¡Los Reflejos También Son Una Habilidad! Capitulo 5

Durante la caminata, la tierra ya no estaba despejada como el camino hacia mi casa. Habían varios arbustos por ahí que nadie se molestó en organizar, junto a muchos letreros que avisaban un bosque cercano en el terreno de la familia.

Bueno, si es que el lugar a donde yo iba seguía siendo parte del terreno familiar.

Karen (Niña)

Nana, ¿ya vamos a llegar? —Era la sexta ve que preguntaba, interrumpiendo el relato de Yolanda que yo seguía sin entender.

Había un motivo por el que preguntaba tan insistentemente, puesto que un bosque frondoso y que puede llamarse como “peligroso” si no lo conoces, estaba frente a nuestros ojos.

Karen (Niña)

💭Es imposible que el lugar este tras ese bosque aterrador, ¿no?💭 —Tragué fuerte cuando Yolanda caminó hacia el bosque, mostrando las palabras que quería decir en mi rostro.

Yolanda Ortega

Si, Joven Maestra, el "granero" es en realidad un almacén en donde se guardaba comida para las especies del bosque cuando fue comprado hace años por el líder de la familia Lazlo —comenzó a explicar Yolanda, siendo respondida por un yo abrazando a mi oso—, no se altere, esas especies de las que hablo ya no están aquí. Por eso el granero fue convertido en una casa de campo.

Karen (Niña)

¡Una en medio del bosque! —Estaba más que claro que mi familia me quería desterrar, ¿qué otra razón habría para enviar a una niña educada en cada al medio del bosque?

Yolanda Ortega

Sí... En medio del bosque... —Hasta Yolanda sabía que esta no es una grandiosa idea, pero para alguien como ella llegar a un lugar así no será difícil, ¿verdad?—No hay un camino exacto, ya que no es usado desde hace tiempo...

Los murmullos de Yolanda me dieron escalofríos, pero ella simplemente soltó un suspiro regresando a la conversación de antes, en sus palabras, es mejor estar distraído con algo mientras de caminar, así no se sabe cuánto tiempo pasa hasta llegar al destino.

Yolanda Ortega

¿Recuerda la parte en la que nos quedamos? —preguntó sin nada de expectativas sobre mi respuesta.

Karen (Niña)

¡Si, si recuerdo! Decías que el nombre de la “Habilidad” solo es una manera de simplificarla hasta que el usuario de esta le encuentre un verdadero uso, o que también “libere todo su potencial”, ¿verdad?

Yolanda asintió, haciendo memoria o como yo lo percibía por la manera en la que las arrugas de su frente se amontonaron en señal de recuerdo.

Yolanda Ortega

Claro que sí. Es por eso que no hay que tomar a la ligera las “Habilidades”. Si hermana y sus hermanos mayores son un ejemplo, sin embargo, no tengo la información suficiente como para explicárselo.

Karen (Niña)

Mi hermana es inteligente, o eso es lo que dice sobre su “Habilidad” y mis hermanos pueden ver desde muy lejos. No entiendo que es lo difícil de explicar.

Karen (Niña)

💭Pero el que me haya preguntado sobre eso en la cena de ayer... Es como si no tuviera un plan de respaldo de ello. Eso es lo que significa ser inteligente, ¿no? —Tenía más preguntas que respuestas, notando como Yolanda cambió su cara a una más preocupada.

Yolanda Ortega

No me malinterprete, está en lo correcto con las “Habilidades” de los jóvenes maestros. Pero parece que ninguno de ellos, ni siquiera la Maestra ha hablado del tema con usted.

Alcancé a escuchar un «Que extraño...» de Yolanda, pero no le tomé importancia cuando los obstáculos naturales del bosque intentaron golpearme en la cara. Una rama débil llena de hojas y humedad fue atrapada por mi mano, soltando el agua en Su Majestad el oso en vez de mi ropa.

Karen (Niña)

💭Son estos los reflejos... Antes me habría golpeado y posiblemente hubiera llorado si trajera espinas... —Eventualmente dejé la rama atrás, escuchando el grandioso ejemplo que ahora se le ocurrió a Yolanda.

Yolanda Ortega

Puedo usarme como ejemplo de todas maneras. —Paró la caminata al dejarme sobre una piedra seca—Mire bien, Joven Maestra. Puedo estar un poco vieja, pero todavía sé lo que hago. Yo le enseñé a mi nieto de todas formas.

Ignorando el hecho de que menciona a su nieto cada par de líneas, Yolanda, una mujer anciana que a duras penas puede ver a su nieto, se remangó el camisón que utilizaba cuando trabajaba y apretó el puño.

Ella me miró como si dijera «Presta atención», captando mi mirada hacia ese puño que, de la nada, golpeó el aire creando una ráfaga de viento. Tengo entendido que mi Nana tiene la habilidad de fuerza física ¡Pero ese golpe hizo caer un árbol viejo, el mismo que casi me golpea hace un rato!

Karen (Niña)

¡¡Whoa!! —exclamé encantada, el brillo en mis ojos era suficiente como para intentar imitar el movimiento de Yolanda, no obstante, ella me paró.

Yolanda Ortega

Joven Maestra no debe hacer eso —dijo ella sin inmutarse—, aún falta bastante por llegar, pero al menos lo entendió, ¿no es así?

Karen (Niña)

¡Si, si, si! —Había olvidado a lo que se refería, soy solo una niña que se emociona o entristece por lo que tiene enfrente—¿Si llego a ser como la Nana los demás no dirán que no tengo una “Habilidad”, verdad?

Yolanda lo respondió, ella guardó un silencio desalentador mientras me miraba con lástima en sus ojos. ¿Habré dicho algo malo? Ella por lo general responde con amabilidad, dejando en claro si me equivoco o no. Pero su silencio no me daba una respuesta.

Karen (Niña)

¿Nana? —volví a llamarla—. ¿Dije algo malo?

Yolanda Ortega

—A Yolanda le tomó tiempo decir algo, pero cuando lo hizo, eso me destrozó—No, Joven Maestra. Lamento ser alguien quien se lo diga teniendo usted la misma edad que mi nieto, pero...

Karen (Niña)

¿Pero qué? —Yolanda tomó mis hombros, arrodillándose a mi altura, ay que me había parado en esa piedra seca.

Yolanda Ortega

La Maestra y los grandes maestros lo dejaron en claro...

Karen Lazlo

«Para ellos, no tengo una habilidad...»

Mencioné nuevamente. Esos recuerdos de cuando era niña y mi familia me desterró porque para ellos los reflejos no cuenta como ”Habilidad” eran tan nítido como si hubiera sido ayer...

Mi Nana me lo dejó muy en claro, no importaba lo que yo hiciera... No tengo una “Habilidad” y todo el mundo lo sabe...