis verdaderos padres nunca dejaron de buscarme. Con lágrimas en los ojos me dio un abrazo que juro que pudo sanar gran parte de todo mi dolor.
Incluso Cristopher se mostró sentimental mientras empacaba mis cosas para marcharme.
- No importa donde este, tú siempre serás mi madre y prometo volver. Ten este collar para que recuerdes lo agradecida que estoy por haberme brindado un hogar y una familia.
- Siempre serás mi pequeña hija y aquí tienes un lugar al cual puedes volver.
- También tengo uno para ti hermano apestoso.
- Cuídate mocosa.
Esa despedida fue más dolorosa de lo que pensé, pero no puedo olvidar por lo que regrese. Jaeshin prepárate porque ya voy por ti cariño para devolverte todo el dolor y sufrimiento que un día me diste.
Si antes estuve asustada al montar ese autobús ahora estoy muerta de miedo al ver la gran nave que me llevará a mi nueva casa.
- ¿Estas segura de que esto puede volar?
- Hija mía no tiene nada de que preocuparse, mamá está aquí para ti.
- Lo siento, pero yo no te siento como tal.
- Lo entiendo pasaron tantos años separadas, pero ahora no voy a soltarte Thae.
Se supone que luego de perderme estas personas acogieron a una huérfana porque está mujer sufría de una fuerte depresión por mi pérdida. Me pregunto como será ella o si estará feliz de que yo esté en su casa.
- Sábila dijiste que estas personas son buenas, pero como es la otra mujer.
- No tengo idea, simplemente pasó y no me moleste en mantenerla vigilada.
- Perezoso.
- Tenía mucho trabajo mujer, dame un respiro. De todas formas ya lo verás con tus propios ojos.
- También dijiste que estas personas son las dueñas del lugar en donde Jaeshin trabaja.
- Exacto, en pocas palabras tú serás su jefesita.
Genial con eso me basta y sobra porque quiero verle sufrir mucho antes de acabar con él. Lo quiero tener a mis pies suplicando piedad todo el tiempo que se me dé la gana.
El viaje fue largo, pero llegamos a una gran casa en donde puedo ver a dos personas esperando por mí y detrás de ellos muchos empleados.
- Cariño ella es Sofía tú hermana y a su lado está Thiago tu hermano.
Esa chica corre a mí y me da un fuerte abrazo, incluso duele. - Que bueno que has vuelto Thae, estoy muy feliz de conocerte por fin.
- Gracias.
- No quiero que pienses mal de mí y espero que seamos buenas amigas.
¿Pensar mal de ella? Que quiere decir con eso exactamente.
- Estoy feliz de tenerte de regreso hermana.
- Gracias.
- Bueno, chicos entremos que su hermana está muy cansada por el viaje.
No puedo quejarme, el cuarto que me han dado es increíble. Mi padre se ve que es de carácter fuerte, pero me trata muy bien al igual que las demás personas aun así siento que no encajó en este lugar. No importa estoy aquí por un propósito, no puedo quedarme más tiempo del debido.
- Escuche que vivías en un pequeño pueblo rural. Fue difícil vivir en ese lugar Thae.
- De hecho no, era muy feliz, Sofía.
- Que bueno que te acogió una familia amorosa que te trato bien, yo también estoy muy feliz de encontrar esta familia.
- El universo tiene sus maneras de obrar para bien.
Miro a mi madre y ella sonríe mientras levanta su copa de vino. - Este es un día para recordar, toda la familia se ha vuelto a reunir y ahora nunca más se volverá a separar.
Como puedo explicar la extraña sensación que siento estando rodeada de estas personas, no es como cuando conocí a Cora, puede ser que me encariñe muchos con ellos y por eso me siento fuera de lugar.
- Que pasa Thae.
- Me siento incómoda, todo el tiempo siento sus miradas sobre mí como esperando algo.
- Bueno es lógico ellos te estaban esperando.
- Aun así me siento como un animal de diversión. Sábila no me gusta este lugar y eso que aunque yo vivía de manera humilde tenía tanto o incluso más dinero que un rey, los lujos no me sorprenden en lo más mínimo.
- Entonces.
- Es esta sensación, sé que estas personas están esperando ver a su hija, pero creo que no entienden que tantos ellos como yo somos completos desconocidos y que su actitud me pone muy nerviosa.
- Hoy recién es el primer día ya pronto te acostumbrarás.
Espero que así sea aunque lo dudo mucho, en casa yo podía pelear con Cristopher como dos niños estúpidos, pero aquí con tantos modales si acaso dejo escapar aunque sea un chiste siento que me regañaran.
- ¡Eso es!
- QUE COSA MUJER, ME ASUSTASTE.
- El porqué no me siento cómoda aquí. En casa junto a Cora y Cristopher podía ser yo misma en mi versión natural y salvaje como siempre, pero aquí en medio de una ciudad que desconozco por completo rodeada de tantos edificios y personas siento que me falta el aire. Como un pez fuera del agua.
- Ya veo, allá estábamos rodeados de campo, silencio y tranquilidad y aquí apenas y hay uno que otro árbol además de muchas más personas y que yo recuerde odiabas estar rodeada de personas.
- Todavía lo odio, aunque tenga un nuevo rostro todavía dentro de mí está aquella chica tímida con cicatrices.
- Lo siento Thae, pero para llegar a Jaeshin era necesario venir donde está él.
- No te culpo Sábila, me adaptaré después de todo soy como una oruga que por fin salió de su capullo lista para abrir sus nuevas alas y volar lejos.
- Yo diría que eres como ese bicho como se llama... Una cigarra porque estuviste muchísimo tiempo bajo tierra ja ja ja
- Muy gracioso no.
- Ahhhh esto es maltrato animal.
- Deja de maullar que vas a despertar a todos.
- Deja de golpearme.
Hoy la luna es espléndida, ya sea como una oruga o una cigarra estoy de vuelta y lista para abrir mis alas y volar.
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