El Príncipe y su Mirada de Piedra

Al día siguiente…

La noticia se propagó como pólvora: Aranza Valentis había ahuyentado a un grupo de bandidos con un solo grito de loca histérica.

Los guardias estaban impresionados.

Los aldeanos la miraban con un respeto que nunca antes le habían mostrado.

Y Aranza…

—¿Puedo volver a casa ahora?

—No —respondió Emilia, implacable.

Aranza suspiró con dramatismo.

—Maldita sea.

Su destino no había cambiado. En dos días, conocería a Cassius Darkmoor.

Y, por desgracia, a él no podría espantarlo con un simple grito.

El sol apenas despuntaba en el horizonte cuando la caravana se detuvo frente a la imponente fortaleza de los Darkmoor.

Aranza, con la cabeza apoyada contra la ventanilla del carruaje, entrecerró los ojos con desdén al contemplar la colosal estructura de piedra negra que se alzaba ante ella.

—Fantástico —murmuró—. Es, literalmente, una fortaleza malvada. Solo falta el humo negro saliendo de las torres y cuervos posados en cada esquina.

—Mi lady, tal vez no debería decir eso en voz alta —susurró Emilia, visiblemente nerviosa.

Aranza resopló.

—¿Por qué? ¿Me lanzarán a los cocodrilos si se enteran de que su castillo parece sacado de una novela de terror?

Antes de que Emilia pudiera responder, un guardia golpeó la puerta del carruaje con suavidad.

—Hemos llegado, mi lady.

Aranza soltó un largo suspiro y se estiró los dedos como quien se prepara para una batalla.

—Muy bien. Hora de conocer al diablo.

Cuando Aranza bajó del carruaje, lo primero que sintió fue frío.

No solo el del aire, que soplaba cortante y seco, sino el del lugar mismo. La capilla privada del castillo de los Darkmoor se alzaba ante ella, un edificio de piedra oscura, con altos ventanales góticos y una enorme puerta de madera labrada. Las antorchas apenas mitigaban la penumbra del amanecer, y el eco de sus propios pasos la envolvía en un silencio sepulcral.

En la escalinata, alineados con precisión militar, los soldados observaban con impasibles rostros de piedra. En el umbral de la capilla, los actuales reyes esperaban con la solemnidad de una estatua. Todo en este lugar era rígido, imponente… y terriblemente fúnebre.

Y lo peor de todo era que nadie sonreía.

—Bueno, esto es… deprimente —murmuró para sí misma.

Dio un paso adelante, más por obligación que por voluntad propia, y entonces lo sintió.

Una mirada.

Aranza alzó el rostro y lo vio.

Cassius Darkmoor.

Cassius la observaba desde lo alto de la escalinata, con la capilla iluminada a su espalda y su capa negra ondeando levemente con el viento.

Era alto, de hombros anchos y porte regio. Su cabello negro contrastaba con su piel pálida, y sus ojos, de un azul gélido, parecían esculpidos en hielo.

Pero lo que más la molestó no fue su apariencia imponente.

Fue su expresión.

Cassius la miraba como si no existiera.

Ni interés, ni sorpresa, ni molestia.

Nada.

La absoluta indiferencia en su rostro hizo que Aranza sintiera unas ganas irrefrenables de golpearlo en la cara.

—Ese es Cassius Darkmoor… —susurró Emilia a su lado, con la voz tensa.

—No me digas —bufó Aranza—. Pensé que era el sacerdote.

Emilia le dio un codazo desesperado, pero Aranza ya estaba de mal humor.

Ella era muchas cosas, pero no un adorno.

Si Cassius creía que podía ignorarla así de fácil, estaba equivocado.

Con paso firme, subió los escalones hasta plantarse frente a él.

—Cassius Darkmoor, ¿cierto?

Él la miró con la misma indiferencia.

—Príncipe Cassius para ti.

Aranza alzó una ceja con falsa reverencia.

—Oh, disculpe, su alteza. No sabía que tenía un palo atorado en el trasero.

Un silencio helado cayó sobre la capilla.

Los soldados se quedaron inmóviles. Emilia palideció.

Pero Cassius ni siquiera parpadeó.

—Veo que tienes la lengua afilada —dijo con calma.

Aranza sonrió con burla.

—Y eso que aún no empiezo.

Por un instante, él la estudió, como si evaluara la utilidad de una pieza de ajedrez. Luego, sin decir más, giró sobre sus talones y se dirigió a la capilla.

—Empecemos. No tengo todo el día.

Aranza parpadeó, incrédula.

