Durante el resto del día, permanezco aturdido tras lo sucedido en la mañana, con la negación de la situación reflejada en mi rostro y con el enojo al límite.
Las horas pasan hasta que se hace de noche.
Estoy sentado en el suelo de mi cuarto con la espalda recargada en la cama, mientras mi madre se encuentra en la sala.
Puedo escuchar sus sollozos a través de las delgadas paredes.
Pensarán que un niño de mi edad estaría triste por lo ocurrido, llorando y deseando escapar.
Pero aunque mis sentimientos infantiles sí presentan algo de dolor, ahora mismo mi mente está llena de enojo y frustración.
Siento frustración hacia mí mismo por permitirme creer, aunque sea por un momento, que las cosas podrían mejorar.
Aunque me arda la sangre, algo dentro de mi (probablemente mi parte "madura") me dice que es comprensible el estado de ánimo tan amargado de ese hombre, porque presenció la muerte de cientos de personas.
Pero al carajo con eso, no tengo ni las ganas, ni la necesidad de lidiar con otro adulto dañado y traumado, ya tengo bastante con Clarissa.
Tenía que hacer algo para dejar de sufrir esto y qué mejor cosa que encontrar mi propio camino lejos de esta maldita violencia que tanto me está afectando por dentro.
Necesitaba largarme de aquí.
Pero incluso mientras planeo mi fuga, una parte de mí no puede evitar preocuparse por mi madre. A pesar de mi ira, una parte de mí anhela aliviar un poco su dolor.
***
"¡Tuuuuckkkkkk!" Un ruido de barco se escucha en la lejanía. Decido bajar y salir para ver qué demonios está pasando, encontrándome con Clarissa.
Ella está observando desde el patio de nuestra casa con los ojos hinchados de tanto llorar, mirando el enorme buque de guerra seguido por otros barcos militares en la lejanía, llegando al contaminado puerto de la ciudad de Monreal.
Una imagen que me hace recordar el otro maldito problema que hay en mi vida: la guerra.
¿Que hacía el ejército en la ciudad y cuál es su objetivo aquí?
"Dios mío... ¿Qué está pasando?", ella rompe el silencio con su voz temblorosa. "¿Por qué han llegado más militares a la ciudad? ¿Algo malo estará por suceder?"
Ella gira su vista y se encuentra conmigo, parado como un poste en la entrada.
"A-Ademir, ¿qué haces despierto aún?" pregunta con una mezcla de sorpresa.
"Ah... He.. es que escuché el ruido y me asusté," le respondo nervioso.
La mujer me observa por unos segundos y me tenso, pero luego suspira y se vuelve hacia los barcos.
"Sí, la verdad es que yo también me asusté..." admite ella, su ceño fruncido con inquietud.
"Esperemos que todo esté bien y que no suceda nada malo." mencióna con preocupación mientras observa como una figura viene caminando en muletas hacia nosotros... O más bien, tambaleándose.
Es mi padre.
Siento cómo mi expresión se arruga en una mueca de disgusto.
"¿Hm? Ohhh, Clarissa, ¿qué estás haciendo ahí?", Él le grita mientras se acerca.
"Ah, ya has regresado." Clarissa le responde con una sonrisa cansada.
"Estábamos observando eso," apunta hacia los barcos, "más militares han llegado a la ciudad. ¿Tú sabes algo al respecto?"
"Oh sí... Es el ejército, finalmente entró a Monreal, ¿eh?" responde Dariel con un encogimiento de hombros desinteresado.
"Eso es bueno... Ahora tú y el niño estarán aún más protegidos... Pueden seguir con su vidita feliz. Vamos, entremos, quiero algo de comida."
Hijo de...
Una vez dentro, Dariel se deja caer en la sala, llenando toda la casa con un aroma rancio a alcohol y tabaco.
Está borracho.
"Hey, mocoso," me llama con amargura. "ten, mi abrigo, llévatelo y cuélgalo por ahí. Haz algo útil por una vez." Me extiende el viejo abrigo lleno de mugre, seguramente nunca lo ha lavado.
Tch... bazofia, mi sangre comienza a hervir en mis venas al verlo llegar tan tranquilamente como si fuera el jodido hombre de la casa.
"¿Hum? ¿estás sordo? Te ordené algo... Mocoso de mierda... ¡hazlo!", ordena nuevamente, tratando de sonar como una autoridad y mis puños tiemblan de ganas de darle en la mandíbula.
Pobre imbécil.
Mientras lo veo con odio, se me ocurre algo.
"¡Ah.. Si!", chillo y tomo su abrigo con un falso miedo.
"Tch... mocoso huevón."
