Capítulo 15

Dixon

—Aquí está lo que me pediste.

Entra Paul dejándome una carpeta sobre el escritorio, lo miro antes de tomar la carpeta la abro y saco los papeles que están allí.

—Evelyn Russo, estadounidense, tiene 18 años, era hija única, su padre se llamaba Carlos Russo y su madre Gissel Harts, su padre trabajaba en una empresa inmobiliaria en los Estados Unidos, razón por la que pudo darle una vida adecuada a su esposa e hija, sus padres murieron en un accidente automovilístico hace unas semanas razón por la cual quiso irse y empezar una nueva vida.

Hace un resume de la investigación, mientras yo sigo leyendo todo el informe de punta a punta.

—Te dije que era buena chica— me dice.

—Solo quería asegurarme antes de confiar en ella.

Me levanto y salgo del despacho, me subo a la camioneta y luego entra Paul, y en pocos minutos estamos en el restaurante, son la siete de la noche por lo que ya empezó su turno.

Entro al restaurante y la veo charlando con Lexi y Lucas ¿Acaso no le dije que no la quería con él? Ella me ve y rápidamente se pone de pie, Lucas apenas me ve, se va.

—Buenas noches señor lombardi, Paul — dice Lexi y yo solo asiento sin dejar de mirar a Evelyn que mira a todas partes menos a mi.

—Hola Lexi, Evelyn.

—Hola — dice Evelyn aún sin mirarme.

—Paul, ven necesito que me ayudes con algo — Lexi se lleva a Paul dejándome a solas con Evelyn.

—¿No piensas hablarme o que?.

—Hola.

—¿Hola? ¿Se puede saber que fue lo que te dije anoche?..

—No estaba haciendo nada malo, él se acerco cuando me vio con Lexi, cuando tú llegaste él apenas se había acercado.

—¿Y si no hacías nada malo por que no me miras?.

—Porque se que estás enojado.

—Si no hiciste nada malo, no tengo por qué estar enojado.

No me responde solo sigue sin mirarme y el hecho de que no me mire me molesta, la tomo del brazo y empiezo a caminar con ella hacia la oficina.

—¿Que pasa?.

No respondo, cuando llegamos entro con ella a la oficina, cierro la puerta con pestillo y antes de que ella diga una palabra la tomo de la cintura y la siento sobre el escritorio, la tomo por el mentó para que me mire.

—No quiero que vulvas apartar la mirada cuando yo esté cerca de ti, si te hablo me miras a los ojos justamente como ahorita lo estás haciendo, y cada que te hable y pregunte algo quiero que me respondas.

—¿Y si no tengo nada que responder?.

—Di cualquier cosa, pero callada no te quedes ¿Entendiste?.

Le pregunto y solo asiente.

—Respóndeme ¿Entendiste?.

—Si.

—¿Si que?

—Si entendí.

—Buena chica.

Sus ojos verdes me miran haciendo que me pierda en ellos, y sin poder evitarlo la tomo de la nuca y acerco mis labios a los suyos, siento como se tensa pero no me aleja y tomo eso como señal de que puedo avanzar.

Me apoderó de sus labios con ferocidad y fervor, ella poco después corresponde al beso, trata de mantener mi ritmo pero no lo logra, pasa sus brazos por mi cuello hacercandome más a ella, paso mis manos por sus muslo los cuales apretó con fuerza conteniendo las ganas de hacerla mía en este instante.

Saboreo sus labios los cuales saben a gloria, ella pasa sus dedos por mi cabello despeinándolo, el beso se alarga por unos minutos más hasta que suelto sus labios en busca de oxígeno, su respiración está acelerada, sus pupilas dilatadas y sus mejillas sonrojadas haciéndola lucir tan malditamente hermosa.

Ella solo me observa, se que quiere decir algo pero las palabras no le salen y así nos quedamos un rato hasta que ella por fin decide hablar.

—Yo...he....¿Por que? — tartamudea haciendo reír.

—Quería besarte y lo hice.

—¿Por qué hiciste eso? Ni siquiera te di mi permiso— dice cruzándose de brazos viéndose como la chica malcriada que es.

—Pero tampoco me dijiste que no lo hiciera ¿Que a caso no te gusto?.

—Es que.......— baja la mirada — es mi primer beso.

No hago nada, ni tampoco digo nada, no se como sentirme al respecto pero lo cierto es que mal no me siento creo que es todo lo contrario.

—¿Y?

—¿Como que ¡Y!? Quería que mi primer beso fuera especial.

—Este fue especial para mi.

Digo tomando su mentó y veo como se tensa.

—¿Yo......te gusto? — pregunta algo nerviosa.

—Si, si me gustas y mucho.

A ella se le ilumina la mirada, y es cierto me gusta y me gusta desde el momento en que la vi, y la he deseado también, estoy jalando el día en el que pueda tenerla debajo de mi gimiendo mi nombre mientras chupo sus tetas que me están volviendo loco desde que las note.

—Tu también me gustas — dice con timidez haciéndome sonreír, las ganas me ganan y termino adueñándome de sus labios nuevamente.

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