Mi Primer Amor
PRÓLOGO
Desde pequeña escuché que mi nombre, Patricia, me lo había dado mi madre en el momento en que nací. Me gustaba eso, pensar que ella me vio y me nombró, eligiendo entre tantos nombres por el que llevaría en adelante.
Eso fue así, hasta que me di cuenta de que algo era raro en mi vida. Mi madre, esa que me nombró, me despreciaba hasta el punto de ser dolorosamente obvio, incluso para una niña.
Es por eso que adquirí un mal hábito, que dice poco de mi educación. Escuchar detrás de las puertas o paredes. Lo empecé a hacer para evitar a mi madre, la que no perdía ocasión para regañarme y evitar a mi hermana mayor, que era la encarnación del mal. Y es gracias a eso que escuché una conversación entre ambas, una donde mi madre le contaba a mi hermana que al nacer, me puso Patricia porque le recordé a alguien que odiaba cuando era pequeña. Que era fea y desagradable.
Ambas se rieron de ello y destrozó la ilusión de que mi madre en algún momento me había amado.
Resulta que mi madre nunca quiso tener una segunda hija y sumado a eso, tuvo un parto complicado y tuvieron que hacerle una cesárea. Ese procedimiento le dejó una cicatriz y eso la hace odiarme por echar a perder su figura.
Después de eso, nunca más quise volver a usar ese nombre, pero era algo imposible, así que hice lo siguiente mejor. Le dije a todo el mundo que conocía que me llamaran Patito, porque qué mejor que Patito para una niña que se nombró por ser fea.
Sólo yo conocía el significado de mi sobrenombre y llegó a extenderse tanto, que hasta los profesores me llamaban así, algo que irónicamente irritaba enormemente a mi madre y que a mí me daba satisfacción.
Y así crecí, peleando pequeñas batallas, aunque la guerra estaba perdida desde el principio.
Capítulo 1
PATITO
Los gritos inundan el ambiente y todo es festivo, ya que vamos ganando. La racha de victorias se extiende a seis y con esta, nuestra escuela pasaría a los octavos de final del campeonato entre escuelas.
El delantero y capitán de nuestro equipo de fútbol, se adelanta y un pase desde el costado se transforma en un gol de cabeza, dándole al partido el resultado hasta el momento de un 3 a 0. Todos los que estamos en las gradas saltamos de la emoción, celebrando.
Clarissa me abraza, con una sonrisa de oreja a oreja, ya que su hermano pequeño es uno de los que está en la cancha. La abrazo de vuelta, pero mientras la atención de todos está en el arco contrario, la mía va hacia el nuestro y al arquero.
Ander Castillo es el arquero titular de nuestro equipo y también es mi vecino de la casa del lado. Y por supuesto, es el objetivo de mi amor unilateral.
Él mide exactamente 1,87 y cuenta con un cuerpo bien formado debido a los deportes. Su pelo es una mezcla entre rubio y castaño que es difícil de describir y sus ojos son de un color gris acero. Lo principal de él es que durante nuestra niñez, siempre estuvimos juntos, eso hasta que se me prohibió salir a pasar el tiempo con él, algo que no pude explicarle y a lo que él respondió siendo distante.
Fue en realidad una lástima perder la amistad que teníamos, sobre todo porque ya me gustaba en ese tiempo, pero es mejor de esa manera. Mi hermana Natalia, es del tipo de persona que destruirá cualquier cosa buena que tenga y la única razón por la que Clarissa se mantiene a mi lado, es porque cuando mi hermana la abordó, diciéndole que yo hablaba mierdas de ella en casa, Clarissa respondió que no pensaba escuchar nada de un tercero y que arreglaría las cosas directamente conmigo y así lo hizo. A pesar de los intentos de Natalia de joder nuestra amistad, una vez que le conté mi situación a Clarissa, nunca volvió a creer nada proveniente de Natalia, ni de nadie, antes de hablarlo conmigo.
Es la única que se ha mantenido firme y conmigo, a diferencia de todos los demás, que han sido y son manipulados al antojo de mi hermana.
Miro de manera inconsciente a Natalia, la que se encuentra un poco más arriba en las gradas y me asusto cuando veo que ella está mirando directamente hacia mí, nuestras miradas se quedan un momento cruzadas, antes de que ella mire hacia el arco, hacia Ander, hacia donde yo estaba mirando unos momentos antes. Allí está él, mirando hacia el centro del campo, mientras el partido se intenta reanudar. Miro nuevamente hacia Natalia, la que ahora tiene una sonrisa que conozco tan bien que me provoca escalofríos cada vez que la veo. Porque cada vez, sin falta, lo que sigue a su sonrisa es tormento para mí.
Por un par de días no pasó nada, sin embargo, esa sonrisa no desapareció de mi mente.
-Creo que estás exagerando- dice Clarissa, cuando le digo sobre mi preocupación, mientras vamos hacia la escuela.
-Ojalá fuera eso, pero no lo creo. Ella me vio mirando a Ander- respondo.
-¿Y qué? Puedes mirar a cualquiera y eso no significa que estés interesada en ellos.
-Pero lo estoy- me lamento.
-Sí, sí. Mala suerte la tuya por haber nacido en una familia de sociopatas. Ni siquiera puedes declararte a alguien por miedo a que le hagan algo- Clarissa resume demasiado bien mi situación, en tan pocas palabras que es casi triste.
-Lo sé. Si no fuera por ti, estaría sola, gracias a ellas- digo, pasando mi brazo por el de Clarissa.
-Niña, no conseguirás nada con endulzar mi oído- me responde, luego nos largamos a reír.
A pesar de todo, he intentado que mi madre y mi hermana no borren mi sonrisa.
-¡Madre santa!- exclama de pronto Clarissa, deteniéndose de golpe, cuando estamos en la entrada de la escuela.
-Oye, no molesten- dice alguien que venía tras nosotras, así que la tiro hacia el costado, para no molestar la entrada del resto de los estudiantes.
-¿Qué sucede?- pregunto.
-¡Tenías razón! Mira allí- ella descaradamente apunta hacia adelante. Al principio no entiendo a lo que se refiere, pero rápidamente reconozco a Ander. Sin embargo, mi estómago empieza a doler de inmediato, cuando un segundo después me doy cuenta de que él lleva de la mano a nada menos que a Natalia.
Hay no.
-Lo siento querida. Es desafortunado ser tú- dice Clarissa, mirándome con pensar. -Quizá si le explicamos a Ander que tu hermana es un demonio sin emociones…
-Probablemente ya lo ha predispuesto para que no crea nada de lo que yo pudiera decir. La conozco demasiado bien.
-Entonces qué, ¿te rendirás?- pregunta Clarissa.
-¿Tengo opción? Desde el principio era una causa perdida y si intento hacer algo, probablemente será un incentivo para que ella empeore todo. Lo mejor es pretender que no me importa, para que así su interés en Ander desaparezca.
Tristemente esa es la realidad. Esa es mi realidad.
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Updated 30 Episodes
Comments
Laura Durán Ponce
Noooo!!
2023-12-30
3
Laura Durán Ponce
que feo de esa mujer
2023-12-30
1
Yesenia Bello González
Que triste 😭😭😭
2023-12-29
1