LA HIJA DE LOS COLLINS

Después que Akira se

marchara a la oficina; Cleo se quedó en su estudio, todavía pensaba en que ya

que su compañera no la había dejado y le había dado una segunda oportunidad; haría

todo lo que estuviera a su alcance para protegerla e intentaría ponerla en el

menos peligro posible, estaba más que decidida a no dejar que nadie más murase

por culpa de ella o por la codicia de Evans.

Mientras pensaba y pensaba, las horas ya habían pasado, si no es porque Paul entro al estudio y la saco de

sus pensamientos, no se percata que el sol ya estaba en el horizonte — ¿Joven? —

le hablo el mayordomo.

—   ¿Qué pasa Paul?

—   El padre de la srt. Akira está en la sala de star, dice que usted pido verlo —

informo.

¿Cuántas horas habían asado desde que Akira se fue?, no lo sabía, no se había ni siquiera dado cuenta de

todas las llamadas que tenía en su teléfono y de todos los mensajes que su compañera le había dejado para avisarle que su padre iba de camino a la mansión, tanto que no se movió ni un centímetro del lugar donde se había quedado sentada.

—Es verdad, hazlo pasar al estudio y cerciórate que nadie se acerque a estas puertas y nadie nos moleste,

hasta que el señor Robert se retire, ¿entendido? — le ordeno Cleo al hombre

—Como usted ordene joven — respondió Paul y se retiró, para después de unos minutos regresar con el padre de Akira detrás de él, — adelante por favor, la joven ya lo espera — escucho decir Cleo.

Robert entro a la habitación y se quedó mirando a Cleo, intentando adivinar cómo comportarse delante de ella, para el también todo lo que había pasado en el bosque era nuevo, y aun que no participo en la pelea no se perdió nada de lo que paso en aquel día, él conocía a William y sabía que su hija no iba a correr ningún peligro, además de que después de todo este mundo también era parte de su

familia.

—Robert por favor pasa, y toma asiento — le invito ella.

El hombre aun no decía nada, pero obedeció las palabras de Cleo y se sentó en el sofá que estaba justo

enfrente del de ella, ambos se miraron a los ojos nuevamente y un silencio incomodo se hizo presente en la habitación.

—¿Puedo saber que te hizo llamarme ALFA? — pregunto el hombre, haciendo un gran énfasis en la última

palabra.

—Claro que sí, pero antes que te responda, ¿Por qué usas esa palabra conmigo?, acaso ¿sabes que soy? — le

pregunto.

—Se lo que eres, y si te llamo asi es porque asi es como debo dirigirme a ti — le contesto.

Cleo dudo por un momento sobre que decir ante esa afirmación, pero no quería adelantarse a los hechos, ella tenía preguntas y el único que le podía dar esas respuestas era Robert, asi que lo único que le quedaba era tener paciencia.

—Bien, no tengo nada que responder a esa afirmación por el momento, la verdad es que te mande a llamar porque necesito respuestas y solo tú me las puedes dar

—¿Respuestas?

—Asi es

—Y ¿Por qué soy el único que te les puede dar alfa?

—¿Por qué las preguntas tienen que ver con tu hija, con mi compañera?

La mirada de Robert cambio de estar clamado a estar alarmado, es como si Cleo hubiera tocado un tema que él

no quisiera sacar al descubierto, pero después de todo Cleo era el alfa y su palabra es una orden para cualquier hombre lobo.

—¿Qué quieres de mi hija Cleo?, ¿Cómo es eso que es tu compañera? — cuestiono el hombre.

—Robert tengo la sensación de saber a qué me refiero cuando te digo que Akira es mi compañera, pero hay ciertas cosas que yo averigüe por mi cuenta que aún no me han quedado claras, esa es la razón por la que estas aquí, antes que sigamos me disculpo por dirigirme a ti de esta manera, pero creo que los dos sabemos porque no lo puedo evitar

—No te preocupes alfa, lo entiendo, por favor pregunta lo que tengas que preguntar, tratare de darte

todas las respuestas

—Eso me parece estupendo, entonces quiero que empieces a contarme como es que decidiste adoptar a Akira, por favor — le pidió Cleo, con el tono más amable que podía utilizar.

Robert se sorprendió cuando escucho la palabras “adoptar” por qué ese secreto solo muy pocas personas lo conocían, no sabía cómo esta joven que tenía enfrente había podido si quiera saber esta información cuando él se había encargado de borrar todo rastro de que la pequeña Akira era adoptada.

—No sé cómo es que lograste descubrir esa información ya que yo me las arregle para que nada de eso se supiera, pero, en fin, ya que ese es el asunto te contare — le dijo

Cleo sabía que en el mundo humano no había ni una información de una niña adoptada por la familia Collins,

pero creo que ya es evidente que este mundo no era lo que parecía, y alberga tantos secretos que no es imposible que uno de esos secretos diese la pauta para que la gente de la manada pudiera averiguar información que ya no existía.

—Tuve mis medios; continua por favor Robert — le pidió.