Mientras se acomoda en el sillón como mierda en las tripas, voy al baño y aviento su abrigo a la taza del sucio escusado, posteriormente comienzo a orinarlo.
Veremos si esto le gusta al desgraciado.
"Oye, Clarissa, ¿no has oído que tengo hambre?" Dariel ahora va con Clarissa, su voz elevándose con irritación.
"Haz algo, sírveme de tragar... Carajo, ¿para qué sirves entonces?"
"Estoy en ello, Dariel," Ella responde con un tono cortante, adentrándose en la cocina. "Dame un minuto, ¿quieres?"
Pero mi padre, en su estado de embriaguez y mal humor, no está dispuesto a esperar.
Continúa provocándola con palabras hirientes y despectivas.
"Un minuto, un minuto," se mofa con sarcasmo. "He estado fuera todo el jodido día, después de partirme el lomo en la batalla por ti y por ese mocoso, ¿y ni siquiera puedes tener una mísera comida lista para mí cuando llego a casa? ¿Qué carajos has estado haciendo todo el día, mujer?"
Pffff si claro.
Observo cómo la mujer se tensa y decae.
Por un instante, mantiene la mirada gacha, pero luego la levanta nuevamente.
"¿Que qué he estado haciendo?" Su voz tiembla, pero ya no por el llanto, sino por la furia apenas contenida.
"He estado aquí, Dariel. Esperando por ti. Preocupándome por tu vida. Como siempre lo he hecho, incluso cuando tú no haces más que tratarme como basura."
"¡HAHAHA!", Dariel la escucha y suelta una risa áspera desde el sofá.
"¿Preocupándote por mí? No me hagas reír. Si realmente te preocuparas, tendrías una comida caliente en la mesa cuando llego a casa. ¿O es que incluso eso es demasiado pedir para la inútil de mi mujer?"
Veo cómo la respiración de Clarissa se acelera y cómo las lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas.
Dariel Graymond... Apenas tiene un día que llegó y ya ha lastimado más a Clarissa con unas pocas palabras, que en todos los años que no supo de él.
Ella simplemente no lo merece.
"¡Eh, respóndeme cuando te hablo!" Dariel se levanta bruscamente y se acerca a ella, invadiendo su espacio personal.
Es entonces cuando noto las marcas en su cuello.
Es lápiz labial, y está manchando su camisa.
Una evidencia de infidelidad. Hace que me revuelve el estómago.
Y mi madre también lo nota. Veo el momento exacto en que se da cuenta, veo la conmoción y la traición nublar su rostro.
Su mano se alza temblorosa para señalar las marcas incriminatorias.
"¿Qué... qué es esto?" Su voz es apenas un susurro tembloroso.
"¿Eh?" Él responde, fingiendo confusión. "¡Ah! ¿Te refieres a esto?" Toca las marcas en su cuello con una mano, una sonrisa socarrona en sus labios.
"¿Has estado...? ¿Me has sido infiel? ¿Con otras mujeres?" pregunta ella con voz entrecortada.
Dariel se encoge de hombros despreocupadamente, como si estuvieran discutiendo el clima y no su adulterio.
"¿Y qué si lo he hecho? Sí... Bueno, me he divertido un rato con unas zorras del centro..." admite con una indiferencia que hiela la sangre, agitando una mano en el aire como si espantara una mosca molesta.
"¿Qué has dicho?" Pregunta Clarissa y se queda inmóvil frente a él, su mirada perdida y sombría mientras asimila las crueles palabras de mi padre.
"Un hombre tiene necesidades, Clarissa. Necesidades que evidentemente tú no estás cumpliendo. No puedes esperar que me quede con las ganas, ¿o sí?"
"Dariel... Soy tu esposa..." La voz de Clarissa se quiebra, las lágrimas fluyendo libremente ahora.
"¿Y eso qué? El que seas mi esposa no significa nada. De hecho, es una jodida molestia. Desde que llegué, no has hecho más que fastidiarme... Ni siquiera eres capaz de tener una miserable comida lista. ¿Para qué me sirves entonces?"
"Cuando llegaste, me esforcé por prepararte un desayuno especial, ¡y tú me abandonaste para irte con las prostitutas! ¿Cómo crees que me hace sentir eso?" grita ella, la ira finalmente superando al dolor.
"Tch, ya cierra la boca, Clarissa, y déjame en paz de una vez. No tienes ningún derecho a reclamarme nada, y menos con el aspecto que tienes. Mírate, estás hecha un asco, con esas manchas, esas ojeras, esas canas... Me das náuseas."
"Ah... ¿Q-que dijiste?", pregunta sorprendida, sin poder creer las palabras tan crueles.
