capítulo 14. cosas que no sabes de mí

Capítulo 14. Cosas que no sabes de mí

Mikka vio por el retrovisor como Dylan desapareció, sonrío mientras seguía conduciendo, durante el trayecto pensaba en los tantos problemas que tenía encima, así fue el camino de regreso a casa, salió de la carretera principal para internarse en el camino hacia la mansión

había avanzado unos cientos de metros cuando vio el auto de Samantha, volcado a la orilla del camino, al instante se preocupo freno de golpe y salió del auto en busca de Samantha, al abrir la puerta e inclinarse para buscar a la joven sintió una fuerte patada en el rostro que lo hicieron soltar un quejido.

- Largó de aquí, estoy armada y no dudaré en disparar!, grito la joven

- Espera Sam!, cálmate soy yo , soy Mikka

Al reconocerlo la joven se sintió a salvó.

- por favor perdóname bombón, no creí fueras tu, lo siento mucho, dime estás bien?, dijo la joven mientras se apresuraba a salir del vehículo inservible.

- dime tú estás bien?, que paso?, desde a qué hora estás aquí?, porque no pediste ayuda?, Mikka no dejaba a la joven responder.

- tranquilo bombón, si!!... estoy bien solo se abrió mi ceja por el golpe… perdón solo me asusté creí otra cosa… lo siento, dijo tiernamente mientras limpiaba un rastro de sangré de los labios de Mikka

El suave toqué de Samantha hicieron estremecer a Mikka y rápidamente se alejó de ella.

- vamos sube te llevaré a tu casa, dijo Mikka mientras abría la puerta para que Samantha entrara al auto

- dime cuánto tiempo llevabas ahí?, preguntó Mikka

- hay bombón casi toda la noche, exclamó Samantha

- venía manejando atentamente como siempre, pero de repente un enorme animal se atravesó y por no atropellarlo perdí el control y después no supe … Creo que me desmaye

- desperté cerca de la media noche, Sali del auto y quise ir a casa pero la verdad … Samantha guardo silencio unos segundos… la verdad tuve miedo sentía que algo me vigilaba desde los árboles, así que decidí esperar a que amaneciera para ir a casa , respondió la joven

- y tu qué haces tan tarde? , a poco apenas vienes de regreso?

Mikka asintió.

- tuve mucho trabajo en la oficina y después mi hermano vino a verme para avisarme que él y su esposa vendrán a vivir aquí, seran mis nuevos vecinos y con tanta platica se fue volando la noche , dijo Mikka.

- espera, espera! , tienes un hermano?, cómo es que no lo sabía?, dijo Samantha.

Mikka sonrió al ver las expresiones de Samantha le parecían adorables.

-hay muchas cosas que no sabes de mi sam, respondió Mikka.

Samantha lo vio fijamente.

- pues es por que tú no me las dejas saber… sabes lo que siento por ti Mikka… pero ya lo se tu solo me aprecias como a una amiga…

- Sam!… dijo Mikka pero inmediatamente la joven dijo.

- creo que mejor me callo se que ya hablamos de esto, dijo en un suspiro la jóven.

Al pasar frente a la mansión que Dylan había adquirido Mikka vio a la entrada de esta a un par de hombres descargando los camiones con todo lo que Dylan y Tania necesitarían, Samantha también los vió y supo que Mikka no le había mentido.

Se dibujo una ligera sonrisa en sus rostro, sabía que Mikka también sentía algo por ella pero se negaba a aceptarlo ambos se mantuvieron en silencio el resto del caminó, al llegar a la entrada de la casa de Samantha ,esta se despidió de él y rápidamente sin decir más.

Mikka quedó ahí con el rostro entristecido ya no soportaba más sentía que en cualquier momento le gritaría a Samantha lo mucho que la amaba, la vio entrar a la casa sin voltear su mirada, después de unos segundos condujo de regreso a casa de Dylan ahí se encontró con Amón, durante un rato conversaron quedaron de acuerdo en algunas cosas y despues Mikka se despidió.

Mikka bajo de su auto, estaba apunto de abrir la puerta , pero César fue quien abrió desde adentro.

- jóven Mikka… le dio la bienvenida… no debería excederse con tanto trabajo, mire….señaló hacia el cielo… el alba a llegado y ustedes apenas viene llegando a casa dijo César.

Mikka sonrió.

- no te preocupes César estoy bien, puedes llevarme dos tazas de café a mi despacho, por favor…ya es hora de iniciar el día, dijo Mikka.

César asintió y se dirigió a la cosina.

Mientras Mikka caminó hasta el despacho se sentó tras su escritorio y comenzó a ordenar una pila de documentos después de unos minutos César entró con el encargo que le había pedido Mikka.

- a qui tiene joven Mikka… dijo César colocando las tazas de café en la esquina del escritorio… espera usted a alguna visita, preguntó César

- oh no, esa taza de café es para ti, por favor toma asiento, necesito de tu ayuda… dijo Mikka mientras terminaba de ordenar los documentos… dime tienes tiempo…sonrió Mikka… tengo mucho que contarte, dijo Mikka.

César asintió sorprendido y rápidamente tomó asiento frente a Mikka.

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