TENGO MUCHAS GANAS DE TI

ANNIE

Me cuesta trabajo levantarme el cuerpo me duele bastante el cuerpo, pero tengo huir de aquí, el me detiene trato de levantarme, el me sujeta siento su respiración en mi cuello que me hace tocar el cielo, mi piel se eriza, su cuerpo solo lo cubre una pequeña toalla me pierdo en el deseo, siento como sus manos suben mi falda, empiezo a sentir un cosquilleo en mi vientre, mi cuerpo arde en deseo llega a mi zona intima estoy tan mojada que quiero más, se que el también está excitado algo se asoma debajo de esa toalla, sigo besándolo estoy cada vez más mojada, el se aleja dice que esto no es posible Oh por Dios! me doy cuenta del hábito, quería decirle que siguiera, que no era monja, que no tenía de que sentirse culpable, pero que tonta he sido, me arrastró tan fácil, yo solo me quedé callada, el sale a cambiarse aprovechó para escapar con un poco de dolor pero es mejor huir a tiempo después de todo no se que locura podría hacer. Me dirijo a las casilleros de mujeres me quitó el hábito todo mojado, me pongo mis jeans es hora de ir a la universidad, me apresuro no puedo llegar tarde, no me puedo consentrar en clases, el se encuentra en todas mis fantasías no lo puedo evitar Fernando tengo tantas ganas de ti, que olvidó mis prejuicios, no me importa lo que me enseñaron en el convento, este deseo me traspasa con los años se ha vuelto más fuerte, no me importa pecar por ti, pero que pensamientos tan impuros tengo.

FERNANDO

Salgo a buscarla, pero me detiene una enfermera, me dice que ha surgido una emergencia que me tengo que presentar en urgencias. Es muy noche cuando salgo del hospital no puedo sacarla de mi cabeza, me estoy volviendo loco, si supiera todas las ganas que le tengo y lo que le haría. Me detengo cerca de la universidad veo una chica muy parecida a Annie con unos jeans señidos al cuerpo, que figura, que trasero pero que curvas, me acercó y me doy cuenta que es Annie, Pero que acaso ella no es monha?, voy a la casa de Esteban y Teresa lis cuestionó sobre Annie me doy cuenta que ella no es monja que solo ha estado jugando conmigo, y yo que me sentí tan culpable todo el día, tengo que castigar a mi pequeña niña, ya decía yo que una monja no usa pantis de encaje, mañana me las pagará. Les doy las gracias a Teresa y a Esteban me despido también de Emilio su pequeño hijo el cual me dice -adiós Tio-. A llegado la mañana veo vestida a Annie con el hábito, pero que traviesa niña, la veo que camina con molestia es hora de llevar a cabo mi venganza, la arrastró hacia el consultorio, le digo- Tengo que revisarte ayer tuviste una fuerte caída, necesito que te descubras por favor, ella se porto renuente a petición, seguí insistiendo, ella no quería así que le dije - O te lo quitas tu o yo lo haré fue de la forma que ella asedio se fue desnudando detrás de biombo, la observaba desde otro angulo del consultorio, traía un conjunto de lencería muy sensual color morado de encaje el sostén le quedaba a la perfección y que decir del cachetero con encaje hacia que le resaltarán más su trasero, pero que culo tan perfecto lo malo era su gran moretón debido a la caída.