Preocupación

—Mi diosa, aquí están tus pretzels mi amor —Dice franco entrando con una bandeja llena de deliciosos pretzels bañados en chocolate.

—Mmm… Esto se ve delicioso, mi amor, gracias. —Sofi disfruta de cada uno de ellos, le uno que otro a Franco y sigue comiendo.

—Amor que delicia de verdad, dile a Julia que es la mejor.

—Hablando de eso, ella pregunta si quieres algo en especial para el almuerzo.— Sofi sonríe y asiente.

—Me encantaría lasaña, mmm y de postre pastel de chocolate. —Él se ríe y niega mirándola.

—Pareces una niña, con todo ese dulce en tu cara hermosa.

—Soy Una niña amor para mi padre, soy su pequeña princesa aún. —Dice riendo.

—Y para mí eres mi pequeño volcán. —ella sonríe y sigue comiendo, ese día fue solo para ellos, vieron películas y salieron a la piscina y disfrutaron de su día juntos, ya que al día siguiente abrían compromisos que no podía seguir posponiendo.

Ellos estaban en su casa disfrutando del sol y entonces decidieron llamar a Katrina para decirle que Sofía estaba mejor.

—Hola hermana, como estás. —habla Sofía por su celular.

—Hola pequeña, dime cómo has seguido.—Pregunta Katrina.

—Estoy mejor hermana, de hecho estamos en la piscina, no quise ir a trabajar hoy. —Informa Sofi.

—Eso sí que es raro, bueno cualquier cosa me avisas igual pasa un momento por la clínica y te hago un chequeo de rutina si Princesa.

—De acuerdo Trina, ahora te dejo una rica lasaña me espera.

—Señorita Sofi ya está el almuerzo, vengan a comer…— Anuncia Julia y Sofía se despide de su hermana y luego de cambiarse van ambos al comedor.

—Dios, huele delicioso, Julia. —Habla Franco al entrar a la cocina mientras espera a Sofi, pero Julia lo manda al comedor como niño pequeño.

Sofía se sienta en el comedor al esperar la comida y mientras le da un beso apasionado a su amado novio.

—Bueno, mis niños, aquí les traigo esta delicia. — dice Julia colocando la comida en la mesa, pero Sofi no más de verla, sale corriendo tapándose la boca directo al baño.

Franco se preocupa y vas tras ella, al llegar a la habitación no la encuentra, pero la oye en el baño devolviendo su estómago.

De inmediato el joven se acerca a ella y sostiene su cabello mientras ella vomita todo en ese baño.

—Amor no me veas así —dice y se tapa, pero él se ríe.

—No importa amor, ven, vamos a lavarte. —Sofía se lava y luego se acuesta en la cama y Julia ya está en la puerta preocupada.

—Señorita, le desagradó mi comida.

—No, Julia, como crees, sigo un poco sensible, es todo, gracias, igual. —Franco le prepara algo más ligero a Sofía y se lo trae a la cama.

—Aló Katrina, están la clínica ahora.

—Sí, Franco, que sucede como está Sofi. —Pregunta preocupada.

—Está otra vez mal de su estómago, esta mañana comió y paso el día bien, pero ahora en el almuerzo se puso mal de nuevo. — Katrina le dice que la lleve a la clínica, pero Sofi no quiere.

—Trataré, porque no quiere ir.

Franco corta y va con Sofía hasta la cama, está ya ha comido y ahora solo quiere dormir.

—Amor vamos a la clínica, por favor —Dice franco tratando de que se levante.

—Te dije que estoy bien, no exageres. —Dice un poco irritada.

—Sofía, amor, vamos, es por tu bien, ve lo que ocurrió con Katrina y Esmeralda, mejor vamos.

—Dije que no, quiero descansar. Dice firme y Franco por el momento sede.

Un rato después ella está ya mejor y decide bajar a la cocina donde Julia está guardando el poste que Sofi había pedido.

—Hola Julia, ya me siento mejor, me podrías dar una rebanada de pastel. —Dice y Julia se extraña, ya que hace un momento estaba muy mal.

—Mi niña, ¿no te hará daño?

—No, Julia, estoy muy bien. —Dice Sofi y procede a comer su trozo de pastel de chocolate, Franco regresa de la habitación y la mira muy sentada en la barra de la cocina.

—Amor… Pero que haces, te puede caer mal… —Dice Franco y Sofía se pone a llorar.

—Ahora me vas a gritar, no Franco, yo me voy a mi departamento, esto no funciona… —Se levanta hasta la puerta y franco la persigue.

—Sofía, que sucede amor, cálmate, no te grite, solo estoy preocupado. —Sofía se altera y tratando de irse le cae en los brazos al Franco, al parecer se le bajó la presión, entonces este sin perder tiempo la carga y la lleva a su auto.

—A dónde me llevas estoy bien. —Dice aún de terca, pero esta vez no le va a hacer caso.

—Franco, por favor detente, no es necesario. —Él la mira, está sentada en el puesto del copiloto con los brazos cruzados y enojada.

—Sofía Rizzo, te quedas tranquila y vamos a la clínica de acuerdo. —Dice firme y ella se pone algo sensible.

—No, bebé, no llores, tranquila, sí.

—Me volviste a gritar, vez ya no estamos funcionando. —Fice y Franco resopla.

—Eso no es cierto, solamente no voy a ceder en esto, por no actuar a tiempo puede ocurrir una desgracia.

—Eres un exagerado, estás peor que papá, tío Franco y Franklin cuando sus esposas estaban embaraza… —Sofía se deja caer en el asiento del auto y comienza a llorar en un ataque de nervios.

—Qué ocurre ahora amor… Porque estás así, ya vamos a llegar respira, sí. —Sofía está tan agitada que cae desmayada en el asiento, por suerte tiene puesto el cinturón y ya están llegando a la clínica de Katrina.

Franco baja de su auto y toma en sus manos a Sofía y comienza a gritar como loco hasta que ve a Katrina quien los estaba esperando, pues Julia le había avisado que iban para allá.

—Katrina, ayuda a Sofía, no sé qué le ocurre, se desmayó. —Dice Franco y Katrina lo calma.

—Colócala aquí y ahora espera, prometo que va a estar bien. Dice y desaparece con Sofía.

Franco está muy preocupado y enseguida llama a su hermano y en cuestión de unos minutos comienza a llegar toda la familia.

Franco está sentado con su cabeza entre las manos, nadie le da razón y aunque no ha pasado tanto tiempo para él ha pasado un siglo.

—Donde está mi bebé, que le ocurre a Sofi, por favor dime qué no es nada grave, habla Franco. —Rodrigo está muy nervioso, solo pensar en lo que vivió hace años lo hace enloquecer.

—No lo sé Rodrigo, no me han dicho nada. —Dice y al ver a Isabella la abraza, él necesitaba ese abrazo, está preocupado todos vivieron esas enfermedades y fue un infierno, no quiere imaginarse sin Sofía.

—Hermanito, ella está bien cálmate Estamos contigo. —Dice Isabel, luego Esmeralda y Aisha también lo abrazan.

—Papá, como está Sofi. —Ese fue Rodrigo hijo y así cada uno estaba muy preocupado por la pelirroja hasta Esteban y Katherine estaban presentes allí a pesar de lo que hizo Katy ellos eran una familia.

—Ven hijo, cálmate, hay alguna posibilidad que yo vaya a ser abuelo. —Habla Franco y todos se miran las caras.

—Ese es el problema papá, que más quisiera yo, pero yo acompañé a Katy a ponerse la inyección aquí mismo con una colega de Trina.

Las caras de todos es de preocupación y la tensión crece.

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