—¿Pero qué demonios…? ¡¿Acaba de DARME LA ESPALDA?!

Emilia la agarró del brazo antes de que pudiera cometer una locura.

—¡Mi lady, por favor, no haga una escena!

Aranza apretó los puños.

—¡Ese hombre es un imbécil!

—Sí, pero en cinco minutos será su esposo, así que no lo mate todavía.

Aranza gruñó.

Este matrimonio iba a ser un infierno.

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Comments

Carmen Milagros Gutierrez Talavera

Carmen Milagros Gutierrez Talavera

tenía tiempo que no me reía y me divertía tanto con una novela /Facepalm//Curse//Grin//Joyful//Facepalm//Facepalm//Facepalm//Joyful//Joyful//Joyful/

2025-04-17

1

Cruz Mejia

Cruz Mejia

Jajajaja jajajaja ay no ya me duele el estómago de tanto reír 😂🤣😂🤣😂 escupí mi café 🤣😂🤣😂

2025-03-28

9

Dora Guzman Pacherres

Dora Guzman Pacherres

No paro de reír por todas las ocurrencias de Aranza, merece que ella siga viviendo pero libre sin ataduras ni con esos padres que tienen.

2025-03-19

2

Total
Capítulos
1 ¿De quién fue la brillante idea de sacar la ouija?
2 ¿Quien esta preparado para morir?
3 El Limbo y la Gota Maldita
4 La misión de clara
5 Primer intento
6 Una y otra ves
7 Empecemos
8 Otro reinicio
9 Ruptura
10 Nada sale bien
11 Planeas pero nada sale bien
12 La mala suerte
13 El Gran Escape (Fallido, Obviamente)
14 Una celebración
15 Primer dia de viaje
16 El Príncipe y su Mirada de Piedra
17 Matrimonio apresurado
18 Desayuno
19 Explorar
20 Intento de Entrenamiento (Fracaso Total)
21 Un entrenamiento endemoniado
22 La Partida de Cassius (Y Mi Inminente Desgracia)
23 Claramente era un desafio
24 Pura suerte
25 El Escape Triunfal (Y Totalmente Accidental)
26 El Secuestro Más Desastroso de la Historia
27 Otro desastre, pero no para Aranza
28 Momento de mayor tensión
29 Una conversación que no debió tener lugar
30 Hay que darle una lección
31 La Llegada de la Culebra (Digo, Isabella)
32 Santa Aranza
33 Una Esposa Insoportable (Y Un Juego Peligroso)
34 Una noche loca
35 Una cruda verdad y un peligro mayor
36 Poderes e invitación real
37 Nos estafaron
38 El Gran Incendio de la Biblioteca (Cortesía de Aranza)
39 Una tortura
40 Su igual
41 Cena
42 No es lastima
43 Aranza no se queda quieta
44 Fuego
45 show y algo oscuro
46 la bruma
47 Nunca hay seriedad
48 Amor
49 Mi manual para no morir otra vez
Capítulos

Updated 49 Episodes

1
¿De quién fue la brillante idea de sacar la ouija?
2
¿Quien esta preparado para morir?
3
El Limbo y la Gota Maldita
4
La misión de clara
5
Primer intento
6
Una y otra ves
7
Empecemos
8
Otro reinicio
9
Ruptura
10
Nada sale bien
11
Planeas pero nada sale bien
12
La mala suerte
13
El Gran Escape (Fallido, Obviamente)
14
Una celebración
15
Primer dia de viaje
16
El Príncipe y su Mirada de Piedra
17
Matrimonio apresurado
18
Desayuno
19
Explorar
20
Intento de Entrenamiento (Fracaso Total)
21
Un entrenamiento endemoniado
22
La Partida de Cassius (Y Mi Inminente Desgracia)
23
Claramente era un desafio
24
Pura suerte
25
El Escape Triunfal (Y Totalmente Accidental)
26
El Secuestro Más Desastroso de la Historia
27
Otro desastre, pero no para Aranza
28
Momento de mayor tensión
29
Una conversación que no debió tener lugar
30
Hay que darle una lección
31
La Llegada de la Culebra (Digo, Isabella)
32
Santa Aranza
33
Una Esposa Insoportable (Y Un Juego Peligroso)
34
Una noche loca
35
Una cruda verdad y un peligro mayor
36
Poderes e invitación real
37
Nos estafaron
38
El Gran Incendio de la Biblioteca (Cortesía de Aranza)
39
Una tortura
40
Su igual
41
Cena
42
No es lastima
43
Aranza no se queda quieta
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