Renacer De Sabiduría: La Estudiante En El Reino De Fantasía

Renacer De Sabiduría: La Estudiante En El Reino De Fantasía

El Portal Inesperado

Me encontraba en mi dormitorio universitario, sumergida en la monotonía de los libros y las tareas académicas, cuando todo cambió. Un extraño paquete llegó por correo, sin remitente ni explicación. Intrigada, lo abrí y encontré un amuleto antiguo con inscripciones misteriosas. Sin pensarlo demasiado, decidí tocarlo, y en ese momento, el mundo a mi alrededor se desvaneció.

De repente, me encontré en un lugar completamente diferente. No había rastro de mi dormitorio, mis libros o mi vida cotidiana. En cambio, me hallaba en un paisaje que parecía salido de las páginas de un cuento de hadas. Un cielo de tonos púrpuras y rosados se extendía sobre mí, mientras que ante mis ojos se alzaban imponentes torres de un castillo medieval.

La confusión y el miedo se apoderaron de mí. ¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado allí? Miré a mi alrededor, tratando de comprender la magnitud de lo que acababa de suceder. Fue entonces cuando noté que no estaba sola. Personajes vestidos con ropajes extravagantes se acercaban, observándome con mezcla de sorpresa y curiosidad.

—¡Lady Eleanor! ¿Estáis bien? —exclamó uno de ellos, un hombre de apariencia noble.

Miré hacia abajo y noté que mi ropa había cambiado. Llevaba un vestido medieval, adornado con detalles finamente bordados. Miré mis manos y noté que mis uñas estaban pulidas y mis dedos anillados. Me había convertido en alguien más. En ese instante, recordé el amuleto y la sensación de tocarlo.

—¿Lady Eleanor? —balbuceé, intentando asumir mi nueva identidad.

El hombre noble asintió con respeto.

—Sí, mi señora. ¿Os sucede algo?

Mis pensamientos eran un torbellino. Intenté recordar cómo me llamaba antes de tocar el amuleto, pero la información se desvanecía como un sueño al despertar.

—Estoy bien, gracias. Solo estoy un poco confundida —respondí, tratando de sonar convincente.

El hombre me ofreció su brazo, invitándome a dirigirnos al castillo. Mientras caminábamos por los jardines exuberantes, intenté ocultar mi ansiedad y concentrarme en lo que estaba sucediendo. ¿Era este un mundo real o simplemente un sueño del que despertaría pronto?

Al llegar al castillo, fui conducida a una sala majestuosa donde nobles y cortesanos se congregaban. Todos me miraban con expectación, como si mi presencia allí tuviera algún significado especial. Me sentí como un peón en un juego que no entendía.

—Lady Eleanor, nos complace veros sana y salva. —Una mujer de cabellos plateados y ojos penetrantes se adelantó. Debía ser alguien importante.

—Mi señora, ¿podéis explicarme qué está sucediendo? —pregunté, intentando ocultar mi desconcierto.

Ella sonrió con benevolencia.

—Habéis sido llamada en un momento crucial. Nuestro reino enfrenta desafíos que solo alguien de vuestra linaje puede superar. Sois la esperanza que tanto ansiamos.

Mis pensamientos se entrelazaron

con las palabras de la mujer. ¿Cómo podía ser yo la esperanza de este reino desconocido? No entendía nada de lo que estaba pasando, pero una extraña sensación de responsabilidad se apoderó de mí.

—Pero… ¿cómo he llegado aquí? No entiendo por qué soy necesaria —murmuré, mirando a mi alrededor en busca de alguna pista.

La mujer, que parecía ser una especie de consejera real, se acercó y me explicó la historia del amuleto. Al parecer, era un artefacto ancestral que conectaba diferentes mundos y dimensiones. Solo aquellos con el linaje adecuado podían activarlo y ser transportados a este reino.

—Lady Eleanor, vos tenéis el linaje de las antiguas sacerdotisas. Vuestra presencia aquí no es casualidad. Sois la clave para restaurar el equilibrio en nuestro reino —explicó la consejera.

