La paz entre los clanes Luminara y Sombraluna parecía más fuerte que nunca gracias a la Alianza Sagrada. Sin embargo, en los rincones más oscuros del sur, Seraphina y los Hijos del Crepúsculo no habían cesado en sus planes.
En el campamento Luminara:
Faelan y Evelyn continuaban trabajando incansablemente para mantener la unidad del clan. La piedra sagrada utilizada en el ritual del pacto se había convertido en un símbolo de esperanza y fortaleza.
—Faelan, hemos recibido informes de movimientos sospechosos en las fronteras del sur —dijo Evelyn, con preocupación en su voz.
Faelan frunció el ceño.
—Debemos reforzar nuestras patrullas. No podemos permitir que ninguna amenaza se acerque a nuestros territorios sin que lo sepamos.
Lyra, escuchando la conversación, intervino.
—Me encargaré personalmente de las patrullas. Si hay algo o alguien ahí fuera, lo descubriremos.
En el campamento Sombraluna:
Thane y Kael también recibieron informes similares. Los movimientos en el sur parecían organizados, lo que indicaba que Seraphina no había abandonado sus planes.
—Kael, debemos estar preparados para cualquier eventualidad. No subestimemos a Seraphina —dijo Thane, con determinación.
Kael asintió.
—Estoy de acuerdo. Organizaremos patrullas conjuntas con los Luminara. La unión de nuestras fuerzas es nuestra mejor defensa.
En el Claro del Lobo:
Lyra y Kael se encontraron para discutir la situación. Sabían que cualquier señal de debilidad podría ser explotada por sus enemigos.
—Los informes de movimientos en el sur son preocupantes. Debemos estar preparados para actuar rápidamente si es necesario —dijo Lyra, su voz firme.
Kael asintió.
—Organizaremos patrullas conjuntas y fortaleceremos nuestras defensas. No permitiremos que Seraphina y sus seguidores nos sorprendan.
En el sur:
Seraphina observaba a sus seguidores, planificando su próximo movimiento. Aunque Alaric y Nyx habían fallado en su misión, Seraphina estaba decidida a desestabilizar la alianza entre Luminara y Sombraluna.
—El pacto sagrado ha fortalecido su unión, pero también ha revelado sus puntos débiles. Atacaremos donde menos lo esperen —dijo Seraphina, su mirada fría y calculadora.
Las patrullas conjuntas:
Las patrullas conjuntas entre Luminara y Sombraluna comenzaron a recorrer las fronteras del sur, buscando cualquier señal de los Hijos del Crepúsculo. Lyra y Kael lideraban algunas de estas patrullas, demostrando su compromiso con la protección de sus clanes.
Una noche, mientras patrullaban juntos, Lyra y Kael encontraron pistas que indicaban la presencia de un campamento enemigo cercano. Decidieron investigar más a fondo.
—Debemos ser cuidadosos. Si nos descubren, podrían alertar a todo su grupo —dijo Lyra, susurrando.
Kael asintió, su mirada fija en el horizonte.
—Avancemos con cautela. Necesitamos información sobre sus planes.
El descubrimiento:
Siguiendo las pistas, Lyra y Kael llegaron a un claro donde encontraron un campamento enemigo. Ocultos entre los árboles, observaron a Seraphina hablando con sus seguidores.
—Atacaremos en la próxima luna llena. La ceremonia de la Alianza Sagrada nos ha dado la oportunidad perfecta para sembrar el caos —dijo Seraphina, su voz llena de veneno.
Lyra y Kael intercambiaron miradas. Sabían que debían actuar rápido.
—Debemos regresar y advertir a nuestros clanes. No hay tiempo que perder —dijo Lyra, decidida.
Kael asintió.
—Regresemos. Debemos prepararnos para la batalla.
El regreso:
Lyra y Kael regresaron rápidamente a sus campamentos y alertaron a Faelan y Thane sobre el inminente ataque. Los líderes comenzaron a preparar a sus guerreros para la batalla que se avecinaba.
—No permitiremos que destruyan lo que hemos construido. Defenderemos nuestra alianza con nuestras vidas si es necesario —dijo Faelan, con determinación.
Thane asintió.
—Estamos listos para enfrentar cualquier amenaza. Nuestros clanes lucharán juntos y prevalecerán.
En el Claro del Lobo:
Lyra y Kael se reunieron una vez más bajo el cielo estrellado. La tensión en el aire era palpable, pero también lo era su determinación.
—La tormenta se acerca, pero estamos listos. Defenderemos nuestra paz y nuestra alianza —dijo Kael, tomando la mano de Lyra.
Lyra asintió, su mirada firme y llena de coraje.
—Juntos, somos más fuertes. No permitiremos que el odio y la venganza destruyan lo que hemos construido.
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