Escucho las palabras del bastardo y mi boca se abre sorprendida. Esto es demasiado, ni siquiera tiene un poco de respeto.
Maldito.
"Además, no olvides que a ti también te conocí cuando no eras más que una puta... Y una de las peores, debo añadir... ¿O que? ¿Ya no te acuerdas de lo que hiciste? ¿Ya no recuerdas lo que le hiciste a Anna?" escupe Dariel como golpe final.
"Anna", ¿De que carajos está hablando?
Sea lo que sea, algo se rompe dentro de mi madre al escuchar ese nombre, y la misma mujer letal que me ha maltratado con golpes y gritos finalmente hace acto de presencia, pero ahora en contra de Dariel.
"¿¡Cómo te atreves, maldito bastardo!?" chilla, su voz quebrándose por la emoción.
"¿¡Cómo puedes hacerme esto!? ¡Después de todo lo que he pasado, después de todo lo que he sacrificado por ti! ¡ERES UN MALAGRADECIDO!"
"¡Eres un monstruo que no tiene compasión ni respeto por las personas que te aman! No tienes idea de todo... todo por lo que pasé por ti... ¡No sabes nada!" grita Clarissa, su voz quebrada por sus sentimientos.
Dariel por su parte, se burla, su rostro retorcido de desprecio.
"hehe... Clarissa, deja de decir estupideces. ¿Que mierda puedes sufrir tú, estando encerrada en esta casa? ¡NADA! No haces nada, mira esta puta posilga", señala la casa. "No eres capaz ni de tener la comida lista... eres un fiasco de mujer. Nunca debí casarme contigo."
Ella lo mira con tristeza y sacude la cabeza.
"No puedo creerlo, Dariel. Nunca pensé que fueras así... Eres totalmente diferente."
Dio un paso hacia él, sus lágrimas recorriendo su rostro.
"Eres un cobarde, un cobarde que simplemente se fue a la guerra para escapar de su maldita realidad. Después de la muerte de Anna, me has tratado como basura, y he aguantado tanto porque te amo... Cuando sucedió lo de Canarias, estuve sufriendo por ti. ¡Idiota! Cada maldito llanto, cada maldita lágrima, fue por ti, sin saber cómo estabas, con quién estabas, qué estaba pasando."
Se lleva sus manos al rostro, "Ahora, después de vomitar varias veces al ver cadáveres descuartizados pensando que eras tú, después de que la preocupación me consumiera por dentro..." Ella lo encara de frente, gritándole.
"Regresas, minimizas mi sufrimiento, te vas con otras, me minimizas a mí y a mi amor por ti... Tú, maldito charlatán, tú me prometiste que formariamos una familia feliz, después de la muerte de Anna."
Observé, con el corazón acelerado, cómo Dariel soltaba una risa cruel.
"Das lástima, Clarissa. Das tanta lástima... Mírate, retorciéndote en tu frustración... Si estás sufriendo, es porque te lo mereces. ¡Yo tenía una vida tranquila y feliz con el amor de mi vida! ¡Pero tuviste que venir y arruinarlo todo! "
“Ah… ¿Q-que dijiste?...” Pregunta sorprendida, sin poder creer tales palabras tan dañinas.
Segundos después parece no soportar las palabras hirientes y finalmente se derrumba, llorando con un desconsuelo desgarrador.
Ni siquiera yo mismo podía creerlo, estoy sorprendido incluso alguien como yo no puede entender como de un momento a otro llega un extraño a nuestra vida dañada para dañarla aún más.
Dariel se acerca a ella, sus ojos llenos de odio.
"¿No recuerdas cuántas veces meneaste tu culo desnudo tratando de seducirme? ¿No recuerdas las veces que hablaste mierda de Anna? Este es tu karma, perra. Ahora que me tienes, no puedes satisfacerme, y te arrastras culpándome a mí..."
Los ojos de Clarissa se abren con shock e indignación.
"Q-Qué... ¡No! ¡No te atrevas a culparme! Tú también fuiste un cómplice, poco hombre. La engañaste y le mentiste... ¿Cómo puedes ser tan hipócrita?"
"¡HAHAHA!" Dariel suelta una risa amarga.
"Soy tan estúpida, ahora lo veo..." Ella Mira al suelo con las manos en el cabello.
"Como Anna nunca se dejó manipular por un hombre asqueroso como tú, fuiste a por mí. Me manipulaste a tu antojo, obligándome a cumplir tus asquerosas fantasías."
El rostro de Dariel se contrajo de rabia.
"No me vengas con esa mierda, maldita puta... Me rogabas que te maltratara, que te tratara como una zorra... ¿No lo recuerdas? Eres peor que una mujer del centro, roba maridos, pésima esposa y llorona.”
