Capítulo 01.

Sentí el agua recorrer todo mi cuerpo. Se encuentra tibia, como a mi me gusta. Esparcí el jabón con olor a frutos rojos. Cerré mis ojos disfrutando del baño.

Siempre me tomaba algunos minutos debajo del agua, más de lo normal en los días de escuela para así relajarme y quitar cualquier rastro de sueño.

Después de bañarme me coloque unas pantis azul cielo que tienen diseño de flores. Salí del baño todavía en ropa interior dirigiéndome hacia la mesita de noche que se encuentra a un lado de mi cama para después agarrar mi teléfono, y mientras lo desbloqueaba y abría la cámara me dirigí hacia la pared color blanca que se encontraba a un lado de la puerta de la habitación.

Una vez ahí me coloque de frente hacia la pared y girando un poco mi torso enfoque mejor la cámara del teléfono procurando que se fuera a tomar una foto solo de mi trasero, aunque se iba a alcanzar a ver un poco de mi cintura y mis muslos, pero no me importa. Una vez que estuve listo tomé la foto.

Mire lo que había capturado la cámara mientras me sentaba en la orilla de la cama. Me sentí satisfecho con lo que había hecho y sin pensarlo dos veces abrí el chat de la persona que no dejaba de rondar mi mente esta última semana. Seleccione la foto que había tomado y antes de mandarla escribí un pequeño mensaje.

...Mira lo que me puse para ti hoy. Espero que te guste. ;)...

...Pd: no me has dicho que te pareció mi anterior foto. :(...

Le pique a enviar justo en el momento en el que escuchaba como tocaban la puerta de mi habitación haciéndome sobresaltar.

—Lee el desayuno ya está listo.—Dijo Beatriz, una de las sirvientas del otro lado de la puerta.

—Esta bien, en unos minutos bajo.—Le respondí poniéndome de pie y agarrando rápidamente mi ropa que había dejado sobre mi cama antes de meterme a bañar.

Escuché como se alejo de la habitación. Me cambie rápidamente, me puse unos tenis y me peine. Me coloque delante del espejo de cuerpo completo que se encontraba en una de las paredes de mi habitación viendo si no me faltaba algo más. Al ver que no era así me dirigí a mi escritorio agarrando mi mochila. Guarde mi celular en uno de los bolsos que se encuentra a un lado donde generalmente debe de ir una botella de agua y sin faltarme algo más salí de la habitación dirigiéndome hacia el comedor.

...🥀♡🥀♡🥀...

Justo en el momento en el que el coche entraba al estacionamiento logre escuchar y sentir como mi celular vibraba en la mochila indicando que había llegado un nuevo mensaje.

Lo agarre rápidamente desbloqueándolo dándome cuenta de que ya me habían respondido por la foto de esta mañana.

...Déjame en paz....

Era un mensaje de tres palabras y once letras, podía sonar un poco seco pero sin importarme sonreí porque por lo menos no me había insultado.

Sentí como el chófer detenía el vehículo. Levante mi vista del aparato viendo que nos encontrábamos en la entrada del colegio. Agarre mis cosas y volví a bloquear mi teléfono justo en el momento en el que Josh me habría la puerta.

—Que tengas un buen día Lee.—Dijo esperando a que me bajara para después cerrar la puerta.

—Igualmente Josh.—Me despedí de él para después dirigirme hacia la entrada del colegio.

Una vez en los pasillos empecé a caminar hacía mi casillero.

—¡Hey Lee!—Escuche como alguien grito detrás de mi para luego sentir como esa persona ponía uno de sus brazos en mis hombros.—¿Cómo te fue el fin de semana?—Mire a Jack notando que para ser lunes estaba bastante feliz.

Jack era uno de mis compañeros de clase y entraba en mi círculo de amigos. Por lo que me había contado Nash hace unas semanas, Jack tiene un ligero enamoramiento hacia mi.

Jack es el típico chico que tiene a las chicas y a algunos chicos del colegio detrás de él, es el capitán del equipo de fútbol y es mucho más alto que yo, tiene el cabello de color café oscuro, es algo musculoso y su piel tiene un ligero bronceado. Aunque Jack es un hombre apuesto no sentía ningún tipo de atracción hacia él, mis ojos estaban puestos hacia cierto chico de ojos verdes que siempre olía a tabaco.

