capitulo 5

La mañana había llegado, después de los mensajes con el ruso tome unas pastillas qué mamá me había dejado y dormí toda la noche muy bien. Mi alarma está mañana sonó muy temprano pero no iría ala escuela, así que la apague y simplemente me quede mirando mis redes sociales un buen rato, sin darme cuenta ya casi eran las ocho de la mañana y mi cita con el ruso era alas nueve, debía apresurarme si no quería llega tarde, me levanto de la cama y al poner los pies en el suelo sentí lo frío del mosaico calando en mis pies, caminé rápido hacia al baño y ya estando ahí me desvestí y me metí en la regadera, el agua tibia caía como lluvia encima de mi cuerpo y daba una sensación relajante, termine de ducharme y me envolvi en una toalla, tomé otra para secar mi cabello y regrese ala habitación, me aproxime al vanity qué tenía y de ahí tomé mi crema corporal y mi loción, caminé ala cama y me senté en ella para colocarme los productos que había agarrado, mi crema tenía un aroma a vainilla que me fascinaba y mi loción era algo dulce pero no tan empalagoso, siempre me ha gustado oler bien y esta ocasión no sería distinto, estaba por entrar a mi closet cuando alguien tocó la puerta.

-Adelante- dije sin preguntar quien era.

-Buenos días Miry, ¿como estas?- Era mi hermano.

Anthony siempre ha sido un chico retraído y tímido, no es muy seguro de si mismo y tampoco muy valiente que digamos, no se a quien sacaría esa actitud por que mamá y papá para nada son así.

-¡Hola Tony! estoy bien, gracias por venir a verme. ¿Pero por que no veniste antes?-

-Perdón, es que como no despertabas y mamá dijo que quizás lo harías hasta hoy no quize molestarte, ayer lleve a Josef a su casa. Estaba muy preocupado por ti, deberías llamarlo.-

-Ya lo hize Tony, anoche me llamó y platique con el, ya se quedo más tranquilo y hoy más tarde pasaré a verlo.-

-Que bueno Miry, me alegra saber que estas bien me preocupe mucho por ti.- se acerco hasta a mi y me dio un abrazo.

Las muestras de cariño no eran muy comunes en el pero con nosotros se esforzaba por hacerlo, mamá nunca me ha querido contar como fue su embarazo de Anthony, solo me dice que fue normal como el de todas las embarazadas pero no habla mas.

-¿Quieres desayunar conmigo Miry?-

-Lo siento Tony, pero ya me comprometí con una amiga de la universidad que iríamos a desayunar juntas, ¿me perdonas? prometo compensarte. ¿que te parece pijamada de hermanos hoy por la noche?- La sonrisa en su cara me dejaba claro que estaba contento con la propuesta.

-Esta bien, yo tendré todo listo para la hora que tu digas Miry, cuídate y no llegues tarde a casa.- Salió de mi habitación dejándome sola de nuevo.

Caminé al closet y me dispuse a buscar la ropa que me pondria, no quiero parecer exagerada y que parezca que quiero impresionar a alguien pero deseo verme bien, sexi, atractiva y linda. Escogí un jeans corte alto, un bodie color rojo de tiras en los hombros, un suéter ligero color nude y mis stiletos de 9 cm en el mismo color del abrigo. Termine de vestirme y me maquille, algo sutil, base, rimel y labial, me aplique me perfume favorito, algo dulce que me encantaba. Tome mi celular y mi bolso y salí de mi habitación, a mitad del pasillo encontre a mi madre saliendo de la suya, me miró de arriba a abajo y sonrió.

-Pero que guapa vamos hoy, ¿vas a algún lugar importante cariño?- Mamá levanto una ceja tratando de saciar su duda.

-Si mamá, voy a desayunar con una amiga de la universidad desde que volví del seminario no la he visto.- odiaba mentirle a mamá pero esta vez era necesario.

Solamente me miró, sin quitar la sonrisa de su rostro y camino hacia a mí, acaricio mi mejilla y dejo un beso en mi frente, retomo su andar pero al estar a mi lado susuro en mi oído.

-Te aseguro que lo dejaras impactado.- gire el rostro para mirarla ala cara pero se había ido.

Su risa se escuchaba en las escaleras, a medio camino solo me grito" a mamá no la engañas" y siguió ala cocina. ¿A esa mujer nada se le escapaba, o yo me delataba mucho sola.? Llegue al comedor y ya mi padre estaba ahí tomando su café como todas las mañanas, amargo, simple y extra caliente, me acerque y bese su mejilla, su barba estaba algo crecida y me encantaba que se la dejara.

