Habíamos ganado la Liga, después de meses de sufrimiento por fin llegaba la recompensa.
Al terminar el partido no dude en salir del banquillo, ya que me sacaron y fui directamente a saltar sobre Lewandowski. En cuanto me subí encima, noté un brazo rodeando mi cadera para impedir que me cayera. Busque al dueño del brazo y encontré a Pedri celebrando con Ferrán.
Al bajar atrape el cuello del canario para abrazarlo y seguidamente le di un beso en el cuello, era una acción que se había vuelto costumbre entre nosotros.
Gavi.
Pedri hemos logrado, la Liga es nuestra.
Dije mientras saltaba de felicidad.
Pedri.
Te lo dije Pablo, que ya era nuestro. Lo mejor de ganar la Liga es que la he ganado contigo.
Me giré a ver a Pedri, no esperaba que me dijera eso. Mi corazón dio un vuelco, pero decidí dejarlo correr. Eso es algo que le dirías a tu mejor amigo, eso era segurísimo.
La tarde pasó y ya nos habían dicho que el próximo día, todos nos montaremos en un autobús y haremos la conocida ruta como campeones de España.
Al día siguiente estaba en mi habitación aburriéndome, quería que llegara la tarde para estar con mis amigos celebrando todo el esfuerzo que habíamos sacrificado durante la temporada. Estaba pensando en que comer ya que tenía hambre cuando me llegó una notificación en el móvil.
Abrí el móvil para ver de quién era, un mensaje de Ansu diciendo que había conseguido comenzar a un jefe de una discoteca para que fuéramos los jugadores del Barça. No entendía como Ansu lograba todo tipo de cosas sin esfuerzos. Luego me llegó un mensaje de Pedri, me pareció súper extraño lo que había escrito.
Pedri.
Oye bro, ¿podemos hablar un segundo?
Gavi.
Claro, ¿qué pasa?
Pedri.
Está noche me gustaría probar una cosa contigo, pero no sé si tú vas a querer.
Gavi.
Pedri, dime. Me puedes proponer cualquier cosa que me apunto al plan si es contigo.
Estaba viendo como Pedri escribió durante mucho rato, me estabas desesperando que no me contara lo que se le pasaba por esa cabecita suya pero espero paciente hasta que el mensaje por fin se envió.
Pedri.
Quiero hacer un trío, esta noche, si tú quieres obviamente, podemos hacer un trío con otra chica.
¿Que? Estaba soñando, ¿verdad? Mi mejor amigo me ha dicho que quiere tener sexo con otra tía, pero que yo también estuviera ahí. No pude contestar, estaba en shock.
Estuve un rato pensando la respuesta, pensando los pros y las contras, pero como dice mi madre, la vida hay que vivirla.
Gavi.
Me he impresionado con tu propuesta, pero ganas no me faltan pero tengo una pregunta, ¿porque quieres hacer un trío conmigo?
Pedri.
No sé, pero si quiero hacer un trío lo prefiero hacer con mi mejor amigo, en este caso eres tú. Sé que tal vez pienses que nuestra amistad va a cambiar, pero no será así.
Gavi.
Vale Pedri, me has convencido. Nos vemos luego.
Pedri.
Hasta luego, Pablo.
Estaba flipando por la situación en general, no sabía que Pedri quería hacer un trío, y yo pensaba que si él quería hacer un trío sería con dos chicas, no conmigo por el medio, pero no le di más vueltas al asunto.
Por fin llegaba la tarde, el entrenador nos había dicho que lleváramos chándal y en una mochila la ropa para salir después. Me puse el chándal y me dirigí al salón, donde estaba mi padre esperándome para ir al Camp Nou, ahí salía el autobús.
En el coche me detuve a pensar en lo que me había propuesto Pedri, por una parte estaba nervioso, ya que sería la primera vez que vería desnudo al canario, ya que en las duchas se ponía la toalla en la cadera y porque nunca he hecho un trío.
Cuando llegué al campo, dejé mis miedos de lado. No podía permitir que me comiera la cabeza por algo que va a pasar en la noche, ya se preocupará el Pablo del futuro.
