Capítulo 14

Evelyn

—Ya puedes empezar— me dice.

—No era necesario estar en esta posición.

—Así estoy cómodo, además hice que te sonrojes — dice con una sonrisa.

—Cállate — digo comenzando a limpiar su herida e ignorando el hecho de esta en medio de mis piernas y que estámos demasiado cerca.

La herida no es profunda y como él dijo fue un roce, por lo que solo desinfectó y le envuelvo la herida así como él hizo con la mía.

—Listo — digo y él no me responde por lo que alzo la mirada y lo veo a él ya mirándome —¿Pasa algo?.

—¿Como murieron tus padres? — pregunta.

Se me hace un nudo en la garganta, no esperaba esa pregunta.

—Tuvieron un accidente automovilístico — digo lo primero que se me ocurrió.

—Lo siento — dice y yo asiento —¿Y por qué decidiste venir aquí?

—Quise alejarme de todo — miento de nuevo y la verdad lo odio.

—¿Por qué a Italia?.

Me aclaro la garganta antes de continuar.

—Había venido un par de veces y me gustó, creí que con el dinero que tenía podía vivir tranquilamente unas semanas hasta que encontrara un trabajo pero no conté con que me robaría.

—Si, tuviste muy mala suerte.

—Eso no me ayuda — le digo.

—Bueno no tanto, ya que lograste encontrar un trabajo y con un buen jefe — dice con una sonrisa orgullosa.

—Si claro. bueno ya que está aquí puede encargarse de las cuentas y así yo poder irme a casa — le digo intentando abajarme pero me lo impide.

—Te quedas, me ayudarás con las cuentas y luego te llevo a tu casa — me dice.

—Pero....

—Pero nada.

Se separa de mi y se sienta detrás del escritorio yo lo miro y él me indica que vaya ayudarlo, sin más remedio voy y me siento a su lado.

..........

—Está es la última paca — le digo entregándosela.

Él la toma y del montón saca tres billetes de 100 dolares, no se por que no he visto ni un solo euro en todo el dinero que hemos contado.

—Toma — me da los billetes

—¿Que?

—Son tuyos — me dice.

—Pero todavía no me toca mi pago.

—Este no es tu pago, es por ayudarme.

—Solo hice mi trabajo.

—Deja de poner tanto peros y recíbelos — me los deja en la palma de la mano, intento refutar pero alza la mano en señal de que guarde silencio— dije que nada de peros.

Sin más remedio guardo el dinero, bueno un dinero extra no me vendría mal.

—¿Por qué será que no he visto ni un solo euro en todo este dinero? He visto que todo aquel que llega paga con euros muy pocos pagan en dólares.

—Eso es algo que te contare después— dice guardando las pacas de billete en una bolsita negra.

Le pone cinta a la bolsa y se levanta, y jala un libro que está en el estante el cual dejando ver una pared completamente en blanco o eso creí antes de que unda una parte de la pared y está se haga a un lado dejando ver una puerta de hierro la cual tiene una pantalla y en la cual Dixon pone su mano derecha haciendo que la pantalla se ilumine con una luz roja y luego cambia a verde y la puerta se habrá.

—Ven — me dice entrando al interior de lo que sea que sea eso.

Yo lo sigo y estando adentro quedo impresionada con lo que hay en su interior, hay joya y lingote de oro Dixon arroja la bolsa de dinero junto a un montón de bolsas iguales.

—¿El restaurante da para todo esto? — preguntó y él me mira como si me hubiesen salido dos cabezas.

—Claro que no, un restaurante da pero no tanto para tener todo esto — responde.

—¿Y entonces?.

—Esa conversación será para otro momento — camina hacia mi — ahora vámonos— dice saliendo de ese lugar y yo salgo detrás de él.

Él vuelve a cerrar todo, vuelve a jalar el libro lo hace que el estante quede como estaba antes.

—Todas las noches te encargarás de contar el dinero y me esperarás para yo guardarlo.

—¿Todas las noches?.

—Si, ¿Hay algún problema? — pregunta con el ceño fruncido.

—No puedo quedarme todas las noches.

—¿Por que? ¿Alguien te estará esperando después del trabajo o que? — pregunta y noto que su acento se vuelve más marcado al parecer pasa cuando se enoja.

La verdad este hombre tiene un estado de ánimo tan volátil que me sorprende como puede cambiar de humor tan rápido.

—Nadie me espera, bueno Lexi tal vez, pero es que no me gusta es trasnocharme y además no puedo estar yéndome sola a casa tan tarde.

—Te acostumbrarás y por lo irte sola no te preocupes yo te llevo, tampoco puedo permitir que te vayas sola y te pase algo ¿Crees que soy tan inconsciente como para no saber que es peligroso enviarte sola a casa?.

—Mmm, me pareces una persona que solo piensa en si misma así que si.

—Pues te equivocas, y vamos antes de que de verdad piense en mandarte sola.

Salimos del despacho miro a mi alrededor y veo que ya no hay absolutamente nadie aparte de nosotros dos, salimos del restaurante y ya en frente nos espera una camioneta en la cual entro cuando Dixon me lo orden. No entiendo por qué no puede decir las cosas sin que parezca que está dando órdenes.

—¿Para donde nos dirigimos señor?.

—A casa de Lexi Pino — El hombre cuyo nombre no se, solo asiente y se pone en marcha — el es Jackson mi guardaespaldas de confianza y chofer — me dice como si me hubiera leído la mente.

—No te lo pregunte.

—No verbalmente pero si visualmente, no eres tan difícil de leer Evelyn — dice.

El trayecto a casa el corto por lo que no nos demoramos mucho en llegar, Jackson estaciona la camioneta frente al edificio.