-¿Vas a salir cielo?- pregunto papá dándome una mirada rapida.

-Si papá, quede con una amiga en desayunar con ella. ¿por que?.-

-Bueno es que pensé que te quedarías a descansar en casa después de lo que sucedió.-

-No te preocupes papá, voy a estar bien te lo prometo.- me acerque a él y le di un beso rápido en la mejilla.

Sali del comedor y empeze mi andar hacia la salida, cuando abrí la puerta de la entrada me encontré con un tipo rubio con el cabello suelto hasta los hombros, sus ojos verdes no delataban ninguna expresión, era corpulento, alto, demasiado diría yo; si no me equivocaba debía medir al menos un metro con noventa o un poco más, mis poderosisimos metro con sesenta y cinco no eran nada alado de el. Me miró completa en un escaneo exprés, trato de hablar, pero creo que no sabía qué decir. Su intento de inglés era pésimo, sin embargo, pude entender lo que me decía.

-Buenos días señorita, estaba a punto de tocar. Mi jefe me mando por usted, quiere que se sienta segura.- Imagine que era el ruso quien lo había mandado.

-No era necesario, pero lo agradezco.- camine hacia la camioneta qué nos espera a estacionada.

Tenía los vidrios totalmente obscuros y por supuesto blindados, era una camioneta que gritaba lujo y poder por todos lados, totalmente negra sin un solo ápice de color qué le diera otra personalidad. Al subirme ala camioneta mi sorpresa fue mayo ya que el ruso estaba dentro, vestía un pantalón negro de vestir, una camisa color vino, su cabello estaba recogido en una trenza francesa perfectamente hecha, portaba lentes de sol, los botones de su camisa no estaban abotonados totalmente le faltaban dos o tres para que cerrará por completo, las mangas las tenia dobladas hasta los codos y se le ceñian a sus musculosos brazos, la tela estaba tan estirada qué al verla creerías qué en cualquier momento se reventaría. Mi escrutinio le causó algo de risa, la cual soltó ligeramente.

-Buenos días fierecilla, te vez muy bien hoy.-

Sentí su potente mirada recorrerme lo más despacio que podía aunque no se quitaba los lentes podia sentirla, y no se por que pero mis nervios empezaban alterarse, la mirada del ruso era fuerte, pesada e intimidaba, bueno al principio a mi me intimido pero después se volvió algo común para mi, cada que nos encontrábamos en alguna reunión de mi padre solamente se la pasaba diciendo que una mujer no podía obtener el cargo que tenia mi papá, y yo le respondia que su pensar machista era anticuado, siempre solíamos pelearnos pero de un tiempo para acá no lo hemos hecho, nos saludamos cordialmente y cruzamos algunas palabras sin ofendernos ni decirnos cosas.

-Gracias, ¿por que has venido por mi? te dije que nos veríamos en el restaurante.- volvió su mirada al frente.

-No puedo andar exhibiendome en lugares tan públicos nena, tengo un plan mejor; pero nos tomará todo el día. ¿tienes problemas con eso?-

Recordé que había prometido a Josef pasar a verlo por la tarde y quedarme a dormir con el pero presiento que el ruso tiene otro planes, por hoy me la jugaré y saldré de mi rutina de siempre, mis salidas son muy pocas o casi nulas, no voy a fiestas ni salgo a antros o bares, tampoco bebo, siempre me he dedicado a estudiar y pasarla en casa debido a que papá nos protege demasiado.

-No, no hay problema, ¿nos vamos?-

Solo sonrió y le hizo una seña al chófer para irnos. Salimos del terreno de mi casa y tomamos la carretera, la casa estaba un poco afuera de la ciudad por que a mamá le gustaba la privacidad y le incomodaban los vecinos, prefería no tener gente tan cerca de la casa, aparte le gustaba tener mascotas, así que teníamos varios cachorros, mayormente de razas grandes. Llegamos a una desviación que llevaba hacia un pequeño poblado qué quedaba cerca de la ciudad, Roseville. Después de casi media hora llegamos, no nos adentramos al poblado más bien nos quedamos alas afueras, llegamos a una pequeña cabaña en un predio bastante grande y rodeado de árboles, la camioneta se detuvo en la entrada de esta, el ruso bajo primero y cuando quize abrir la puerta el ya lo estaba haciendo, me tendió la mano para ayudarme a bajar; la tome sin pensarlo y al bajar el cerro la puerta detrás de mi, subimos unos pequeños escalones y al llegar ala puerta el saco una llave de su pantalón para abrir, cuando esta cedió, coloco una mano en la parte baja de mi espalda invitándome a entrar, me sorprendí al ver que el lugar estaba totalmente arreglado, la mesa estaba puesta, en ella el desayuno estaba acomodado, la chimenea prendida ya que había algo de frío, mientras el cerraba yo admiraba todo detenidamente, todo era totalmente de madera, a un costado de la puerta había una escalera que llevaba ala parte de arriba imagino que alguna habitación se encontraba en esa parte.

