Somos hermanas

Después de que el doctor Joe llevará a María nuevamente a su habitación y se asegurara de que los medicamentos de la quimioterapia fueran ingeridos correctamente, llamo a los padres de María.

Arturo: ¿Para qué nos ha llamado con tanto afán? ¿Le ha pasado algo a nuestra hija?

Joe: Para nada, les pediré que vayamos a nuestra oficina esto no lo puede escuchar la niña.

María: ¿Por qué no puedo escuchar, papá?

Arturo: No te preocupes pequeña es algo de negocios.

Cuando estuvieron en la oficina del doctor Joe comenzaron a hablar

Joe: Estefany...

Laura: ¿Qué ha pasado con la niña?

Joe: María la ha visto unos minutos, se ha salido de su habitación y ha subido a caminar un rato, la ha visto y si sigue saliendo de la habitación no creo poder mantener a la niña Estefany mucho más tiempo aquí... María se dará cuenta y comenzará a preguntar.

Arturo: No puede permitir que eso pase doctor usted más que nadie sabe que en este momento no podemos hacernos cargo de esa niña, el dinero no es un problema, Pero el tiempo si lo es.

Joe: Lose, hoy mismo la llevarán al orfanato y de hay para alla su vida dependerá de sí misma y de su comportamiento.

Arturo: me duele mucho está decisión, pero es lo mejor no podemos arriesgar el tiempo que tenemos con nuestra pequeña para dárselo a alguien más.

Joe: No se preocupen por eso, no están obligados a cuidar de ella, mañana mismo estará fuera del hospital.

Después de esa conversación los padres de María volvieron a la habitación y hablaron un rato con María, mayormente negando salir para afuera en un momento tomaron la decisión de que fuera uno por el almuerzo y el otro la mantuviera vigilada, Pero Arturo que fue quien se quedó en el hospital tuvo que ir al baño así dejando sola a María.

En ese momento Estefany entro a la habitación de María viendo la situación en la que se encontraba.

Estefany: No le digas a Nadie que estuve aquí por favor.

María: Te lo juro (Estirando su meñique)

Cuando estuvieron a punto de ser descubiertas Estefany le dejo una carta a María debajo de la almohada y salió corriendo.

Arturo: (Entrando a la habitación de María) La enfermera me dijo que te escucho hablando con alguien, ¿por casualidad alguien vino a visitarte hija?

María: No seas gracioso papá, a nadie le importo más que ustedes dos y por eso los amo.

María no sabía por qué sus padres no querían que ella hablara con esa niña, pero si sabía cumplir una promesa y así lo hizo... Por más que Arturo insistió en averiguar si estaba hablando con alguien María no dijo una palabra.

Al anochecer María estaba sola excepto por la enfermera que custodiaba la puerta de su habitación constantemente.

María sacó la carta que le había dejado Estefany y comenzó a leerla.

María, somos hermanas, Pero no digas nada, tus padres no me quieren...

María no entendía muy bien todo lo que estaba pasando... Pero después de tanto pensarlo decidió guardarse el secreto hasta la tumba, ya no falta mucho pensó Maria, así que no puedo hacer nada más que vivir con esto...

María y Estefanía son dos niñas bastante inteligentes para su edad, pero nada de esto se debe a un don sobrenatural ni nada parecido, su inteligencia y madurez se debe a todo por lo que han pasado en lo poco que llevan de vida.

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