Me convertiré en la bruja

Ella ahora Isabella Hart, se encontraba dando vueltas en su habitación, ¿cómo es posible que reencarnará en la villana de la historia? ¿qué karma estaba pagando?, para ella, esto no tenía sentido.

"¿Qué fue lo que hice para estar pagando este mal?, No, esto debe ser una pesadilla".

Se pellizca el brazo para ver si está dormida.

- Auch, si me dolió.

"Espera, esto quiere decir que no estoy soñando"

Ella se tira en la cama a llorar, a pesar de que su alma es de una adulta, su cuerpo es el de una niña, por tanto, todas sus emociones también. Luego una criada entra con una bandeja en la mano y se sorprende de ver a su señorita de pie.

- Señorita al fin despertó, temíamos que usted no despertara, duro toda una semana postrada en esa cama. - la criada muestra una sincera alegra. - le avisaré a su madre, se pondrá contenta.

La mujer sale casi corriendo de la habitación, mientras que ella se queda pensativa, en su historia jamás contó un accidente a caballo, pero quizás esto hacia partes a las incógnitas que rodean a la historia, pero ya no le iba a dar más vueltas al asunto. Por ahora en lo que tenía que pensar era en como sobrevivir en su propia trama.

- Si, lo importante es sobrevivir.

Mientras piensa en como lo hará, llega su madre con una gran sonrisa, en su cara se nota el cansancio, es obvio que la pobre mujer no ha dormido.

- Hija mía, al fin has despertado. Llevamos una semana pidiendo para que te recuperes. Los dioses nos han escuchado.

La mujer le da un fuerte abrazo, ella se siente muy al sentir este cariño, en su niñez como ella, siempre fue rechazada, ni siquiera sus padres le mostraban afecto alguno, quizás también por eso le dio este trato al personaje.

- Pues si, ya estoy mejor. Aunque creo que necesito recuperarme un poco más, me duele la cabeza, si no te importa me gustaría dormir un rato.

- Claro hija descansa, en un rato Rita te traerá tu cena.

- Gracias mamá.

Una vez se queda a solas, puede respirar y analizar su situación, ¿Cómo fue que ocurrió algo así?, suspirando se resigna y acepta de que esto no es un sueño y es su nueva realidad. Así que toma una libreta para escribir los acontecimientos de la historia, al menos tiene la ventaja de que fue ella quien la escribió, va a tomar está ventaja y la utilizará a su favor.

Lo primero es la niñez de Isabella, ella fue rechazada y no tenía amigos, la única que siempre estuvo a su lado fue su criada Rita, pero hay un acontecimiento que si los recuerdos de Isabella están bien, será dentro de tres días.

En tres días Isabella asiste a la fiesta de cumpleaños de Sandra, quien termina humillándola por no tener poderes, en Astaroth no tener poderes significa ser de una familia mendiga, son catalogados como ordinarios, y sin valor.

"Genial, soy ordinaria, espera, yo si tengo magia, solo debo quitar el sello que me colocaron, si la entreno podre defenderme más adelante, obvio debo mantenerla en secreto, porque peor que ser ordinario es ser una bruja, a esas las colgaban, joder en que estaba pensando cuando escribí esto"

Ella, estaba decidida, debía entrenar y volverse fuerte, debía ser capaz de defenderse, además no iba a molestar a la parejita y tampoco se iba a comprometer con el príncipe ese, es más, se iría lejos del imperio de Astaroth, si iba a retirarse a la mansión del norte, se iría a vivir sola, allí nadie la molestará, y así puede vivir muchos años.

Lo único que la aterra es que allí hace demasiado frío, pues el invierno allí nunca se va, además de que los monstruos acechan constantemente en el lugar, por eso entrenará y desbloqueara su magia para poder sobrevivir allí. Pero primero debe buscar a alguien que pueda quitar el sello, y lo bueno es que ella sabe que en el bosque vive cierta bruja que puede hacer ese trabajo por una suma de dinero, revisa sus cajones y saca las joyas que me os usa y las mete en un saquito, mañana debe hacerle una visita a la mujer.

Isabella se duerme pues debe levantarse, y buscar a la que la ayudara, se mete a la cama y de inmediato se duerme. En la madrugada, un poco antes de que los criados se levanten una pequeña con su capucha sale de la mansión trepando una muralla, y se dirige al bosque.

Isabella camina un gran tramo, hasta que a lo lejos ve la pequeña casa, sonríe, al fin puede iniciar con su plan, una vez llega la puerta se abre, Isabella entra cautelosa.

- Te estaba esperando.

Una mujer sentada en un banco se deja ver, y le indica con la mano a Isabella que se siente en un pequeño sillón que hay en la sala.

- Así, oh claro, eres una bruja.

- Ja, ja, ja, por supuesto, y dime, ¿Cuánto estás dispuesta a pagar?

- Y también sabes a qué vine.

- Yo lo sé todo... Vamos responde.

- Esto es todo lo que tengo, quiero que quites mi sello.

- Si sabes que te pueden ver cómo una bruja ¿no?

- No me importa, solo quiero sobrevivir.

La mujer sonríe, y se dirige a uno de los muebles que están allí, un pequeño gato negro salta hacia Isabella, quien lo toma y empieza a acariciar y el gato solo se acomoda más.

- Veo que le agradas a Siro.

- Es un gato mono.

La mujer sonríe y niega con la cabeza.

- Como tú digas.

La bruja saca una botella con un líquido verde y espeso.

- Debes tomar esto, la mitad hoy y la otra mitad mañana… - antes de entregárselo - Debes ser cuidadosa los efectos son un poco dolorosos, un humano ordinario no saldría vivo, por suerte tú no lo eres.

Isabella lo toma y lo examina.

- ¿Cómo sé que no me estás engañando?

- ¿Por qué lo haría?

- Eres una bruja.

- Tu igual querida, solo que tu poder está dormido. No es veneno, y si te ayudará, debes prepárate para lo que viene.

Isabella decide confiar en la mujer y se levanta con el frasco dispuesta a irse. Pero cuando está a punto de salir, la mujer dice algo que la hace detenerse en seco.

- Tu futuro dependerá de como manejes tu poder, No estás aquí por casualidad... Ella...

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