—Bien.—Respondí sin dejar de caminar hacia mi casillero quitando disimuladamente su brazo de mis hombros.

—Estaba pensando...—Continuo hablando recargándose en uno de los casilleros que se encontraban a un lado del mío.—¿Qué te parece si salimos esta tarde después de la escuela?

Busque las llaves de mi casillero sin prestarle atención a su pregunta. Jack no es un chico malo, podía ser un poco idiota y engreído pero no es malo, puede que por eso no sintiera ningún tipo de atracción hacia él.

Abrí mi casillero buscando los libros que necesitaría para el día de hoy. Algo bueno de los lunes es que me toca clase con profesores que no son tan exigentes y que casi no dejan tareas, aparte de que eran muy fáciles de hacer. Podías dormirte delante de ellos y no te decían nada.

—¿Y bien...?, ¿si quieres salir conmigo esta tarde?—Mire a Jack notando que se encuentra un poco ansioso por mi respuesta.

—No puedo, tengo cosas que hacer.—Cerré mi casillero y empecé a caminar hacía mi primera clase.

La verdad es que después de la escuela no haría nada, si acaso una que otra tarea, pero tampoco quería salir con Jack y darle a entender que podia tener alguna oportunidad conmigo. Soy consiente de que mis ojos están puestos en otro chico y no quiero ilusionarlo y que después se sintiera mal, así que prefería rechazar su oferta.

—¿Y qué día crees que podamos salir?—Pregunto caminando junto a mi por el pasillo. Ya casi llegábamos a nuestro salón de clases.

—La verdad es que esta semana estoy muy ocupado y no se si la siguiente también lo estaré, así que lo siento.

Una vez que llegamos a nuestro destino mire que ya estaba la mitad de la clase, algunos platicando con otros compañeros, otros en su teléfono y otros simplemente haciendo cualquier cosa en sus cuadernos.

Me dirigí a mi asiento que es el primero de la fila del medio. Todos los asientos eran una mesa con dos sillas, así que la mayoría se sentaba con alguien. Para mi suerte yo me siento con Nash, mi mejor amigo.

—Está bien, pero si tienes un espacio en tu apretada agenda no te olvides de mi.—Me guiño un ojo antes de dirigirse hacia un grupito de chicos que se encuentra al fondo del salón.

Me senté en mi lugar acomodando mis cosas. No faltaba mucho para que empezara la clase así que Nash no tardaría en llegar.

—¡Hey Lee!—Escuche el grito de Nash desde la puerta del salón, quite mi mirada de mi teléfono para voltear a verlo.

Nash era una persona a la que le gusta llamar la atención con su forma de ser y de vestir. Con solo ver las prendas que trae puestas podías notar que venía de una familia con buena posición económica. Mi amigo siempre vestía ropa y accesorios de marcas caras. Lo que más me gusta de él es que siempre se encuentra alegre, no recuerdo siquiera una sola vez haberlo visto triste.

—Hola Nash.—Lo salude viendo como caminaba hacia mi con un exagerado movimiento de cadera.

Mire como dejo caer su mochila rosa pastel con brillitos sobre el piso para después sentarse a un lado de mi.

—¿Qué hiciste el fin de semana?—Pregunto quitándose los lentes de diseñador para dejarlos sobre la mesa.—Te llame el sábado en la noche para invitarte a la fiesta de Darrel pero no contestaste.

Darrel es el novio de Nash. Es un año mayor que él por lo tanto ya esta en la universidad. Ambos llevan saliendo un poco más de un año y tanto mi amigo como su novio se miraban felices juntos. Darrel acostumbra a hacer fiestas seguido, a las cuales solo e ido pocas veces. Para los demás estudiantes eran muy divertidas, se podría decir que eran las mejores, pero a mi no me llaman mucho la atención.

—Estuve ocupado.—Le dije sincero.—Fui con mis padres al concierto de opera.

Mi padre era un amante de la opera y a mi madre le fascinaan los lugares en donde iba gente elegante y con buena posición económica, así que no podía negarme a acompañarlos a ese tipo de eventos por más que quisiera.

—Que lastima, pero ya no importa, tal vez para la otra si puedas ir.—Dio por acabada la conversación para después entretenerse en su teléfono sin esperar una respuesta por mi parte.

Me moví un poco incomodo en mi asiento sintiéndome ignorado. Mira la puerta del salón justo en el momento en el que Hazen Scott entraba por ella.

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