Las imponentes puertas de los Ortega, una de las familias más ricas de la región, se abrieron con un lento y majestuoso crujido.
Varisca
"Padre... te presento a—"
"De un jalón, lo arrastró dentro de la sala, sin darle tiempo a reaccionar."
Darian
"Dio varios pasos, pero se detuvo en seco. Su mirada se encontró con la del señor y la señora Ortega, y una sonrisa tensa se dibujó en su rostro. —¡Oh!... Señor Ortega, señora Ortega... Espero que tengan una bonita noche."
"Se inclinó en señal de respeto, pero una sombra de duda cruzó su rostro, como si algo en el aire le advirtiera que aquella cortesía no sería suficiente."
señor Otoniel
"Se acercó con paso firme y le tendió la mano en un presionado medidor, ni demasiado frío ni demasiado cálido. —Hola, joven. Tú eres...
Varisca
"¡Padre! Es él... el chico del que te hablé."
señora Andrea
"Eres muy joven... ¿De verdad crees que puedes manejar la situación, muchacho?"
Darian
"Sí. Estudié en una escuela militar y, pronto, completaré un curso de guardaespaldas, además de otras capacitaciones en seguridad."
Varisca
"¡Padre! ¡Madre! Ustedes mismos dijeron que necesitábamos a alguien de confianza, y él... él es alguien a quien valoro mucho. Por eso lo traje."
señor Otoniel
"Dime, hijo... ¿Haces esto solo para acercarte a mi hija?"
Darian
"Eh... No, señor. Únicamente estoy aquí para cumplir el contrato que me propuso su hija. ¡Una vez que atrape al ladrón y reciba mi recompensa, le prometo que no volveré a acercarme!"
señora Andrea
"Eso espero." —Su voz sonó firme, casi helada. Luego, se volvió hacia su hija con una mirada severa. "Hija mía, no quiero que te relaciones con personas como esta. ¿Te imaginas lo que dirán nuestros conocidos si descubren que tienes amistad con alguien como él?"
señor Otoniel
"¡Por favor, amor! Todos somos humanos, no le faltes al respeto."
Darian
"Ah... ¡No! Tranquilo, señor. Yo comprendo perfectamente cuál es mi lugar."
señora Andrea
"Já... Eso espero. Sería una lástima que olvidaras cuál es tu lugar."
Varisca
Susurró entre dientes, apretando los puños con fuerza. -Mamá...!
señor Otoniel
"Muy bien, hijo. Acompáñame a mi oficina y firmamos el contrato."
Ambos se pusieron en marcha, avanzando por el amplio pasillo en dirección a la oficina.
Darian
"Y así fue como terminé viviendo en la propiedad de los Ortega, una familia tan prestigiosa como poderosa."
El señor Otoniel lo condujo por los pasillos hasta la recámara de empleados, abriendo la puerta con un gesto solemne.
señor Otoniel
"Perdóname por hacerte la entrevista a esta hora, pero..."
Darian
"Comprendo, señor. Así evitaremos dar demasiadas pistas al ladrón sobre su decisión de contratarme."
señor Otoniel
"Oh... Sí, ¡claro! Eso mismo."
Encendió la lámpara de la habitación, y la luz tenue iluminó a dos jóvenes sirvientas que dormían profundamente en un par de camas.
Selena
Se quitó las sábanas del rostro, parpadeando con pereza. — ¿Eh...? ¿Ya amaneció...?
Cesia
"Señor Otoniel... ¿ocurre algo?"
señor Otoniel
"Chicas, quiero que le den una cama a este joven. Mañana les explicaremos todo".
Abrieron más los ojos las sirvientas, parpadeaban varias veces
Cesia
"Eh... ¡Claro! Pero, ¿quién es este chico?"
señor Otoniel
Le dio una palmada en la espalda y lo empujó suavemente hacia ellas. —Aquí dormirás. Espero que estés a la altura para protegernos.
Darian
Se volteó hacia él y ascendió con firmeza. —Sí, cuente conmigo.
señor Otoniel
"Ten cuidado. Ese ladrón no es cualquiera... Logró dormir a mis guardias, se llevó varias cosas de valor y hasta hackeó las cámaras de seguridad. Entró sin el menor problema."
Darian
"Vaya... Parece ser alguien bastante hábil y problemático. Pero no se preocupe, me encargaré de esto."
señor Otoniel
"Confío en ti, así como lo hace mi hija." Dicho esto, salió de la habitación y cerró la puerta con firmeza, dejando tras de sí un aire de expectativa."
Darian
Echó un vistazo a la habitación, recorriendo con la mirada cada rincón antes de detenerse en las sirvientas, que lo observaban con curiosidad y algo de recelo.
Selena
"Ah, ¡sí! Te daré mi cama... Ven, acuéstate." Sin dudarlo, se pasó a la cama de su compañera.
Cesia
"Selena... Espero que no te muevas mucho mientras duermes".
Selena
"Eh... este... ¡Pero yo no me muevo cuando duermo! ¡Celia!"
Darian
Se acomodó en la cama y, mientras cerraba los ojos, un aroma dulce lo envolvió. ¿Hmm? Esta cama huele muy bien... ¿Será su perfume? Selena...
Cesia
Apagó la lámpara y, de un salto, se metió en la cama. —Hora de dormir... Mañana hay trabajo por hacer.
Así comenzó su primera noche en la propiedad de la familia Ortega".
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