Capitulo 15: Los Días Se Hacen Cortos

La primavera se había instalado en la ciudad, trayendo consigo un clima cálido y días soleados que parecían pasar volando. Clara y Daniel habían estado disfrutando de un tiempo de calidad juntos, explorando nuevos lugares y compartiendo actividades que fortalecían su vínculo. Sin embargo, con la llegada de la estación, Clara se dio cuenta de lo rápido que se estaban haciendo cortos los días que pasaban con Daniel.

Era un sábado por la tarde y Clara había decidido sorprender a Daniel con una visita a un pequeño parque que había encontrado mientras paseaba. Había planeado un picnic simple, con algunos bocadillos y una manta, para disfrutar del buen tiempo y de la compañía mutua.

Cuando Daniel llegó al parque, su rostro se iluminó al ver el picnic preparado.

—Esto es genial, Clara —dijo Daniel, abrazándola—. No esperaba una sorpresa tan agradable.

—Me alegra que te guste —respondió Clara, sonriendo—. Quería hacer algo especial para nosotros.

Se acomodaron en la manta, disfrutando de la comida y de la conversación. Mientras comían, Clara no podía evitar pensar en lo rápido que pasaba el tiempo cuando estaba con Daniel. Los días parecían desvanecerse en un parpadeo, y aunque disfrutaba cada momento, deseaba que pudieran ralentizarse y alargar esas horas juntos.

—¿Sabes? —dijo Clara mientras se recostaba en la manta—. Últimamente he estado sintiendo que los días se hacen cortos cuando estoy contigo. Es como si el tiempo se acelerara.

Daniel la miró con una expresión de curiosidad.

—¿De verdad? ¿Por qué crees que es así?

—No estoy segura —respondió Clara—. Tal vez sea porque cada momento contigo se siente tan especial y satisfactorio que no quiero que termine. O tal vez porque estoy tan contenta con lo que compartimos que el tiempo simplemente se escapa.

Daniel reflexionó sobre sus palabras y asintió.

—Creo que entiendo lo que quieres decir. Para mí, también parece que el tiempo vuela cuando estamos juntos. A veces me pregunto si es porque estamos disfrutando cada instante al máximo.

—Sí, eso podría ser —dijo Clara—. Y también creo que es porque realmente valoro el tiempo que pasamos juntos. Cada momento es como un pequeño tesoro.

Daniel tomó la mano de Clara y la miró con ternura.

—Estoy de acuerdo. Quizás el tiempo se hace corto porque estamos viviendo cada momento de manera plena y auténtica. Y aunque desearía que los días duraran más, también aprecio cada segundo que compartimos.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad del parque y de la compañía del otro. El sol comenzaba a bajar en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y anaranjados.

—¿Sabes qué? —dijo Clara—. Aunque los días sean cortos, me alegra que estemos creando recuerdos que durarán para siempre. Y eso es lo que realmente importa.

Daniel sonrió y asintió.

—Sí, los recuerdos son lo que queda cuando el tiempo pasa. Y estos momentos que estamos viviendo juntos son los que siempre recordaré con cariño.

Con el sol poniéndose en el horizonte y la brisa suave acariciando sus rostros, Clara y Daniel se acurrucaron juntos en la manta, disfrutando de la belleza del atardecer y del profundo sentido de conexión que compartían.

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