Capítulo 19

Me detengo y la miro a los ojos, está asustada puedo sentirlo, pongo mi mano sobre la suya que está sobre mi pecho y aprieto, digo:

\¿Está todo bien? ¿Quieres bajarte del carrusel?

\No estoy seguro, estoy indeciso.

\¿Te ha gustado el carrusel? ¿Quieres dar otra vuelta?

\Te controlarás si yo quiero, ¿puedo confiar en ti?

_ Puedes, sólo haré lo que me dejes.

\Entonces quiero otro paseo en el carrusel.

Ahora sin tener que sujetarla, le puse una mano en el hombro y la otra en la nuca y volví a besarla, empecé a lamerle los labios y profundicé el beso hasta tener toda su boca:

\Este carrusel tenía un artículo extra.

Volví a chuparle la oreja y le besé hasta el cuello.

\Está bien por hoy, necesito algo de espacio, me asustas.

_ Cuando quieras volver a hacerlo, te estaré esperando.

Se calma y empezamos a ver a los polluelos, casi todos han eclosionado, faltan dos.

_ Empecemos a vacunarlos y a sacarlos de la incubadora, para cuando acabemos ya habrán nacido.

Los vacunamos uno a uno y nacieron todos.

Intento abrazarla y ella se aparta y no me deja:

_ No funcionará, no soy el tipo de mujer con la que sueles salir, así que mejor olvidamos lo que pasó aquí, y seguiremos siendo amigos ya que no puedo deshacerme de ti.

\¿Y con qué clase de mujer crees que salgo?

_ Con los que tienen sexo contigo y luego no te vuelven a ver, solo placer y nada más, yo no puedo con eso, no soy una romántica pero tampoco sé salir con un chico y tener sexo solo una noche.

Miro fijamente a mi diosa de fuego y hablo sin pensar.

_ Gracias a ti puedo cambiar mi forma de relacionarme con las mujeres, ¿quieres salir conmigo?

_ A ver si lo entiendo, si acepto no habrá otro, ¿sólo seré yo?

_ Te prometo que mientras estemos juntos sólo existirás tú.

Miro fijamente a Alê y estoy a punto de ceder a mi deseo, pero suena su móvil y contesta sin pensarlo y dice un nombre de mujer.

\Gabriela querida, te echo de menos.

No me quedo allí para oírle hablar con otra mujer.

Creo:

"Eres un idiota, ¿de verdad creías que iba a serte fiel?"

Alessandro tiene la mujer que quiere y el tiempo que quiere, yo sólo soy la que no salió con él la primera vez, pero ya está, no quiero problemas en mi vida.

Llega a la casa y habla:

_ Tengo que salir pero volveré por la tarde, no te preocupes volveré contigo.

_ Puedes ir y quedarte allí, no hay necesidad de volver.

Me mira y se aleja.

_ Ahora no tengo tiempo, pero te lo explicaré todo cuando vuelva.

Lo vi irse, sabía que iba a pasar pero no pensé que sería tan rápido, la otra chica gritó y él salió corriendo.

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Capítulo 18