Capítulo 4

Son las seis de la mañana cuando abro los ojos. Me quedo unos segundos mirando el techo antes de levantarme con pereza. Otro día más.

Empiezo a ordenar mi habitación, como cada mañana, desde que papá decidió que las empleadas tenían prohibido hacer mis cosas. Mi nana a veces insiste en ayudarme, pero no me gusta molestarla. Ya está algo mayor, y aunque nunca lo diga, sé que se cansa fácilmente.

Cuando termino, entro al baño, me ducho con agua tibia y dejo que el vapor empañe el espejo. Lavo mis dientes, me seco y salgo envuelta en la toalla para vestirme.

El clima de Nueva York está perfecto: un poco de frío, el cielo nublado, y ese viento que despeina pero reconforta. Me pone de buen humor.

Después de vestirme, me detengo frente al espejo. No voy a mentir: me gusto.

Si no fuera por mi estatura, cualquiera pensaría que ya soy mayor de edad. Mi cuerpo está bien definido gracias al ejercicio que hago los fines de semana.

Sonrío satisfecha, tomo mi mochila y salgo.

Y, por supuesto, para mi mala suerte, justo en ese momento Lisa también sale de su habitación.

—¡Ja! —exclama con una sonrisa burlona—. La pequeña bruja salió de su cueva. ¿A dónde crees que vas? Papá te castigó ayer, por faltarme al respeto.

Respiro profundo. No quiero discutir a esta hora, pero Lisa siempre logra sacar lo peor de mí.

—No me importa si estoy castigada o no. Voy a la escuela, ¿o acaso estás ciega y no lo ves? Si papá quiere castigarme por decirte tus verdades, entonces estaré castigada toda la vida.

—Camino hacia las escaleras sin mirarla—. No pienso perder mi tiempo con personas tan ignorantes como tú.

—¡Eres una maldita perra! —grita detrás de mí, como una loca.

La ignoro. Quería desayunar, pero se me quita el apetito cuando veo a papá y a Luisa en el comedor.

Paso de largo, sin dignarme a mirarlos. Voy directo a la cocina, donde mi nana ya está preparando café.

—No tengo hambre —le digo suavemente.

Ella solo asiente, sin hacer preguntas, y me empaca el desayuno para llevar.

Lo meto en mi bolso y salgo.

Cuando llego a la entrada de la casa, veo un coche negro estacionado frente al portón. Dilan está apoyado en la puerta del conductor, esperándome con esa sonrisa que alguna vez me pareció encantadora… pero que ahora solo me da asco.

Dilan. Mi ex.

Tuvimos una relación de apenas dos meses, hasta que Lisa decidió meterse en medio. Dilan, el chico más popular de la escuela, no tardó en dejarme cuando mi querida hermana le ofreció lo que yo no.

Él me lo propuso también, pero me negué.

No porque fuera una santa, sino porque me estoy guardando para alguien que realmente valga la pena.

—Hola, Alice —me saluda con una sonrisa forzada.

—Hola, Dilan. ¿Qué haces aquí? —pregunto sin interés.

—Vine a recoger a Lisa. Iremos juntos a la escuela —responde, como si tuviera que justificar su presencia.

—Mmm… ok. Bueno, adiós —digo con indiferencia, pasando a su lado.

—Espero que no te moleste que venga a buscar a tu hermana —dice, dando un paso hacia mí, acortando la distancia.

Retrocedo un poco.

—¿Por qué tendría que molestarme?

—Ya sabes… con eso de que estuvimos juntos, y que estabas enamorada de mí. No creo que ya no sientas nada —dice con esa sonrisa arrogante que me revuelve el estómago.

—Pues te informo que lo que tú hagas o dejes de hacer me dejó de importar hace mucho —respondo fría—. ¿Y quién te dijo que todavía siento algo por ti?

—Si de verdad no sintieras nada, ya habrías estado con otro —replica, cruzándose de brazos—. Pero no lo has hecho. Eso lo dice todo.

Suelto una carcajada seca.

—Jajaja, Dilan… De verdad pensé que eras más inteligente. Ahora veo que solo eres un completo idiota.

Me doy media vuelta para irme, pero su voz me detiene.

—Aunque no lo quieras admitir, sé que todavía sientes algo por mí —dice confiado.

Respiro hondo y me giro lentamente para enfrentarlo.

—¿Qué te hace pensar eso?

—El hecho de que no has querido estar con nadie más. Eso lo dice todo —repite, encogiéndose de hombros.

Estoy a punto de responderle cuando un auto oscuro se estaciona detrás del de Dilan.

De inmediato, el aire cambia.

La puerta se abre y baja un hombre.

Y no, no era un hombre cualquiera.

Era un maldito dios griego.

Se coloca en medio de Dilan y de mí mientras habla por teléfono. No puedo evitar observarlo: alto, imponente, con una presencia que roba el aliento.

Debe medir al menos 1.90; junto a mí, que apenas mido 1.60, la diferencia es abrumadora. Incluso Dilan, con su metro setenta, parece un niño a su lado.

Su voz… Dios. Grave, firme, con un ligero acento extranjero.

Sus ojos verdes, tan intensos que me atraviesan incluso sin mirarme directamente.

Y esa forma de moverse, segura, elegante… como si supiera exactamente el efecto que causa.

Me doy cuenta de que llevo varios segundos observándolo.

Y claro, Dilan también lo nota.

—¿Por qué lo miras tanto? —dice, molesto—. Ese tipo ni siquiera te miraría. No le va a hacer caso a una niña como tú.

Desvío la mirada hacia él, fulminándolo.

—¿Quién te dijo que me interesa?

—Pues te quedaste mirándolo —dice con tono burlón—. No me digas que lo vas a usar para darme celos.

Sonrío con sarcasmo.

—Tal vez lo use, pero no para darte celos. De verdad, Dilan, tienes el ego por las nubes. Te crees mucho para lo poco que eres.

Veo cómo su rostro se enrojece de ira.

—Entonces, si no soy la gran cosa, demuéstrame que no te importo —me desafía—. Besa a alguien delante de mí.

—¿Por qué debería hacerlo? De verdad que eres un idiota.

—¡Ja! Ves, no puedes hacerlo. Eso significa que todavía te importo —responde con una sonrisa arrogante.

—¿Eso crees? —le digo, alzando una ceja.

Sin pensarlo más, me doy media vuelta y camino directamente hacia el hombre del auto oscuro.

Acaba de colgar la llamada y levanta la vista justo cuando me acerco.

Mis pasos resuenan sobre el pavimento.

Siento la mirada de Dilan clavada en mí, incrédulo.

Y, por primera vez en mucho tiempo, sonrío de verdad.

Más populares

Comments

Alix Romero Gonzalez

Alix Romero Gonzalez

Éste idiota está fuera de concurso, sin lugar a dudas primer puesto 🤭

2025-10-21

0

Petra Melo

Petra Melo

qué fastidio contigo Dylan 🤬

2025-10-18

0

Nena Bastida

Nena Bastida

Fotos escritora xfavor

2025-10-17

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play