Ya debían ser más o menos las seis de la tarde, casi cuatro horas desde que me encadenaron al árbol, había estado aquí desde que era un niño, pero nunca logré acostumbrarme, especialmente con la venda en los ojos, la cuestión era que yo había sido un miedoso de nacimiento y me da pánico la oscuridad, cuando tenía diez años Max se dio cuenta y ordenó que siempre que me castigarán aquí me taparan los ojos.
Así que ahora estaba aquí, encadenado, congelandome y aterrorizado por los sonidos que se escuchaban alrededor. Me abrace a mi mismo tratando de darme calor, mientras lloraba y lamentaba mi existencia. Yo no vivía deprimido por la vida que me había tocado, pero no faltaba el día en que me preguntaba que se sentirá tener una vida normal, padres que te quieren, una cama, comida, ropa, ir a la escuela, no ser castigado, ser feliz.
Sumido en mis pensamientos y el entumecimiento de mi cuerpo percibí un aroma extraño, no era alguien de esta manada, podría ser un invitado y si era uno lo mejor sería que no me viera pensé encogiéndome más.
Entonces me entró el pánico al escuchar un corazón latiendo rápido, estaba enojado y cerca de mí, unos minutos después todo desapareció, el aroma y el sonido, se habían ido.
Leandrl: De rodillas.
Escuché la voz de Leandro y mi cuerpo tembló, él va a castigarme.
Como de costumbre me puse de rodillas frente al árbol cediéndole mi espalda a Leandro quien rasgo mí camiseta y comenzó a azotarme.
Mi espalda ardía y con cada azote sentía como mi piel se cortaba, pero lo mas que podría hacer para lidiar con eso era sollozar en voz baja porque me habían enseñado que un grito significaba un azote extra.
NOAH:
Desperté con un fuerte dolor de cabeza y me di cuenta que estaba en la habitación de la mansión.
Noah.
¿Que diablos me pasó?
Le pregunté a Jayden quien estaba sentado en su cama leyendo.
Jayden.
Vaya despertaste.
Dijo poniendo su libro de lado y caminando hacia mí cama.
Noah.
¿Que me pasó?
Pregunté de nuevo. Le dio una sonrisa socarrona y me miró.
Jayden.
Yo... como que te golpee en la cabeza.
Dijo medio apenado.
Noah.
Más bien tú cómo me noqueaste.
Corregí.
Noah.
¿Que pasó después de que me desmaye?
Dije molesto.
Jayden.
Te traje aquí y busqué en internet que sucedía cuando golpeabas en la cabeza a alguien.
Dijo moviendo su cabeza.
Noah.
Me dejaste inconsciente con una posible contusión cerebral, ¿no es obvio ?
Él me miró y entrecerró los ojos.
Jayden.
No seas exagerado no fue para tanto.
Noah.
¿Cuanto he estado afuera?
Jayden.
Bueno ya son las dos de la tarde así que bastante.
Noah.
Es joda, ¿como es que eso no te parece noquear a alguien?
Él me miró y camino al armario.
Jayden.
Soy tu beta mi trabajo es ayudarte no seguirte la corriente como tonto.
Dijo sacando dos trajes.
Noah.
Se merecían todo lo que planeaba hacerles.
Jayden.
Cierto, si fueras un destripador te habría dejado, pero no es así además, vinimos aquí en un acto oficial de paz, como crees que reaccionaria está manada si matas a su próximo alfa y a otro miembro, posiblemente habría guerra y te recuerdo que somos seis contra toda una manada, tus decisiones estúpidas por más justificaciones que tengan no eran correctas.
Dijo molesto y levantando un poco la voz.
Noah.
Tengo que ayudarlo, nadie merece eso.
Dije casi como un ruego, el tenía razón pero yo no me daría pero vencido algo que tenía que hacer.
Jayden.
"También me rompió el corazón lo que le hicieron a ese niño, pero esto es una guerra que tenemos perdidas, es de su manada y estamos en su territorio."
Dijo mediante el vínculo, bueno al menos me entendía, me extrañaba que Jayden estuviese actuando sin corazón.
Jayden.
Maximiliano me dió esto para que vistamos en la fiesta.
Dijo extendiéndome un traje.
Noah.
Ni me lo recuerdes, tengo hambre.
Dije cambiando el tema.
Jayden.
Tú madre dijo que cuando despertarás fueras a la cocina y le dijeras al chef que te hiciera algo.
Dijo Jay.
Yo me levanté y salí de la habitación rumbo a la cocina. En la cocina me encontré con una mujer que podía estar en sus treinta, con cabello rubio y ojos azules.
Tara: Hola, ¿desea que le prepare algo de comer?
Noah.
Hola, soy Noah y si por favor me muero de hambre.
