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♡ELISA NARRANDO♡

 Como si fuéramos la atracción principal de un circo, Richard y yo llamamos mucho la atención cuando llegamos a la sala, donde había varias personas, como 9, antes de que pudiera decir algo, alguien se arrojó sobre mí, su ropa estaba muy colorido y extrañamente rubio, "debe ser el hermano de Eliene", pensé mientras me abrazaban fuerte.

 __Oye hermanita, lamento no haber ido a tu boda, fue culpa de mi mamá, ya sabes, ella quería que usara un traje, imagínate que voy a usar algo horrible así-pronunció las últimas palabras en voz baja, gesticulando y riendo de ti mismo.

 “Wow, este pequeñito es genial, me gusta”, pensé mientras le devolvía todo el cariño que recibí.

 __No te preocupes Murilo, aún nos quedan muchas fiestas a las que ir juntos...

 __Hanna, ahora mi nombre es Hanna, ay que emoción hermanita, finalmente ordené que quitaran esa cosa- Interrumpió mis palabras, mientras hablaba eufórico, Hanna me mostró su nueva identidad y en ese momento el abuelo se molestó y golpeó. la mesa con fuerza.

 __Basta de tonterías, ten modales Murilo, respeta mi casa - dijo el hombre mayor, bastante irritado.

 Hanna no dijo nada, se sentó en el sofá y comenzó a usar su celular, para poder saludar a todos los familiares, me acerqué a la mamá de Eliene, le di un fuerte abrazo y luego le dije:

 __Hola mamá, lamento haberte dejado sola ayer, prometo visitarte más seguido en el futuro – dije para luego besar su mejilla.

 "Entonces te cobraré", respondió ella, sonriendo, pero no había sinceridad en esa sonrisa.

 Al verme abrazar a Kenia, el abuelo se puso celoso, se cruzó de brazos como un niño mimado y luego dijo:

 __¿Por qué solo recibe abrazos?-Preguntó el mayor haciendo pucheros.

 Al escuchar esas palabras, caminé hacia él y me acurruqué en sus brazos, sería tan bueno si tuviera un abuelo, aunque fuera para regañarme jajaja.

 Todos me miran con miradas complicadas “No creo que venir aquí fuera una buena idea”, pensé al ver a una chica insinuándose hacia Richard.

 Sin más nos dirigimos al comedor, los pasos del abuelo ya dan señales de su edad, así que me quedé un poco más atrás haciéndole compañía, mientras Richard se pegaba a su madre como un niño.

 Al entrar al salón, el abuelo y yo nos miramos por unos segundos y en sincronía dimos un largo suspiro y luego una risa, ya todos estaban sentados en la mesa, solo quedaban dos sillas, la del abuelo, centrada porque estaba el patriarca de la familia y otro, entre dos hombres no sé sus nombres, pero tengo que llamarlos tío, porque así los llamaba Eliene.

 Sin pensarlo mucho solo me siento observando todo, Adelaide también se sentó en el otro extremo, a su lado derecho estaba Richard y a su izquierda la mujer que justo ahora se insinuaba hacia él.

 “Déjale paso, te corto los huevos en casa y luego me voy”, pensé mientras miraba fijamente a Richard.

Parece que recibió el mensaje jajaja. Le pidió a la niña que cambiara de lugar conmigo, pero Adelaide lo miró ferozmente y dijo:

 __¿Desde cuándo mi hijo se volvió tan grosero?-Preguntó fingiendo estar molesta.

 __No es eso mamá, solo quiero tener a mi esposa cerca de mí – dijo bajando la cabeza en señal de respeto hacia su madre.

 Lo saludé diciéndole que todo está bien, me lanzó un beso al aire y me miró por un largo rato, “muy dulce”, pensé al recordar que Richard había dicho que no podía tratarme con amor delante de los demás.

 Uno de los hombres a mi lado se arrepintió de nuestro amor y cambió de lugar con Richard, ya muy cerca de mí, mi dulce mafioso sonrió y luego me habló al oído:

 __Lo siento amor, mamá es fuego, debe ser su edad, creo que ya necesito ver a un psicólogo, mamá va a ser mucho trabajo – dijo para luego tomar mi mano.

 A los pocos minutos por fin trajeron la comida, con cada plato colocado en la mesa, había un gran suspiro, “genial, ni siquiera desayuné y solo voy a almorzar lechuga, que siga el régimen intermitente”. empieza”, me burlé mentalmente mientras miraba las ostras y el pescado asado en la mesa.

 Soy alérgico a estos alimentos, las chicas del colegio me decían guay, pero no es así, viene de mí y ni siquiera puedo cambiar si realmente quiero.

 Al ver que solo puse ensalada en mi plato, Adelaide esbozó una sonrisa falsa y fingió estar bromeando:

 __ ¿Qué le pasa a la comida, querida? ¿No me digas que tienes miedo de engordar y ser abandonada por mi hijo?" dijo sonriendo mientras mostraba una sonrisa burlona.

 Aunque mostró una amplia sonrisa, aun así noté que era falsa, esta desafortunada ciertamente sabe todo sobre mí, pero me controlé y de inmediato respondí:

 __No es eso tía, es que no tengo hambre y como no quiero parecer ingrata, estoy comiendo al menos un poco de ensalada – respondí sonriendo correspondiendo toda la falsedad que recibí, el abuelo me sonrió levemente mientras dándome un guiño.

 __¿Eso es verdad? ¿O tienes alguna otra razón?, me preguntó Richard al oído.

 __Tengo varias razones, cuando estemos solos hablaré, respondí en voz baja.

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