El funeral

Era una hora de la finca hacia la casa de la

Familia Torres y durante todo el camino, me

sentí en un trance. Mi mente abundaba en

Pensamientos acerca del bebé de Maya y

la mirada de Miguel antes de irse. Parecía no

Poder llenar mis pulmones con suficiente

aire. Mi pecho se endureció y justó cuando

El auto se detuvo enfrente de la familia

Torres, sentí una ola de náuseas. Salí

Apresurada del auto y me dieron arcadas a

lado de las flores por un largo tiempo sin

Poder vomitar.

_ Al parecer, ser la señora Torres te ha hecho

débil viendo que casi vomitas luego de un corto

paseo en auto.

Una voz firme y desagradable sonó por la

puerta principal de la casa. No necesitaba

Voltear a ver para saber quién era.

John tenía dos hijos: El mayor era Esteban Torres

Quien había fallecido en un accidente

automovilístico juntó con su esposa años

Atrás, dejando a su único hijo, Miguel y el

segundo era Felipe Torres. En ese momento,

La persona que se estaba burlándose de mí

afuera de la casa era la esposa del tío

Felipe, Helen Ayala. Había muchos

alterados dentro de las familias ricas y ya

Estaba acostumbrada. Contuve la

Incomodidad en mi estómago, mire a Helen

Y la saludé de manera respetuosa

_ Tía Helen. Nunca le he agradado a Helen.

Quizás estaba celosa porque John me

tenía mucha preferencia a pesar de venir

De una familia pobre o tal vez descontenta

porque John valoraba a Miguel tanto que le

Cedió su propiedad a él. Dado al contexto,

pudiera estar desquiciando su enojo

conmigo. Me lanzó una mirada de pocos amigos

antes de ver por detras de mi y al notar que no habia

Nadie en el auto, su expresión se puso sería.

_ ¿Qué? Miguel, el nieto favorito, ¿No sé

¿presentó al funeral de su abuelo? Iban a ver

Muchos invitados el día de hoy y la

ausencia de Miguel era inaceptable. Levante

La comisura de mis labios para sonreír y

preparé una respuesta.

_ Se le presentó un problema y quizás llegue más tarde.

_ ¡Ja, ja! _ se burló Helen _. ¡Esta es la persona en!

¡quien mi suegro ha puesto todas sus esperanzas!

Me pregunto qué le habría visto. La familia

Torres era muy influyente y muchas

Personas asistieron al funeral para rendirle

homenaje. Aunque Helen sentía

Repugnancia hacía mi, no me hizo las cosas

difíciles por el bien de las apariencias y

Entramos juntas a la casa. El ataúd de John

estaba en medio del pasillo con unas flores

Blancas encima. Muchas personas entraron

vestidas de negro una por una. John era

Bien conocido y aquellos que venían a

rendirle homenaje eran de procedencias

Extraordinarias. Felipe y Helen les daban la

bienvenida afuera mientras yo los saludaba

Adentró en el pasillo.

_ Señorita Pérez. _ La señora Fernández camino

Hacía mi con una caja de sándalo en la mano.

_ Señora Fernández, ¿qué sucede? _ La familia Torres

no era tan complicada a pesar de ser rica

Porque no había muchos herederos. John

Siempre prefirió una vida de paz y soledad

Y yo había contratado a la señora

Fernández para que lo cuidara. La señora

Fernández conoce la caja de sándalo en mis

Manos con una expresión de condolencia

en su rostro.

_ Esto se lo dejó el señor Torres antes de fallecer.

Guárdala muy bien _ Dio una pausa antes de

Continuar _. El señor Torres sabía que el señor

Miguel, la forzaría a divorciarse de él tras su

Fallecimiento. Si no

Quiere que eso pase, entréguele esta caja y

una vez que la vea, pensara dos veces

Antes de divorciarse de usted. Agache la

cabeza para mirar dentro de la caja

Cuadrada en mis manos, pero tenía una

cerradura oculta. Voltee a ver a la señora

Fernández y confundida, le pregunté:

_ ¿En donde esta la llave?

_ El señor Torres se la

dio al señor Miguel.

_ La señora Fernández me analizó mientras me

aconsejaba _. Ha perdido mucho de peso

últimamente. Debería cuidar su salud. El señor

Torres siempre deseó que usted y el señor Miguel

tuvieran un hijo sano para que fuera el

heredero de la familia. Ahora que falleció, no

dejen que el árbol familiar termine con

ustedes dos.

_ Al mencionar al bebé, me quede sorprendida

por un instante y luego le sonreí decidiendo

No comentar nada al respecto. Al terminar con las

Plegarias, el ataúd del abuelo iba a ser

llevado al cementerio para enterrarlo. Ya

Era mediodía cuando llegamos, pero Miguel seguía

sin aparecer; tenía que presentarse incluso

Cuando se acabara el funeral. Pronto, Felipe

se acercó a mí junto con Helen agarrada de

Su brazo y me dijo:

_ Lilly, tu abuelo John no va a regresar nunca más.

Ve a decirle a Miguel que deje de guardarle rencor.

El anciano no le debe nada.

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