Bajé del coche y pude ver a Pedri esperando en su coche, no se había dado cuenta de quién había llegado. Estaba distraído mirando algo en el móvil, aproveche para acercarme por detrás y asustarle.
Gavi.
Bu.
Pedri.
¡Joder Pablo!
El canario casi deja caer el móvil al suelo.
Pedri.
Me cagaré en tu puta madre.
Gavi.
Vaya perdoname, no sabía que tenías unos pulmones débiles.
Dije con ironía. Pedri me miró con una cara de querer matarme y rompí a reír a carcajadas.
Pedri.
Eres muy gracioso, venga vamos con los demás.
Me cogió de la muñeca y me guío hasta el autobús.
Habían pasado cinco horas desde mi charla con Pedri, me dolían los pies de tanto saltar y bailar. En toda la ruta no tuve tiempo de mirar y tampoco hablar con Pedri pero por fin habíamos llegado al Camp Nou, donde comeremos algo rápido e iremos a la fiesta.
Me había quitado la camisa para ponerme la camiseta cuando alguien me giró para mirarle.
Pedri.
Pue Pablo.
Era Pedri, parecía nervioso.
Pedri.
¿Todavía quieres hacer el trío?
Gavi.
Claro Pedri.
Tenía con ganas de tener sexo con alguien, me daba igual con quien.
Pedri.
Vale, menos mal.
Veo cómo se relaja y como su mirada baja a mi torso descubierto.
Mis mejillas se encienden en cuanto veo como Pedri me mira sin disimular, sus ojos van desde mi pecho hasta mis abdominales, el momento en que veo a Pedri lamer sus labios y morderlos tuve que intervenir.
Gavi.
¿Quieres pasar la lengua por mi cuerpo?
No pude evitar chinchar.
Gavi.
Que un poco más y se te cae la baba.
Pedri.
A ver, hay que admitir que tienes un cuerpazo. Eres la envidia de muchos tíos, yo me incluyo.
Me dijo mirando a todos lados menos a mí.
Pedri.
Bueno, me voy a cambiar.
Se fue y me dejó con mis pensamientos, ¿qué cojones acababa de pasar? Pedri parecía que quería comer todo mi cuerpo.
Cuando terminamos de cenar, subí al coche con Pedri y Ansu para dirigirnos hacia la discoteca. Yo me estaba comiendo la cabeza con lo que pasaría esta noche con Pedri y no me di cuenta de que ya habíamos llegado. Entramos por la puerta trasera y nos dirigimos a la sala VIP.
Eran las tres de la mañana y todos ya llevábamos un par de copas encima, veo como Pedri se levanta y me ofrece su mano.
Pedri.
Es el momento.
Cogí su mano para levantarme y bajamos a la pista de baile.
Pedri.
Llevo un rato mirando a esa chica que está ahí.
Dijo señalando con el dedo.
Mire a la chica le había que admitir que era muy guapa, iba con un vestido negro que le llegaba a la mitad de los muslos, con el pelo ondulado y rubia. Tenía un cuerpazo que flipas.
Gavi.
Tienes buen ojo Pedri, hablas tú que seguro que yo la cago.
Pedri.
Tranquilo, deja todo a mi control.
Me dice mirándome a los ojos.
Pedri.
Vamos.
Llegamos a donde la chica y queda flipada con nosotros.
X: Oh dios mío, Pedri y Gavi, ¿me puede tomar una foto con vosotros?
Tenía una voz angelical.
Pedri.
Claro que sí preciosa, ¿cómo te llamas?
X: Paola.
En cuanto termine de tomar una foto con los dos, Pedri le dijo algo a su oreja y vi como la chica abría mucho los ojos y me miraba. Después mira a Pedri asintiendo con la cabeza. Se despide de sus amigas para venir con nosotros.
Pedri.
He visto unas alas apartadas con llave antes, vamos ahí.
Comenta el canario, al principio de la noche estaba nervioso, pero ahora con el alcohol sentía excitación.
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