-Y bien ¿ que te parece el lugar fierecilla?-

Su voz me saco de mi trance.

-Todo esta muy lindo, ¿por que me trajiste aqui?-

-En estas fechas hay una feria en el poblado y me gustaría llevarte ahí, ¿alguna has venido?-

-No nunca, pareciera mentira que estando tan cerca jamás he venido a este lugar, soy algo hogareña y las fiestas y salidas no son lo mio.-

-Pues hoy iras por primera vez ala feria de Roseville, cuando estoy en California vengo aquí, sobre todo si hay feria; aquí nadie me conoce y puedo andar un poco libre, si se nos hace de noche podemos quedarnos aquí, ya hable con tu padre para decirle, me costo trabajo convencerlo pero al final cedió, es algo serio cuando se trata de ti fierecilla.-

Sus palabras casi me hacen ahogarme con mi propia saliva, mi padre sabe donde estoy y con quien, lo peor es que no lo sabe por mi.

-¿Que has dicho, papá sabe que estoy aquí contigo?- Ahora si me jodi, papá no me dejaría en paz al volver a casa.

-Claro que sabe, ¿crees que iba a estar afuera de tu casa sin el enterarse? Llegue mucho antes de que tu despertaras y hable con el, le dije que quería que conocieras este lugar, que después de lo de ayer te haría bien y estuvo de acuerdo conmigo aunque ni así quería ceder, tu mamá ayudó un poco, igual me dio dos o tres advertencias pero ayudó.-

No entendía nada, mi mamá y papá estaban ayuda so al ruso, ¿ que les pasara por la cabeza? bueno ellos le tienen confianza ya que nunca ha hecho nada en contra de nosotros, al contrario siempre ha sido leal ala organización, pero esos son negocios y la familia es aparte, papá es muy sobre protector con nosotros. Hablaré con ellos al volver.

-Bien, pasemos a desayunar por que muero de hambre.-

Sin responder nada caminé hacia la mesa para dos, que más bien tenía comida como para veinte personas. Jalo la silla frente a mi para yo poder sentarme, camino a su lugar e hizo lo mismo.

-Puedes comer lo que desees, no hay límites ni tampoco medidas.-

Aun estaba procesando lo que había dicho, mis padres se portaron tan fáciles con el ¿por que? me costaba asimilarlo pero al volver tendrían que explicarme. Tome fruta picada, papaya, melón, sandia y kiwi, también puse un par de waffles les coloque miel y empeze a comer, todo estaba delicioso. Al acabar vi unos chilaquiles verdes, la comida mexicana me encantaba, mamá tenía raíces mexicanas por la abuela así que aveces nos hacía comidas de ese país, no se quien hizo este bufete pero gracias al cielo, me serví una porción generosa ya que en eso no tenia límites.

El ruso me miraba comer, el lo hacía muy despacio y solo se sirvió algunos pedazos de fruta y dos huevos fritos, tomaba café, por lo que podía notar cargado y caliente, yo tomé solo jugo ya que el café no estaba en mi lista del desayuno.

-Veo que te gustó el desayuno, ¿estuvo todo a ti gusto?- levante la vista para mirarlo ala cara.

-Todo estuvo delicioso, sobre todo los chilaquiles, quien sea que los allá preparado dale mis felicitaciones estaban deliciosos, es una de mis comidas favoritas.- Solté un pequeño gemido al saborear el último bocado y el ruso soltó un carraspeo incómodo.

-Que bueno que todo allá estald bien, puedes felicitar al chef en persona si gustas, lo tienes enfrente.- Mis ojos se abrieron ante la sorpresiva confesión.

¿El ruso cocinando? jamás lo habría imaginado, ese hombresote con cara de maldito metido en una cocina, era algo para reírse en verdad.

-Pues felicidades, todo te quedó delicioso.-

-Muchas gracias, todo lo que yo hago es delicioso-

uhhh bola baja ahí, ese doble sentido lo había entendió perfecto.

