19. Directo en la trampa

Entramos a mi oficina y nos sentamos, su mirada escaneaba todo el lugar y yo no podia dejar de verlo, mi corazon latía desbocado en mi pecho cada vez que estaba con el, mis manos temblaban y mi cuerpo tenia vida propia y se negaba a obedecerme, esto no era lo correcto, aunque yo no quería a remus el era mi esposo, el hombre con el que tristemente habia compartido mucho años de mi vida, necesitaba terminar esto, divorciarme de Remus y irme fuera del imperio, habia amasado una fortuna considerable a escondidas de todas las ratas que vivian en este castillo, con eso me alcanzaba para vivir comoda en cualquier lugar lejos de aqui, pero solo con pensarlo mi corazon dolia, dolia demasiado pensar en irme y dejarlo atras, habia vivido con su recuerdo por 4 años y sabia que lo seguiria haciendo hasta el dia que muriera, su sonrisa me llenaba de alegria, sus ojos alumbraban la oscuridad que habia en mi, el silencio de la soledad con la que había crecido se había llenado de sus risas en el bosque, de sus palabras de aliento y sus lindos cumplidos sobre la gran maga que seria algun dia, solo un año necesito para quedarse por siempre en mi corazón y nunca se iba a ir lo sabia con certeza, iba a pasar toda mi vida comparandolos a todos con el y terminando en la misma conclusion, no importa lo amable inteligentes o guapos que sean porque ninguno es el. Dios estaba vuelta un lio en mi mente, lo amaba, lo deseaba y daria lo que fuera por volver el tiempo atras y no haberme casado con su estupido hermano.

- Alicia, estas bien.

Cuando escuche su voz senti que volví a la realidad, sus ojos me escaneaban preocupado.

- Porque estas triste, porque te sientes asi que sucede

Habia olvidado que el podia sentir lo que yo sentía.

- Nada solo... Tonterias de mi familia.- pude escaparme fácilmente poniendo una tonta excusa y aunque parecia no creerme el no pregunto mas, nos quedamos en silencio por unos minutos hasta que hable.

- Entonces me cuentas cuales son tus ideas.

- Claro a lo que vine, estaba pensando en la guerra, en como podríamos ganarles, todavia puedes hacer aquel truco de la niebla?

Pasamos todo el dia en estrategias de guerra y preparaciónes y asi transcurrio la semana, partiríamos a la guerra en dos dias, el imperio estaba asustado de lo que sucederia. Estaba en mi oficinas cuando llegaron unos guardias a buscarme.

- Princesa su presencia es solicitada en el salón del trono.

- Ok vamos

Me levante y los segui, cuando llegamos al salon del trono, Alejandro estaba ahi se veia preocupado, podia sentir su preocupacion en mi pecho y me ponia nerviosa. El primer ministro hablo.

- Princesa la hemos llamado aqui porque hemos recibido quejas de algunos pueblos del imperio y guardianes del palacio, al parecer las pagas y los subsidios no han llegado donde deberian estar, el antiguo emperador aquí.- el apunto al emperador que estaba a un lado de Alejandro, me veia con molestia y saña, no sabía que estaba cavando la tumba para su pequeño favorito.- nos ha dicho que usted lleva las cuentas del imperior ya que usted pidio ayudar con algo y como el confia en usted se las dio, ahora queremos que nos de justificacion de esto y traiga los libros contables.

- Ok entiendo la acusación, hace mas de una semana como todos saben estuve en cama por el ataque del dia de la coronacion, mi esposo tomo mis obligaciones que originalmente eran suyas, el antiguo emperador me dijo que yo debia llevarlas como apoyo a mi esposo que tiene muchas obligaciones, las estuve llevando por cuatro años y todo ha ido perfecto.- Todos asentian y me miraban sorprendidos, nadie sabie que yo llevaba las cuentas desde que entre al palacio.- fui entrenada para esto desde que tenia 9 años asi que definitivamente he hecho bien mi trabajo, los libros de cuentas los tiene mi esposo, asi que podrian traerlo aqui y arreglamos este pequeño problema.

Alejandro le hizo una seña a los guardias y salieron a buscar a remus, su padre me veia con mas molestia, lo habia dejado en evidencia delante todos y ahora le tocaba a su lindo hijo, veamos como manejara esto. Cuando llegaron con Remus el se veia confundido

- Principe lo hemos llamado aqui porque hemos recibido reportes de que los subsidios y pagas no han llegado a donde deberian de estar, originalmente llamamos a la princesa ya que su padre dijo que ella manejaba las cuentas, es eso verdad?

El se veia nervioso.- Si ella...- remus se aclaro la garganta y miro a su padre en busca de ayuda pero el no hizo nada asi que no le quedo de otra que responder.- Si, mi esposa se encarga de las cuentas pero...

- Desde cuando?

- Desde cuando que?

- Desde cuando la princesa se encarga de las cuentas del imperio? Aun lo hace?

- Desde que entro al palacio ella se encarga de las cuentas es buena en eso asi que la dejamos hacerlo, pero desde que ella se enfermo yo e tomado mis obligaciones.

Lo dijo tan seguro de si mismo, como si fuera un niño que acababa de aprender a limpiarse el trasera el solo, era vergonzoso.

- Entonces usted tiene el libro de las cuentas?

- Si claro, estan en mi oficina.

- Busquenlos.- Alejandro ordeno a los guardias ir a buscarlos. La cara de Remus cambio se acerco a mi lado y me miro.

- Que esta sucediendo Alicia.

- Al parecer nos ha jugado como se debe niño grande.

- He?