—Gracias por traerme y fue un placer conocerte Jackson.

—El placer es mío señorita Evelyn— dice abriéndome la puerta.

—Buenas noches señor lombardi.

—Mejor tutéame, eso de señor no me gusta.

—Pero todos lo llaman así y no veo que tenga problemas.

—Pero contigo si los tendré si me sigues llamando así, ahora cállate y entra.

—¿No se cansa de dar órdenes?

—No.

Ruedo los ojos, camino hacia la entrada y veo que aún están ahí, iba a decirles que se fueran ya pero prefiero no hacerlo, entro al edificio y subo a nuestro piso.

—Por fin llegaste — dice una Lexi recién levantada — ya me estaba preocupando.

—Pues no te preocupes, esto será todas las noches además Dixon me trajo.

—¿Todas las noches? ¿Dixon? ¿Y él te trajo? ¿Me perdí de algo?

No entiendo por qué lo dice con tanta sorpresa

—Mmm no, no te has perdido de nada, solo estuve haciendo cuentas y guardando el dinero con Dixon

—Espera, dime por qué lo tuteas.

—El me dijo que lo hiciera, bueno me lo ordenó, me dijo que no le gustaba que le dijera señor y yo le dije que por qué no, si todos lo llamaban así ni tenía ningún problema y luego dije que tendría problemas conmigo si le seguía llamando asi.

—Ok, ¿Así que él te trajo?.

—Si, me dijo que me traerá todas las noches ya que sería peligroso venirme sola.

—¿Que más paso? — pregunta y la verdad no se que más quiere que le diga.

—¡Ah! ¿te has dado cuenta que él cambia de humor repentinamente?.

—¿Por qué lo dices?.

Le cuento lo que paso con Lucas y como me reclamo y luego de como se enojo cuando dije que no podía quedarme todas las noches.

—¿Estaba celoso? — pregunta sonriente.

—Mmm, creo que celoso no es la palabra correcta.

—Ay Evelyn debes dejar de ser tan inocente, es obvio que le gustas.

La miro muy poco convencida de lo que ha dicho.

—¿No parece que le gustara?.

—Claro que no lo ves, ya que ves a todos de manera diferente y no como algo más, pero las acciones hablan por sí solas.

—Pero no ha hecho nada que dé señales de que le gusto.

—Claro que si, te ordeno que lo tutearas aún cuando es tu jefe y cuando él solo permite que personas cercanas le llamen por su nombre, te trajo a casa y te traerá todas las noches, y eso jamás lo ha hecho con nadie y te lo digo yo que llevo tres años trabajando para el, se enojo cuando te vio soriente con Lucas y cuando pensó que tenías a alguien que esperaba por ti y por ultimo, te dejo entrar a su bodega cosa que no nos ha permitido a ningúno de sus empleados ni siquiera a los que llevamos años trabajando para el.

Me quedó procesado todo, y escuchándolo de esa manera hace que vea la situación de otra.......manera.

—Bueno diciéndolo de esa manera........

—Es muy obvio Evelyn y te apuesto lo que sea que es así, así que no te sorprendas cuando lo confirmes — me dice sonriente — bueno te dejaré para que descanses, debes estar cansada.

—Si, tú también vete a dormir — le digo antes de entrar a mi habitación.

Me voy a al baño y me ducho, las palabras de Lexi se repiten en mi cabeza ¿Será verdad que le gusto?.

Salgo del baño ya con la pijama puesta, esto apunto de acostarme cuando la pantalla de mi teléfono se ilumina mostrando una llamada de un número desconocido.

—Hola.

—Vivi — la voz de mi hermano hace que mi pecho se acelere — ¿Hola Vivi?

—¿Erick?.

—¿Como estás? Viví.

—Bi....bien ¿Tú cómo estás? — no puedo evitar que el llanto se apodere de mi.

—Shhh, no llores hermanita, yo estoy bien, mamá y papá también están bien y dicen que te extrañan mucho.

—Yo también los extraño.

—¿Como te va por allá?.

—Estoy.....

—No, no me digas, si no sabemos tú paradero será mucho mejor.

—Bien, pero llegar aquí fue muy difícil, me robaron todo el dinero, me quede sin dinero, pero por suerte un hombre me ayudó y me consiguió un trabajo ya tengo una semana trabajando el sueldo es muy bueno y tengo una amiga ella me acogió en su casa ha sido mi mejor amiga en estos momentos.

—Lo siento mucho Viví, me duele que hayas pasado por eso, cuídate mucho y no te preocupes haré lo posible para que vuelvas pronto, quisiera poder mandarte dinero pero eso sería ponerte el peligro.

—No te preocupes no lo necesito como te dije la paga es muy buena, además si Lexi se da cuenta de que me enviaron dinero me preguntara quien me lo envió y no sabría que decir ya que dije que no tenía familia, tuve que dicir que mis padres murieron en un accidente automovilístico y que no tenía hermanos ni a nadie más.

—Eso está bien, lamento hacerte pasar por esto, haré lo posible para mantenerte a salvo y pronto todo esto acabará solo hay que tener paciencia, bueno Vivi te dejo, solo quería llamarte para saber que estás bien, pero esta será la última llamada que te haré no puedo ponerte en peligro, te quiero y enserio lamento mucho todo esto.

—Traquilo Erick esto no es tu culpa, y puedes estar traquilo estoy bien y estoy segura de que nada me pasará, cuídate y cuida que nuestros padres, te quiero.

—Adiós Vivi.

Me dice antes de corta la llamada, me acuesto en la cama dejando que el llanto se apodere de mi, al menos se que están bien eso me da alivio.

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