Capítulo 17

Ella se levanta y enojada dice:

_ Intenté tener una conversación civilizada contigo, pero ya veo que no hay manera, olvida todo lo que dije, es mejor que te vayas, esto no va a funcionar.

_ Beatriz, hiciste una apuesta conmigo y pretendo ganar, no me voy a ir a ningún lado, vamos a visitar a tu padre porque tenemos que ir a dormir a la finca porque mañana comenzaremos temprano con el protocolo.

Salimos de la cafetería y cruzamos la calle, entramos al hospital, su padre está en el segundo piso, entramos a la habitación y su padre nos ve juntos y comienza a sonreír.

_ Vaya Alessandro, ¿mi hija no logró que te fueras?

_ No, su Edu, lo intentó, pero soy terco y sigo firme en mi propósito.

_ Papá, ¿cómo estás? ¿Tienes previsión de alta?

_ Bia, estoy bien, pero el médico está evaluando la posibilidad de un tratamiento para la angina y mi diabetes está difícil de controlar, todavía no tengo previsión de alta.

_ Lo importante es que te recuperes pronto.

Cualquier cosa, llámame y vendré corriendo, papá.

_ No te preocupes, hija, me están tratando muy bien.

Nos abrazamos y nos vamos, pasamos por la tienda de alimentos para mascotas para recoger las cosas que faltaban y volvemos a la finca.

Cuando llegamos a la finca, Lino viene a ayudar a descargar la camioneta y me dice:

_ Bia, Mia te mandó avisar que los pollitos están naciendo.

Veo a Bia emocionarse y decir:

_ Lino, ayuda a Alessandro a descargar la camioneta que voy a cambiarme y voy para allá, quiero ver cuántos nacieron.

Escucho la conversación, pero Beatriz no me dice nada, me deja ahí con Lino y sale corriendo dentro de la casa, le pregunto a Lino:

_ ¿De qué estaban hablando?

_ Señor Alessandro, Bia tiene una cría de gallina gigante india, y los huevos se incuban en una incubadora y hoy comenzaron a nacer.

Pregunto:

_ ¿Gigante india?

Lino me mira como si estuviera loco y habla lentamente:

_ Es una raza de gallina, son más grandes que las tradicionales.

_ Ya sé lo que son, solo que no esperaba que Beatriz las criara, no vi ninguna señal de gallinas, pensé que no tenía, después de que termine de ayudarte, voy a ver.

_ Si yo fuera usted, no iría allí, solo ella y Mia entran al gallinero, ella lo echará de allí.

_ Ya estoy acostumbrado a que ella me eche, me río de la cara que hace Lino.

_ Buena suerte entonces, puede irse, yo termino, baje derecho detrás de la pocilga, hay un camino, sígalo y llegará directamente al galpón, no entre sin ponerse la ropa que debe estar colgada afuera, así ella le pegará menos y se ríe.

Sigo las instrucciones de Lino y encuentro el galpón, el frente está todo cerrado y en la parte de atrás están las divisiones de pasto, cada espacio tiene un promedio de 15 gallinas y un gallo, todo muy bien cuidado, escucho una conversación dentro.

Están hablando de un chico, me quedo escuchando.

Mia dice:

_ Vi a tu huésped, y Dios mío, lo guapo que es, ¿cómo estás lidiando con un hombre tan guapo cerca de ti?

_ Mia, es guapo y muy sexy, pero es un cretino, solo quiere acostarse conmigo, no quiero ese tipo de relación.

_ Bia, nunca has tenido ningún tipo de relación, ¿por qué no usas a este tipo para aprender algunas cosas? Parece ser bastante experimentado.

_ No quiero que ni siquiera imagine que nunca me he acostado con nadie, Mia, si se entera de eso, estaré perdida.

_ ¿Por qué? Disfruta del parque de diversiones que tienes frente a ti, debe ser una montaña rusa en la cama, no sabes lo que te estás perdiendo. No le digas que eres virgen, solo deja que suceda, ni siquiera se dará cuenta.

_ ¿Y en el momento en que suceda y duela, qué hago?

_ Querida, no duele tanto, si estás excitada, el dolor es casi imperceptible.

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