Clarissa sacudió la cabeza, su voz ahora llena de veneno.
"Eres un hipócrita. Nunca la amaste, e incluso aún después de su muerte tampoco la amas, lo que queda de ella es Ademir, su hijo, y nunca fuiste capaz de criarlo... Bastardo, no amas a nadie. Nunca amaste a nadie y morirás sin amar a alguien. Todo por ser un poco hombre."
¿Ha? ¿Qué demonios dijo?
Alto… alto… ¿Qué acaba de decir? Mis ojos se clavaron en la nada, mi mente repetía sus palabras. “Ademir, su hijo, y nunca fuiste capaz de criarlo.”
“SU HIJO.”
¿Como demonios…? ¿Acaba de decir que ella no es mi verdadera madre?
Pude sentir como mis dientes se apretaron tan intensamente, como las ganas de vomitar llegaron a mí, mientras la sangre me quemaba tanto que parecía lava ardiente.
La única cosa por la que he aguantado todos los golpes de Clarissa, cada maltrato y heridas, fue porque estaba seguro de que era mi madre, ¿No? Entonces ¿Porque la maldita mujer acaba de balbucearle al estúpido de Dariel que no es mi madre?
Pero mientras más lo pienso, más sentido empieza a tener. La forma en que siempre me ha tratado, los golpes, los insultos, la falta de amor maternal... ¿Era porque en realidad no soy su hijo?
Un frío glacial empieza a extenderse por mis venas, congelando cada gota de sangre en su camino. Mi corazón late con fuerza en mis oídos.
Todo en lo que creía, todo lo que pensaba que era verdad, se desmorona a mi alrededor como un castillo de naipes.
De repente, mi atención se volvió a la discusión de mis padres, observé, congelado, cómo el rostro de Dariel se transformaba en una máscara de puro odio.
"Tch, maldita perra bastarda", escupe, y luego se abalanza sobre Clarissa, sus manos envolviéndose alrededor de su garganta y levantándola unos centímetros del suelo.
"D-dariel... ¿Q-que haces ? ¡B-bajame!" Balbucea ella mientras trata de aflojar su agarre.
"Daría lo que fuera por traer a Anna de vuelta, incluso tu propia vida..."
Por un carajo, el bastardo la esta asfixiando.
"Clarissa jadea y se retuerce, sus dedos arañando inútilmente las manos de Dariel.
Desesperada y en busca de algo que pudiera ayudarle, sus ojos se encuentran con los míos, amplios y suplicantes.
Algo se rompe dentro de mí en ese momento.
La gota que derramó el vaso, fueron los labios de Clarissa, apenas susurrando. "A-Ademir..."
Al ver a la mujer sollozando y pronunciando mi nombre, sentí un conflicto desgarrador dentro de mí.
Una parte de mí, la parte cegada de furia, quería dejarla, me ha mentido, me ha tratado como un perro callejero aún sabiendo que yo pensaba que ella era mi madre.
Maldita sea… ¿Cómo demonios llegamos a esto?
Todos esos sentimientos negativos me mantenían parado, sin hacer nada y dejándola morir, pero algo más dentro de mi, me decía que eso estaba mal.
La otra parte, quizás la parte que aún tenia sentimientos empáticos e incluso algo de cariño por ella, gritaba para que interviniera, para que la salvara.
Sentimientos de niño anhelado el amor de una madre, sentimientos de querer saber la verdad… sentimientos de salvarla no solo de Dariel, sino de todo el infierno que ha vivido.
Estos impulsos opuestos luchaban dentro de mí, paralizándome, hasta que algo más profundo y más poderoso se elevó para consumirlos a ambos: una oscuridad pura y cruda, nacida de la ira, el dolor y la traición.
Y en esa oscuridad, algo despertó.
Inmediatamente, sentí un frío extraño extendiéndose por la habitación, emanando de mí propio cuerpo, junto con un dolor que emanaba cada vez mas intensamente de mi costado hacia todo mi ser, sentí unas quemaduras tan intensas que solo pude soltar un quejido por el dolor.
Observo a Clarissa muriendo poco a poco y el mundo se detiene, congelado en un instante de pura agonía e ira. Y en ese silencio ensordecedor, siento algo despertar dentro de mí, algo antiguo, aterrador y sediento de sangre.
En ese momento supe que la oscuridad había salido por completo.
Y nada volveria a ser igual.
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Comments
danielgamer012 gameplays
ala miércoles, este men casi relata mi infancia a la perfección, solo sobra lo de la guerra 😯
2024-05-01
2
<|^BeLly^|>
Dame más ya
2024-04-04
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