-Pues eso no lo puedo asegurar y tampoco lo quiero comprobar.-

-¿por que? ¿Te da miedo que te termine gustando y no lo puedas dejar después?.-

-¡Ja! por favor ruso, bájale dos rayitas a tu ego, no es miedo es respeto a mi novio, quizás no conoces la definición de fidelidad pero te daré un contexto rápido, esa palabra significa lealtad y respeto ala persona con la que estás, si el o ella estan dando todo no pueden recibir menos.-

-Tranquila fiera, solo fue un comentario nena.-

-No me llames fiera, no soy un animal salvaje.-

-Es que lo pareces muñeca- una sonrisa burlona se pinto en su rostro- pero bien no te vuelvo llamar asi fierecilla.- solto una carcajada que casi me contagiaba a mi.

Solamente lo mire mal, me cruze de brazos y levantando una ceja respondí.

-Como veo que solo soy tu entretenimiento mejor me voy, yo no soy la estúpida de nadie y mucho menos la tuya cabron de mierda.-

Antes de siquiera intentar levantarme el ruso estaba casi encima de mi, poso sus grandes manos en cada lado de la silla, justo donde quedaban mis muslos,su rostro frente al mio casi rozandonos, sus ojos negros brillaban con el reflejo de la chimenea que estaba a mi espalda.

-No iras a ningún punto lado si yo no quiero, yo te traje yo te devuelvo; pero cuando a mi se me de la gana, tus padres saben donde estamos y conocen este lugar- quitando sus manos de la silla volvió a su lugar- Lo siento ¿si? no volveré a llamarte de esa manera, ahora por favor terminemos el desayuno en paz ¿te parece?-

No respondí, tomé mi vaso con jugo y di un pequeño sorbo, odiaba que me llamara de esa manera, lo conocí cuando cumplí 14 años, mis padres realizaron una pequeña reunión en casa y el estaba entre los invitados, siempre me pareció guapo y atractivo y desde esa edad me ha gustado, pero su forma de ser y su carácter me hacen odiarlo, su machismo y su forma despectiva de decirme que no sirvo para ocupar el lugar de papá me llenan de rabia, en esa fiesta el jamás me quito los ojos de encima pero tenía claro que no podía pasar los límites, que era una menor y sobre todo la hija del jefe de su clan, se mantuvo siempre al margen conmigo, pero su apodo de fierecilla o fiera jamás lo ha dejado, me puso así por que en una reunión encontré a un ex socio de papá hablando mal de él a los demás miembros del clan, papá estaba en una llamada antes de entrar así que no pudo escuchar nada pero yo si, a mitad de la reunión el tipo empezó a debatir todo lo que papa decía y empezaba a cansarme, cuando llegue al límite con mucho cuidado me acerque a él y de mi chamarra saque una navaja qué la abuela Andrea me regalo cuando era pequeña, sin verlo venir el maldito empezó de nuevo a discutir con papá y cuando menos lo imagino estaba detrás de él con el filo de mi navaja en su cuello, tenía ganas de mataro pero papá no lo permitió, le contes lo que había escuchado y el tipo palidecio, papá solo me pidió que lo soltara y sin más que refutar lo hize. El caso es que desde ahí el ruso me llama así.

-Se que no te gusta que te llame así, me lo has dicho millones de veces en cada reunión donde nos encontramos, pero es que es inevitable no hacerlo si es lo que pareces, estas ala defensiva todo el tiempo y algún mal comentario sobre tu padre o alguien de tu familia es algo que te enfurece y a mi me encanta verte así.-

Silencio, eso era lo que recibía de mi parte. seguía en la misma posición. De pronto lo vi levantarse de nuevo de su lugar y acercarse a mi, coloco sus manos en el mismo lugar de hace un rato y se inclino hacia a mi ,con sus dedos pulgares daba pequeñas caricias a mis muslos, el hormigueo en mi espalda baja empezaba aparecer.

-Eres hermosa Miray, demasiado diría yo. Desde que tenias 14 años me has tenido fascinado, en cada reunión te molesto o te hago enojar por que me gustas, me gusta verte enfadada por que se te sonrojan las mejillas, tus ojos parecen que quieren quemar el mundo y tus palabras salen disparadas sin pensarlas cuando te hacen enojar, me gusta eso y muchas cosas más de ti, jamás intente nada antes por que no quería que me rechazaras por ser tan viejo para ti, pero últimamente me he dado cuenta que no te soy tan indiferente, por eso me he animado a decirte esto y a invitarte a este lugar que es sagrado para mi, ya que solo aquí me siento cómodo fuera de mi hogar.-

No sabia que responder a su confesión.

Sorpresa, eso era lo que sentía en esos momentos.

