16

Al ver a Thailor en ese estado lamentable, con heridas y sangre cubriendo su rostro, Dimitrei sintió una oleada de ira recorrer su cuerpo. Sin pensarlo dos veces, lo levantó en brazos con una delicadeza que contrastaba con la furia que hervía en su interior, y lo llevó rápidamente al coche.

Thailor, pálido y visiblemente agotado, con la sangre brotando de su sien y el cuerpo lleno de moretones, apenas podía mantenerse consciente. Cada respiración era un recordatorio del dolor causado por la pelea con Evan. Dimitrei, aunque desconocía los detalles precisos de lo sucedido, estaba al borde del colapso emocional, oscilando entre la furia y la preocupación.

—¿Quién te hizo esto? —preguntó Dimitrei, mientras aceleraba por las calles, su voz cargada de rabia contenida.

—Evan... el sobrino de mi madrastra —susurró Thailor, su voz apenas un suspiro, mientras se llevaba la mano temblorosa a la sien ensangrentada.

—He investigado tu pasado —dijo Dimitrei, sus ojos fijos en la carretera, su tono frío—. Ya no deberías tener problemas con tu madrastra. Ella se quedó con toda la herencia de tu padre. ¿Por qué sigue molestándote?

Thailor se estremeció ante las palabras de Dimitrei, pero respondió con voz débil.

—Ella dice que mi padre me había prometido en matrimonio a Evan, pero no lo creo... No sé por qué siguen acosándome. No les he exigido nada —dijo mientras se limpiaba con esfuerzo el sudor frío que cubría su frente.

Dimitrei, furioso ante la idea de que esos parientes siguieran atormentando a Thailor, sacó un pañuelo y se lo ofreció para que limpiara la sangre que aún goteaba por su mejilla. Ver a Thailor en ese estado solo alimentaba su enojo.

—Voy a encargarme de esto —afirmó Dimitrei con una determinación en su voz que no admitía réplica.

Thailor, a pesar del dolor y la fatiga que sentía, esbozó una pequeña sonrisa de gratitud. —Gracias, Dimitrei...

........................

Al llegar al hospital, Dimitrei no perdió tiempo. Llamó a los médicos y enfermeras en cuanto cruzaron la puerta.

—¡Necesita atención urgente! —ordenó con una mezcla de autoridad y desesperación en la voz.

El equipo médico respondió de inmediato, trasladando a Thailor a la sala de emergencias mientras Dimitrei observaba desde fuera, con el corazón en un puño. Aún temblaba de rabia, pero no podía permitir que las emociones lo dominaran en ese momento. Aprovechó la oportunidad para hacer una llamada rápida a sus hombres de confianza.

—Quiero que investiguen a Camilla White, la madrastra de Thailor. Y asegúrense de que Evan reciba una lección que nunca olvide. No quiero que vuelvan a molestar a Thailor. Resuélvanlo de manera definitiva.

Con sus órdenes claras, Dimitrei se dejó caer pesadamente en una de las sillas del pasillo del hospital. Los pensamientos sobre lo ocurrido llenaban su mente, y la ira volvía a apoderarse de él. ¿Cómo podían los propios familiares de Thailor traicionarlo de esa manera? Sus puños se cerraban con fuerza, los nudillos blancos, mientras intentaba contenerse para no explotar allí mismo.

El viaje planeado a Rusia para presentar a Thailor ante su padre adoptivo tendría que ser pospuesto. La prioridad ahora era asegurarse de que Thailor se recuperara.

Poco después, uno de los médicos salió de la sala de emergencias, caminando hacia Dimitrei con expresión tranquila.

—¿Cómo está Thailor? —preguntó Dimitrei, su voz cargada de preocupación.

—Tiene una herida en la sien, pero afortunadamente no es profunda. No necesitará puntos, solo algunos cuidados. Presenta varios moretones y heridas menores, pero nada grave. Con reposo, estará bien. Es un omega fuerte —respondió el doctor con calma.

Dimitrei dejó escapar un largo suspiro de alivio. —Gracias, doctor. ¿Puedo verlo ahora?

—Claro, puede llevárselo a casa si lo desea, solo asegúrese de que descanse lo suficiente. Evite cualquier esfuerzo físico —añadió el médico mientras conducía a Dimitrei a la habitación donde Thailor se recuperaba.

Dentro, Thailor yacía en la cama, con una venda cubriendo la herida en su sien y otras más en su cuerpo. Sus ojos, pesados por el cansancio, se encontraron con los de Dimitrei cuando este entró en la habitación.

—Dimi... Lo siento —susurró Thailor, su voz débil—. No pude... cuidarme. Debo... verme terrible ahora.

Dimitrei se acercó, sentándose suavemente al borde de la cama. Tomó la mano de Thailor entre las suyas con delicadeza.

—A partir de ahora, te quedarás conmigo mientras seas mi pareja. Así podré protegerte, y esto no volverá a suceder —dijo Dimitrei, su voz firme pero cargada de preocupación—. Mi médico personal se encargará de ti, y te recuperarás pronto.

Thailor intentó sonreír, a pesar del dolor que aún sentía en todo su cuerpo. Dimitrei lo miraba con una mezcla de seriedad y determinación, asegurándole de que nada ni nadie volvería a hacerle daño.

.....

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Comments

Yolanda Beatriz Lagos Celarien

Yolanda Beatriz Lagos Celarien

ya a de sentir algo por Tailor

2025-01-13

4

Zulema Balverdi

Zulema Balverdi

Me está atrapando la historia, me gusta xq a pesar que están juntos, por supuesto que es un contrato, Dimitri se preocupa por Thailor, eso es lo que necesitaba este Omega, alguien que lo cuidara, de la maldad de la tía

2024-12-08

3

Victrotiay Polanco

Victrotiay Polanco

DIMIII TE AMOOOOO 😭❤️

2024-11-04

1

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