El quedo con cara de confusión y iba a hablar cuando volvieron los guardias y le dieron los libros a Alejandro, el comenzo a ojearlos y su cara cambiaba cada vez mas.

- Me puedes explicar en que se ha ido todo este dinero.- El se acerco y le mostro el libro, remus temblaba, estaba palido y tartamuedaba como tonto.

- Eso... Yo... He...

- Termina de hablar.- Alejandro grito molesto, sentia la rabia ardiendo dentro de mi.

- Estuve de paseo con mis concubinas, ellas compraron algunas cosas.

- Y esto?.

- Eso... Eso... Eso es mucho antes de que yo tomara los libros, mi esposa debe saber.

El volteo a mirarme y todos me miraron esperando que hablara, este era mi momento de regocijarme, di un paso adelante con firmeza y hable.

- Ese dinero fue gastado por las concubinas, mi esposo les dio via libre de gastar en lo que ellas quisieran, hable con el para que pararan pero el solo dijo que yo estaba celosa y que las dejara hacer lo que ellas quisieran, pedi una cita con el antiguo emperador y se me fue negada mas de una vez, así que para sustentar reduje mi mesada de princesa y deje de cobrar lo que se me paga por administrar las cuentas, hay esta todo escrito en el libro.

Remus me veia sorprendido y molesto, habia perdido en su propio juego.

- De que hablas Alicia.

- Silencio.

Alejandro lo callo de un grito y siguio leyendo el libro.

- Es verdad lo que dice la princesa, incluso hace mas de 2 años que la princesa no recibe un sueldo por su trabajo en la tesoreria del imperio, esto es una aberracion. Trae a las concubinas ahora.

- Hermano yo...

- Silencio, no soy tu hermano en este momento, soy el emperador. Esto que ha sucedido es una negligencia, sabes cuántos aldeanos llevan mas de una semana esperando recibir un subsidio del imperio mientras tu paseabas y gastabas el dinero del imperio.

- Pero, soy el segundo principe tambien es mi dinero.

- Ese dinero no es tuyo.- Alejandro exploto y todo quedo en silencio hasta que volvio a hablar.

- Ese dinero no te pertenece, es del imperio, es de todas las personas que trabajan para mantener este imperio prospero y seguro, de aquellas personas que limpian toda la mierda que ensusias, de las personas que hacen algo por el imperio, dime que haces tu por el imperio hermano.

El salón quedo en silencio, remus apretaba los puños de molestia y no decia nada, no tenía nada que decir, el nunca habia hecho nada por el imperio, se habia quedado aqui encerrado disfrutando del trabajo de los demas. Las puertas se abrieron y entraron mis hermanas, confundidas, lo miraron asustadas y miraron a remus pidiendo una explicación.

- Señoritas, me pueden explicar porque carajos se gastan el dinero del imperio como si les perteneciera.

Las dos temblaban y no decian nada.

- Hablen.- Alejandro les grito molestos y patricia hablo.

- Nosotras... Nosotras solo gastamos el dinero de nuestro esposo majestad, no sabemos de que habla.

- No saben ja... Entonces todos estos gastos de que son.

El les mostro el libro y las dos miraron confundidas y asustadas, mis tontas hermanas no sabian nada de cuentas y numeros, nisiquiera sabian leer, solo habian recibido clase de etiqueta y bordado en toda su vida, solo servian para calentar la cama de mi estupido esposo.

- No entienden nada no?

Alejandro se rio de ellas con saña, si que estaba molesto.

- Todas las compras estupidas que han hecho desde que llegaron aqui han sido pagadas con el dinero del imperio, estoy seguro que cuando entraron aqui a cada una se le asigno una mesada de concubina entonces me explican porque gastan mas de lo que se le da.

Ellas miraban a todos lados, miraban a Remus buscando que decir pero su mirada les pedía callar. Estaban en silencio cuando flora hablo.

- Mi hermana Alicia tambien lo hizo, ella llego hace unos dias con muchas compras.

- Si si es verdad ella lo hizo, traia muchas joyas y ropa de la boutique mas cara del imperio.

El primer ministro volteo a verme.- Es verdad eso princesa.

- Si es cierto fui de compras hace unos dias y gaste una cantidad grande de dinero, usted sabe las mujeres nos gusta las cosas refinadas, pero todo fue pagado con mi dinero.

- De que dinero nos habla si usted no ha recibido una paga desde hace mucho tiempo.

Mis hermanas me veian burlonas, creian que habian ganado, lo que no saben es que habian caido directo en mi trampa.

- bueno antes de tener que anular mi paga por la negligencia de otras personas.- Mi mirada se dirigio al antiguo emperador que me miraba con molestia.- Recibi mi mesada de princesa y mi paga de tesorera por dos años, aqui en el palacio se me da la comida que como y la ropa que visto asi que no necesitaba nada mas, guarde todo ese dinero y lo inverti, actualmente tengo 5 negocios en funcionamiento que son manejados por mi socio el Duque de Saint, de ahi saque el dinero para mis compras.

El emperador salio gritando inmediatamente.- Mentirosa el Duque de Saint esta muerto.

- Lo se, el antiguo Duque de Saint esta muerto, mis negocios son con su hijo El nuevo Duque de Saint Leonardo Saint

Los ojos de Alejandro se posaron en mi, podia sentir muy dentro de mi Molestia y se que venia de el, acaso le molestaba que yo tuviera tantos negocios.

- Traigan a el duque ahora.- Su padre grito en colera.

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Comments

Normedys Castillo

Normedys Castillo

muy interesante 😊

2024-05-14

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