Desperté en una habitación desconocida para mí, giré mi cabeza esperando recordar que paso y donde estaba, hasta que lo hice, enfrente de mi estaba un chico alto de brazos cruzados, de piel pálida, cabello negro, cuerpo trabajado y unos hermosos ojos color zafiro, por fin pude ver la cara que escondían esos color zafiros hipnotizantes.
— Que paso — pregunte con nerviosismo al muchacho.
— Tu que crees brujita — me respondio con un acento demasiado marcado y molesto, hasta que entendí que me había llamado como Nolan.
— Cómo es que — no me dejo terminar cuando hablo arrogantemente.
— Así que no sabes nada Marianna, esto se puso interesante — me dijo sin despegar sus ojos de mi.
— Si me explicaras tal vez lo entendería — le dije un tanto molesta por su actitud.
— Me llamo Claus Collins y necesitamos tu ayuda— me dijo un poco irritante.
— Qué ayuda podría darte yo — le dije un tanto nerviosa aun con sus ojos puestos en mi sentía que estaba en peligro.
— No se si Nolan te lo explico pero somos vampiros — al decir esa ultima palabra mi sangre se agolpo en mis pies, mi respiración comenzó a ser irregular, el pánico abundaba en mi de una manera tan escalofriante.
— ¡QUÉ! — grite aturdida.
— Podrías calmarte un poco puedo sentir tu corazón y no te gustara lo que estoy pensando — me dijo fastidiado.
— Es que no lo entiendo, los vampiros no existen — le dije con los pelos de punta por el miedo y lo que sus ojos me hacían sentir.
— Entonces Nolan no te dijo nada, mira te explico brevemente los vampiros, brujas y licántropos existen así que metetelo en la cabeza — me contestó con una sonrisa arrogante al ver lo que podía causar en mi.
— No no no no puede ser posible de seguro estoy soñando — me dije presa del pánico, el se acerco a mi y yo retrocedí por puro impulso.
— O lo comprendes a las buenas o a las malas — me dijo irritado por como yo actuaba.
—Te pido por favor que me lo expliques — le dije suplicante con asomo de derramar lágrimas.
—Ahora no puedo, pero te aseguro que todo lo sabras a tu debido tiempo —me dijo con la mirada más fría que alguna vez alguien me dio y asentí por el miedo, el me echó una mirada curiosa y se marchó de la habitación, no lo podía creer, existían de verdad, esto no podría estar pasando, debía proteger a mi familia y amigas pase lo que pase y me dije que mañana seguiría a Miguel y descubriría que tanto escondía, pero aun así no pude sacarme esos ojos color zafiro de la cabeza el cual ya tenía nombre y un acento bastante extraño, debía averiguar qué querían de mí, debía averiguar porque sus ojos me atormentaban en las noches y debía averiguar qué carajos estaba pasando.
*******
Baje por las escaleras y busqué por todas partes a mis amigas, quería salir de esta maldita fiesta, el alcohol que había dentro de mi ya no estaba, la conversación que tuve con él me dejó sobria y alerta, busque hasta que me encontré con Sandra en el patio fumando y mirando al vacío, me acerqué.
—Podemos irnos por favor no me siento bien — dije en un tono de voz débil que Sandra me miró alarmada.
— Por Dios Mar que te paso, porque estas temblando — me preguntó alarmada e inspeccionando cada parte del cuerpo seguramente buscando una herida o algo que diera explicación a mi actitud.
—Claro vamos, Sam se fue con aquel tipo llamado Austin — me dijo y yo asenti, caminamos dentro de la casa y mire en todas las direcciones a ver si lograba ver otra vez a aquel chico pero no lo pude ver, llegamos al auto y Sandra me abrió la puerta, se subió rápido al carro y arrancó rumbo a mi casa, en el camino iba pensando porque me estaba pasando esto a mi, cerré los ojos y deje que la brisa que entraba por la ventanilla calmara un poco mis nervios.
Llegamos a mi casa y me baje del carro, me despedí de ella con la mano y una sonrisa para que se calmara un poco, me sonrió triste y gesticuló con los labios un perdón, arranco el carro y me metí a la casa, el silencio que me albergó la casa me hizo sospechar que papá debería estar durmiendo y Miguel no estaba, saqué el celular de mi pequeño bolso de mano y mire la hora, eran las doce de la mañana y Miguel no estaba, intenté llamarlo pero como siempre se iba al buzón, suspire y me encamine a las escaleras, entré en mi habitación y me tire a la cama, deje que mis lágrimas por fin salieran y me permití desahogarme aferrada a la almohada, quería con desesperación a mi mamá, que me abrazara y que todo volviera a ser como antes pero no todo en la vida es color de rosas, me deje atrapar por el sueño y soñé con ella, soñé que realmente esto era un sueño, soñe que volvia a sonreir y ser feliz de nuevo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 34 Episodes
Comments