—Ok, …bueno veras Cleo, cuando mi esposa tuvo a mi hijo Chirs, nosotros fuimos los más felices del universo entero, pero nunca imaginábamos que el embarazo de Carol se complicaría y nuestras vidas cambiarían cunado apenas la estábamos empezando, después de mi hijo nacido los médicos nos dieron la noticia que a Carol le tuvieron que extraer la matriz, a causa de una Adenomatosis, por una infección que le provocó sangrado abundantes y muy dolorosos, eso fue un golpe muy duro para ella; como una mujer tan joven iba a vivir sabiendo que ya no podía dar otro hijo más, pero asi fueron las cosas, gracias a Dios que Chris nació sano y fuerte, creció sin ningún problema, pero mi esposa aun quería otro hijo más, entonces lo hablamos, porque yo nunca la deje sola, porque tampoco le reproche el hecho de que no pudiera darme otro hijo — Robert se quedó un momento en silencio y Cleo solo lo observo y no dijo nada.

El ambiente en la habitación era tenso, ya que se estaban tocando temas que eran muy doloroso para Robert, pero Cleo necesitaba respuestas para que pudiera acercarse a su compañera un poco más, ya que si lo que le dijo su padre resultaba ser verdad, Akira debía de conocer la verdad para aceptar a su verdadero lobo.

Después de uno breves minutos Robert, salió de sus pensamientos y continuo — Entonces después de unos tres años, decidimos buscar un hijo en adopción, fuimos a muchos orfanatos, pero en ninguno aceptaron nuestra solicitud, es más fuimos a otros países como México, Inglaterra, Japón, China, India, pero nada, regresamos a casa decepcionados y muy desanimados, hasta que una mujer que te puedo decir que por más que trate de buscarla nuevamente no la pude encontrar en ningún lado; esa mujer un día que iba a la oficina se acercó a  mí y me entrego un papel con una dirección escrita y me dijo que ahí podía encontrar lo que estaba buscando, no había otra respuesta para esa afirmación, más que lo que estábamos buscando era una hija o un hijo para darle un hogar, entonces regrese a casa rápidamente y le dije a Carol lo que había pasado, decidimos ir y ver. Resulta que la dirección no estaba muy lejos de la ciudad, era un pequeño orfanato, ya destruido, viejo, daba la impresión que la cimentación estaba por derrumbarse, pero aun asi fuimos y tocamos a su puerta…

—Espera ¿Dónde está ese Lugar exactamente? — pregunto Cleo, interrumpiendo al hombre.

—El lugar está muy cerca de la frontera con la ciudad vecina, pero ya fue demolido hace muchos años, por orden mía, asi que ya no existe

—Entiendo, continua por favor —

—Bien — respondió el hombre y continuo —cuando la puerta de aquella pequeña casa se abrió, una mujer ya muy anciana nos recibió y nos dejó pasar, la verdad es que cuando entramos daba la impresión de que la mujer vivía sola, por un momento pensamos que aquella persona solo nos jugó una mala broma, pero todo fue en cuestión de segundos, en una de las habitaciones el llanto de un bebe nos tomó por sorpresa, la anciana se disculpó y se dirigió a esa habitación, nosotros la seguimos y fue cuando nos enamoramos de esos pequeños ojos azules, y de esas manitas tan bonitas, la señora se percató de nuestra presencia y nos dejó ver a la niña, mi esposa la tomo en sus brazos y sabía que desde ese momento no la dejaría ir, asi fue como Akira llego a nuestras vidas, Alfa.

—¿Pero ¿cómo es que la señora le dejo a la bebé?

—La verdad es que al principio parecía querer quedarse con la niña, pero también era consiente que ya sus edad era muy avanzada, y además su condición de vida no era la indicada para criar a una bebé, le propuse que me la diera en adopción, y le daríamos una compensación.

—¿La compraste?

—No Alfa, solo queríamos darle algo a la anciana para que se ayudara a sobrevivir el tiempo que le quedara de vida, pero la mujer se negó a recibir nuestro dinero, solo cuando nos entregó a la niña nos pidió que la cuidáramos como a nuestra propia vida, porque Akira era especial, después de eso prácticamente nos hecho de la casa. Nos fuimos con la bebé, la llevamos con el pediatra, tiempo después de que la niña ya estaba en mejor estado de salud, intente buscar a la mujer, la casa estaba vacía, y no había rastro de ella, fue cuando decidí derribar la habitación y borrar todo rastro de que Akira era adoptada, pero lo peor llego después, unos años

más tarde.

—¿Qué fue lo que paso?

—Akira empezó a presentar algunas conductas raras, además de que se empezó a enfermar constantemente, le daban fiebres, gritaba de dolor en los huesos, la niña sufría constantemente, nos dolía verla en ese estado, la llevamos con todos los médicos pediatras que pudimos y nada, nadie tenía una respuesta para la condición de Akira, estábamos desesperados en verdad muy desesperados de que las cosas estuvieran de este modo, fue entonces cuando aquel acontecimiento sucedió.

—¿Te refieres a cuando la secuestraron?

