Salgo corriendo a su cuarto, detrás de mí llegó Kathleen, en sus ojos se reflejaba preocupación. Abrí la puerta de un tirón encontrándome a Ross saltando en la cama con el celular en la mano.
Kathleen Anderson
¡¿Pero qué cojones?! -logró decir, con tono de que no podía creer lo que veía. Mientras que yo solo miraba con la boca abierta.
Roseanne Johnson
¡El vocabulario! -contraatacó. Kathleen puso los ojos en blanco.
Fallon Dubois
¿Sabes que estuvimos a punto de que nos diera un infarto? Y deja de saltar en el colchón.
Roseanne Johnson
Lo siento. Es un mensaje de mi hermano -se sentó inmediatamente.
Kathleen Anderson
Vaya, para morir. Ya que has dado semejante chillido al menos dinos que te envió.
Roseanne Johnson
¡Va a venir a Roma! -volvió a chillar
Fallon Dubois
Pues que bueno, pero para que sepas que nos has dado un buen susto. Nos alegra muchos que vuelvas a verle. Pero sería maravilloso que no volvieras a hacer.
Kathleen Anderson
Si claro -río ella.
Roseanne Johnson
Ya me he disculpado, ¿vale?
Después de que Kathleen le soplará un salmón de regaños, Ross no quiso que nos fuéramos asique nos acurrucamos las tres y nos quedamos dormidas en cuestión de segundos.
Al otro día, cuando abrí los ojos me encontré con Kate de espaldas a mí, ni rastro de Ross. Decidí levantarme, me dirigí a la cocina y efectivamente, estaba allí, colocando unos vasos con café en la meseta.
Fallon Dubois
Buenos días, ¿necesitas ayuda? -la saludé sonriente.
Roseanne Johnson
Buenos días, bella. Te lo agradecería -dijo muy alegre. Al parecer sí que le emocionó la noticia de anoche.
Le sonreí y llevé los vasos a la mesa del comedor, luego hice lo mismo con los platos y demás.
Fallon Dubois
Ve a despertar a Kathleen, mientras yo me ducho -esta acepta y se dirige a su habitación. Mientras que yo voy al cuarto de baño.
Después de más de media hora ya estábamos listas para sentarnos a disfrutar del desayuno.
Fallon Dubois
Roseanne Johnson
Kathleen Anderson
Fallon Dubois
Estáis preciosas -les sonrío.
Kathleen Anderson
Esto no es nada comparado a tu atuendo, cariño estas divina y Ross, tu igual.
Roseanne Johnson
Gracias, pero los vuestros están de puta madre. -Kate le dedica una mirada de advertencia.
Cuando bajamos del penthouse, nos esperaba un Ferrari blanco.
Kathleen Anderson
¡Me pido conducir!
Fallon Dubois
¡Me pido copiloto!
Roseanne Johnson
Jo! -entra de mala gana a los asientos de atrás.
Después de unos pocos minutos llegamos al centro comercial.
Roa Johnson 🂡
Salgo del Jet privado junto a mi asistente, Stephen. Allí me esperaba un Porsche tono rojo vino. Me monté en este y dejé que Stephen conducirá.
Me dirigía a un penthouse, había alquilado un piso. Al llegar dejé las maletas y le ordené a mi ama de llaves que las pusiera en su sitio. Me iba a retirar nuevamente, pero al abrir la puerta me encontré con una caja blanca que en su interior contenía otra caja, pero esta era de terciopelo negro. Era una invitación a un baile de máscaras. No sé si iré. Total vine a trabajar y a poder ver a mi hermana, no para esas tonterías de bailes. Dejé la caja de terciopelo encima de un sofá cerca de la salida. Me retiré del piso y volví al auto.
Stephen Carter
Señor, me han informado de una invitación...
Roa Johnson
No iré -respondí en tono recto.
Stephen Carter
Es en el Palacio de Sant' Angelo.
Roa Johnson
¿Cómo dijo? -eso ya cambiaba la cosa, el Palacio era el lugar más importante de Roma para los empresariales.
Stephen Carter
Como escucha señor. Opino que debería ir.
Stephen era estudiante de ciencia, un futuro científico, una mente maestra y tenía razón, tenía que ir a ese baile, así fuera para que sólo me vieran.
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