capitulo 7 Mara esta embarazada.

_ Señorita Monte, me sorprende lo rápido que

cambia de personalidad _ Tomé mi bolso

lanzándole una mirada apresurada y me

preparé para irme a casa de los Torres.

Como Miguel no estaba dispuesto, era mi

trabajo ir en su lugar. Tan pronto como

Llegué a la puerta, Mara se parió enfrente

de mí para bloquearme el paso. Al ver que

Miguel no estaba, por fin podía dejar de

fingir ser una conejita indefensa y de

Manera drástica, me cuestiono:

_ ¿Cuándo vas a firmar los papeles de divorcio? Me

Quedé asombrada por un segundo. Sin

embargó, me rey y la míré.

_ ¿Estás jugando a ser la rompe hogares para

obligarme a divorciarme de él?

_ ¡Tú eres la rompe hogares! _ Llamarla de esa forma

Parecía ponerla con los nervios de punta porque su

rostro se puso serio y replico.

_ Si no fuera por ti, la dueña de esta casa habría sido yo. Desde que John murió, no hay nadie que te

Proteja y nadie te va a asegurar que sigas

viviendo aquí. Sí fuera tú, firmaría los

Papéles de divorcio, tomaría el dinero que

Miguel me ofreció y me iría lo más lejos

Posible.

 _ Bueno, ¡es una lástima que no

sea como tú, señorita Monte! _ respondí con

Tono frío mientras ignoraba sus puñaladas y

la esquivaba para bajar las escaleras. A

Parte de Miguel, nadie podía decirme nada

para lastimarme. Al ser una persona

Que disfrutaba ser el centro de atención,

Mara se sentía insatisfecha por el hecho

De Que la estaba ignorando y De pronto,

agarró mi brazo.

_ ¿Qué tan descarada puedes ser, Liliana?

Ni siquiera le gustas a Miguel.

¿Cuál es el punto de aferrarte a él? Al

observarla, me dieron ganas de reírme, pero

Dije mis siguientes palabras con mucho

calma.

_ ¿Cómo estas consiente de su postura??

Hacía mi?, ¿De qué hay qué estar

nerviosa?

_ Tú.. _ Mara se sonrojó sin

poder contestar. Me incliné hacia ella con

Una ligera mueca en mis labios y bajé la voz

Para susurrar.

_ En cuánto a porque me

aferró a él.. _ Di Una pausa mientras

Entonaba mi voz _. Tiene muy buenas

habilidades. Dime, ¿Por qué me iría?

_¡Eres una descarada! _ Los ojos de Mara se

pudieron rojos por él enojó y sin pensarlo

levantó las manos e intento empujarme. Las

Escaleras estaban detrás de mí y por

instinto, me doblé hacia un lado Para evitar

Qué me empujara. Sin embargo, no me

imagine Que élla fuera a perder el balance y

Se cayó por las Escaleras _ Ah _ Su grito

Cortante resonó por toda la sala y me

quedé parada por un momento sin poder

Reaccionar. Para mi desgracia, me hicieron a

un lado al sentir un aura helado lanzarse

Hacia mí. La figura de Miguel se podía ver

bajando las escaleras para revisar a

Maya, quien estaba tirada en el piso al

final de los escalones. Maya estaba

Encorvada en forma de balón, sosteniendo

su abdomen con una mirada agonizante en

Su rostro ceniciento y con vos débil, habló:

_ Mi bebé, mi bebé. _ Había un charco de

Sangre debajo de su cuerpo, manchando

una gran parte de la alfombra roja y mi

Cuerpo se congeló. <<¿Esta... ¿Embarazada?

¿Con el hijo de Miguel?>>

_ Miguel, el bebé, el bebé _ Maya tiró de la manga de

Miguel mientras seguia repitiendo esas palabras

como si fuera un disco rayado. La frente de

Miguel estaba empapado de sudor y su

expresión frívola se hundió con temor.

no temas. El bebé estará bien. _ Consoló a

Mara y la tomó en sus brazos antes de

Salir por la puerta. Después de dar unos

pasos hacia adelante, se detuvo de forma

Repentina. Sus ojos brillantes eran oscuros

Como el abismo y el coraje en su voz era

Palpable.

_ Imagino que estás feliz, Liliana

_ Esas simples palabras estaban llenas de

Odio y furia. Yo no tenía palabras y no supe

Como reaccionar.

_ ¿No iras tras ellos para explicar lo que paso?

_ Una voz profunda se escuchó por detrás,

haciéndome entrar en razón. Me di la vuelta y me

sorprendí de ver a Saúl de repente. Contuvo el pánico

Que se elevaba en mi corazón y con calma,

pregunté: _ ¿Explicarles que? Él levantó su

Ceja.

_ ¿No te da miedo que vaya a pensar?

¿que empujaste a Maya?

Mis ojos se hundieron mientras un indicio de amargura brillaba a través de ellas.

_ No importa si la empuje o no. La vecesque Mara sé lastimó y alguien debe tomar responsabilidad

Por ello.

_ ¡Es bueno que lo sepas!

Saúl bajó las escaleras y salió de la finca

Con su maletín de médico en la mano.

Probablemente, se dirigía al hospital

A ver a Mara

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