—Asi es, a eso me refiero, en un día de los poco en los que Akira estaba tranquila y sin problemas de salud, la deje ir al colegio porque ella quería asistir, y cuando fue la hora de la salida su maestra nos llamó para decirnos que la niña se había puesto mal en ese momento y que la había mandado con el chofer, pero eso fue lo que nos

puso en alarma, nosotros nunca hemos tenido chofer, entonces pensé que los Harvey la habían recogido y me comunique con William, pero él me dijo que tampoco ella había recogido, fue cuando me di cuenta; a la niña la habían secuestrado y estaba enferma, mi hija estaba sola, con mucho dolor en su cuerpo y si nadie que la ayudase, busque por toda la ciudad, por todo el bosque, fui a los pueblo vecinos y nada, no había rastros de ella, los Harvey me ayudaron a buscar en todos los lugares que se nos ocurrieron pero nada, no había ni una señal, ni una llamada, pasaron horas muchas horas y ni una llamada del secuestrador, estaba desesperado, porque prometí cuidar de ella, y que hice en el primer descuido la perdí, me la robaron, me sentía impotente por que no podía hacer nada.

Pero no fue hasta que dieron más o menos las dos de la mañana cuando mi teléfono sonó, la voz de una mujer se escuchó y me dio una dirección, después de eso colgó el teléfono y lo único que pude hacer fue irme rumbo a esa dirección, solo William me acompaño en esa ocasión, porque pensamos que podía ser una trampa.

—¿Qué dirección te dio?

—Fue la vieja bodega que esta al sur de la ciudad, cuando llegamos a ese lugar, lo primero que mis ojos buscaron fue si mi hija estaba ahí y efectivamente estaba tirada en el suelo, inconsciente y rodeada de velas, la madrugada estaba muy fría asi que corrí como un loco y tome el cuerpecito de mi pequeña, me sorprendió que a pesar de lo frio que estaba el ambiente ella hervía, cuando iba de camino a la salida de aquel lugar, la misma voz de aquella mujer me detuvo, y de pronto estaba rodeado de una especie de domo o no sé qué era, entonces me hablo desde la oscuridad porque nunca me dio el rostro y tampoco pude dar con la dirección de la voz porque dentro de ese domo parecía estar en todos lados.

—¿Qué fue lo que te dijo?

—La mujer me dijo que Akira era muy especial y que debía de cuidar de ella, porque las personas con las que estaba familiarizada podrían hacerle daño; no entendía nada de lo que estaba diciendo, pero aun asi solo me dispuse a escucharla, entonces sigue diciendo: tu hija ha estado sufriendo porque su verdadera forma quería despertar, pero aún no es tiempo; le pregunté a que se refería y fue cuando me dijo que mi hija era parte de una línea de sangre de hombres lobos que existía desde hace muchos siglos, no quería creer pero después me mostros una imágenes, que solo aparecieron en mi cabeza como si fueran una película, no sé cómo lo hizo y tampoco quien era esa persona pero asi paso, también la mujer me dijo que se había encargado de suprimir el lobo de  la niña y que no se iba a rebelar hasta que llegara el momento y el tiempo indicado, que no iba a tener más problemas y que iba a poder crecer sana y salva, intente preguntar por quiénes eran los padres biológicos de Akira pero la mujer me dijo que jamás intentara buscar a los padres de la niña, porque nos matarían a todos, en ese momento Cleo lo único que me importaba era que tenía a mi hija en mi brazos sana y salva, no más, después de que la mujer termino de hablar el domo desapareció y con él la vos de aquella mujer. Me fui a casa y no le conté a mi esposa nada, ni a William de lo que me dijeron porque esa fue la última advertencia, —No digas una sola palabras de la verdadera identidad de tu hija; asi que solo me inventé una historia loca, y seguimos con nuestras vidas, mi hija estaba sana, y creció sin ningún problema.

—Entonces no sabes quienes son los padre biológicos de Akira — dijo Cleo un poco decepcionada.

—Lo siento alfa, pero es todo lo que te puedo contar — le dijo el hombre.

—No te preocupes Robert, te agradezco por responder todas mis preguntas, al menos ahora confirmo que Akira

es una verdadera mujer lobo y que si no había despertado es porque le suprimieron a su lobo.

Cleo y el hombre hablaron un poco más sobre la chica de ojos azules, y después de un tiempo Robert se retiró y Cleo se sentía muy cansada, y estresada, pero al menos ahora estaba más segura de que Akira era una verdadera mujer lobo, y que era su mate destinado, la portadora de un fragmento de su alma.

Ahora las cosas se iban a poner interesantes, tenían una ventaja sobre Evans y no lo iban a desperdiciar

para nada, en el momento en el que ella se disponía a salir del estudio, hacia ella corrió, aquella persona que tanto amaba que estaba tan deseosa de ver y sentir.

—Cariño, ya estoy en casa— le dijo la chica mientras depositaba unos pequeños besos en los labios de la

otra.

—Bienvenida mi pequeña torpe — y la abrazo para luego aspirar ese aroma que tanto la calmaba.

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