-Muñeca- volvió a hablar- di algo por favor, si no te atraigo ni siquiera un poco dímelo y aquí dejo todoe esto lo juro, jamás te faltaría al respeto si es así. Pero habla dime algo.-

Su mirada busco la mía, y simplemente no podía negar que igual me gustaba el ruso, pero no debía, yo tengo novio y no puedo hacerle esto.

Pero esa mirada me estaba quemando viva, al diablo mi lado bueno y correcto esta vez haría lo que quisiera y depsues resolvería los que viniera. Sin esperar tome el rostro del ruso y lo bese, sus ojos se abrieron debido ala sorpresa pero de inmediato me correspondió, poco a poco nuestras lenguas danzaban juntas, más bien peleaban para ver quien tenia el control.

De pronto sentí sus manos debajo de mis muslos y me levanto de la silla de un solo esfuerzo, enrede mis piernas en su cintura sin dejar de besarlo, aruñaba la parte baja de su cabeza y la humedad en mi ser empezaba a hacerse presente, lo Solté un momento solo para tomar aire, el me miró y en sus ojos había deseo, solamente eso logre ver, volvió a besarme y yo empeze a desabotonar su camisa, estaba por terminar cuando mi teléfono sonó, ignore la primera, la segunda y la tercera llamada, empezaba a quitarme el suéter ligero que tenía puesto cuando la cuarta llamada se hizo presente, sin más remedio el ruso me bajo de su cintura y yo fui en busca del aparato qué no dejaba de sonar, al tomarlo vi el nombre que me hizo sentir remordimiento y darme cuenta de que estaba a punto de cagarla en grande, más a fuerzas que de voluntad respondí.

-Hola, ¿esta todo bien?- nadie respondió y eso me alertó.- ¿hola? ¿Josef estas ahí?- nada, de pronto escuche gritos y luego de eso la llamada se corto.

Maldición lo que me faltaba. A como pude volví a acomodar mi ropa frente ala mirada inquisición del ruso que no debía que demonios pasaba.

-Muñeca ¿pasa algo? ¿ quien era, por que estas así?- lo ignore mientras me acomodaba la ropa.

-Responderme carajos, ¿que es lo que pasa?- me tomo del brazo- ¿puede responder?-

-Es, necesito volver ala ciudad es urgente, se trata de mi novio, creo que esta en peligro.-

Su mirada cambió, el deseo se esfumó y l ir se presentó.

-¿Puedes llevarme o pedirme algún taxi o algo?-

No dijo nada, solo me soltó y camino hacia la puerta, hablo con el chófer y este soñó asintio, no logre escuchar que le dijo.

-Mi chófer te llevará.- fue todo lo que dijo y sin más se giro y subió la escaleras.

Ni siquiera me dio tiempo de agradecerle.

Salí de la cabaña casi corriendo, subí ala camioneta y el chófer inició el camino de vuelta a casa, en el trayecto solo pensaba en lo que estuve a punto de hacer con el ruso, según estaba preocupada por mi novio pero el no pasaba por mi cabeza en estos momentos.

Un rato después llegamos ala ciudad y le indique al chófer como llegar al edificio de mi novi, al llegar me baje corriendo y así llegue a su departamento y encontré la puerta semi abierta, al entrar vi la sala un desastre, los muebles volteados, la mesa del dentro hecha pedazos y los vidrios en la alfombra, los nervios aparecieron y si dudarlo metí la mano a mi bolso sacando la pequeña arma qué ahí traía, pase cerca de la cocina y di un vistazo, estaba todo en orden ahí, seguí ala habitación y lo que encontré me cayo de la mierda.

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Comments

Dolores Hernández

Dolores Hernández

hay no que fue lo que pasó escritoraaaaa por favor no nos dejes así que fue lo que encontró Miray que fue lo que vio no creo que Josef este herido nuevamente para seguir haciendoce la víctima maldito Josef me imagino que planeo este supuesto ataque para que Miray no estuviera con el ruso que ahora sí ya vimos que el ruso la tiene muy entusiasmada e interesada en el lástima que los interrumpieron y ahora el ruso que supo que ella iba en auxilio de su novio le a dejado desilusionado esto fue plan del tal Josef, otra cosa que me a llevado a pensar es porque Anthony hijo de Marian y marcó es así hasta e llegado a pensar que ese chico es el hijo de James y es quien está haciendo todo eso en contra de sus padres y no es Josef quien lo está haciendo pues en la novela anterior solo supimos que aparte de Miray habían tenido a Anthony que enredo escritora sacamos pronto de esta insertidumbre por favor gracias éxito y bendiciones 👌💪🙏👍😃

2025-05-17

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