Dije sentándome en una silla que estaba frente a ella.
Tara: Me llamó Tara, ya te preparo algo.
Dijo ella, yo saqué mi celular y vi muchas notificaciones de cumpleaños, no era por presumir pero era alguien muy popular en el colegio.
Tara: Lamento durar tanto, pero no conozco muy bien esta cocina y no sé dónde pone las cosas ese niño.
Unos minutos después me paso un platillo.
Noah.
No te preocupes y gracias.
Dije mientras comenzaba a comer.
Tara: Con gusto.
Dicho eso salió de la cocina.
Comencé a comer, hasta que me puse pálido y el ratoncito en mi mente se despertó y decidió correr.
Ella dijo que no trabaja aquí regularmente y que no sabía dónde ponía las cosas ese niño.
¿Y si el muchacho del árbol trabajaba en esta casa? ¿Si era un sirviente?
Con esa idea apenas terminé de comer salí rumbo a la habitación, pero me tope con mis padres.
Katrina.
Feliz cumpleaños, hijo.
Dijo mi madre dándome un fuerte abrazo. Mi padre hizo lo mismo después de ella.
Katrina.
La fiesta dará comienzo a las seis y a esa hora llegarán invitados de varias manadas aledañas, manadas canadienses, así que trata de estar listo para esa hora.
Dijo mi madre, estaba por preguntarle algo cuando vi que se acercaba la familia del mal y decidí correr en dirección contraria.
Noah.
JAYDEN.
Grité cuando entre, salto del susto.
Jayden.
¿Que te pasa? ¿Podía gritas?
Dijo tocando su pecho, su corazón latía fuerte.
Noah.
Creo que se quién es el niño que estaba en el árbol.
Tomando mi maleta y sacando un par de cosas.
Jayden.
Habla.
Dijo sin mucha emoción.
Noah.
Es algo así como un sirviente del Alfa.
Él me miró con el ceño fruncido.
Jayden.
No lo creo, sería ilegal para humanos y para nosotros, además no hay nada en las reglas de la manada que avale algo como lo que le hicieron.
Explico, Jayden era muy bueno con las reglas de otras manadas, yo no conocia ni las de la mía.
Noah.
¿Crees que haya hecho algo contra el alfa? Porque no logro imaginar que podría haber hecho para que le hicieran eso, pero como aquí son cavernícolas, es normal que todo lo arreglen a los golpes y como sea, el no puede servir al Alfa es casi un niño.
Jayden.
Por favor, ¿quién en su sano juicio se metería con esta gente?
Y ahí va de nuevo.
Noah.
No me importa, descubrire quien es.
Jayden.
Que bueno Sherlock pero primero dúchate, en menos de tres horas este lugar estará lleno de gente que quiere conocerte.
Dijo serio.
Noah.
Y yo me muero de la emoción por saber quién es WoW.
Dije con sarcasmo.
Jayden.
De verdad que eres imposible.
Dijo saliendo de la habitación, yo fui al baño y me duche, fue algo corto porque la verdad es invierno y ya esta nevando así que ducharse no es tan necesario.
Salí del cuarto de baño y vi el horrible traje que me dio Maximiliano, aparte de imbécil, tiene pésimo gusto. No me pondré esto hasta que sea necesario. Tenía que hablar con la chef, pero sin que nadie se diera cuenta, si ella sabe que él trabaja aquí también debe saber más.
Saqué mi móvil marque le número de él segundo a mando de los rastreadores, ellos son lobos especialistas en camufle y rastreo, podrían pasar como humanos y no hacerse notar del todo, habilidad importante entre nosotros porque los lobos pueden percibir humanos y otros lobos que estén alrededor de ellos o algún rastro que haya quedado de su aroma.
Noah.
Hola, Ethan.
Ethan: ¿Noah?
Noah.
Ethan, hey oye mi padre dijo que necesita que mandes a dos de tus mejores chicos, los quiere alrededor del norte del territorio Fierce.
Que buen mentiroso soy, debería ser actor.
Ethan: ¿Para que quiere tu padre que estén allí? ¿es peligroso? ¿los Fierce saben de esto? Porque si no es así podrían tomárselo mal.
Hablo con preocupación.
Noah.
Ellos no saben por eso pedimos rastreadores, nadie debe saber que están aquí, no te preocupes es solo preocupación.
El soltó un suspiro no muy convencido.
Ethan: Ya van para allá, estarán allí en ocho horas máximo, te envío los números de sus celulares por mensajes de texto.
Noah.
Genial, gracias y adiós.
Dije cortando la llamada, después de esto nadie me va a creer nada, pero lo vale.
Ahora la segunda parte de mi plan, esa mujer me va a decir todo lo que sabe de ese chico si o si.
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