Aunque sus palabras tenían un tono de seriedad, yo aún luchaba por comprender mi papel en toda esta situación. La consejera me llevó a una biblioteca en el castillo, donde libros antiguos revelaban la conexión entre mi linaje y las leyendas de este mundo de fantasía.

A medida que exploraba las páginas amarillentas, descubrí que las sacerdotisas de mi linaje estaban vinculadas a antiguas profecías que predecían el renacer de una esperanza perdida. La esperanza que ahora recaía sobre mis hombros.

—Deberéis entrenar y descubrir vuestros dones. El destino de nuestro reino depende de ello —declaró la consejera, dejándome sola en la biblioteca.

Las palabras resonaron en mi mente mientras absorbía la información. Era difícil aceptar que mi vida había dado un giro tan extraordinario. Pero, al mismo tiempo, sentía una extraña determinación crecer dentro de mí. Si mi presencia podía hacer la diferencia, estaba dispuesta a enfrentar lo que fuera necesario.

Los días que siguieron se convirtieron en un torbellino de entrenamiento y descubrimientos. Aprendí a canalizar la magia que fluía a través de mi linaje, desarrollando habilidades que ni en mis sueños más salvajes hubiera imaginado. Los hechiceros y maestros de la corte se convirtieron en mis guías, y poco a poco, comencé a comprender mi propósito en este reino mágico.

A medida que mi entrenamiento avanzaba, también me sumergía en la vida de Lady Eleanor. Conocí a otros nobles, participé en ceremonias y eventos cortesanos, y aprendí a manejarme en la intrincada red de la política del reino. Aunque la responsabilidad pesaba sobre mis hombros, la camaradería y el apoyo de aquellos que me rodeaban me dieron fuerzas para seguir adelante.

Sin embargo, cada noche, cuando me retiraba a mi habitación en el castillo, la realidad de mi situación se hacía más evidente. La nostalgia de mi vida anterior y la incertidumbre sobre mi regreso se convertían en compañeras constantes. A pesar de las maravillas y los desafíos que experimentaba en este mundo de fantasía, anhelaba la familiaridad de mi hogar.

En uno de esos momentos de reflexión, un sirviente del castillo entró en mi habitación llevando un pequeño cofre. Dentro encontré un vestido elegante y una carta con un sello real.

"Querida Lady Eleanor,

Este vestido ha sido confeccionado para vos en honor a vuestra valentía y dedicación. Mañana, celebraremos un banquete en vuestro honor. Os ruego que asistáis y compartáis con nosotros la alegría de vuestro renacer.

Con gratitud,

La Reina"

Agradecida y conmovida por el gesto, me preparé para el banquete. Mientras caminaba por los pasillos iluminados por antorchas, reflexioné sobre la ironía de la situación. Aquí estaba, siendo honrada y celebrada en un mundo que no era el mío, mientras en casa, nadie sabía de mi paradero.

El banquete transcurrió con alegría y celebración. La música resonaba en el salón, las risas llenaban el aire y los brindis se sucedían. Sin embargo, en medio de la festividad, una sombra de preocupación se posó en mi corazón. ¿Cómo podía disfrutar de esta celebración sabiendo que mi vida anterior seguía sin respuestas?

Al final del banquete, la reina se acercó a mí con una expresión de complicidad.

—Lady Eleanor, sé que vuestro corazón está dividido entre dos mundos. La magia del amuleto es compleja, y aunque os necesitamos aquí, comprendemos que hay lazos que os atan al lugar de donde venís.

Sus palabras resonaron con sinceridad. La reina, a pesar de su autoridad, mostraba comprensión hacia mi situación. Le agradecí por su amabilidad y honestidad, aunque la incertidumbre persistía.

Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. Con el tiempo, mi conexión con este reino se fortaleció. Me convertí en una líder respetada, y las habilidades mágicas que desarrollé fueron clave en la defensa contra las fuerzas oscuras que amenazaban el reino.

Sin embargo, la llamada de mi hogar nunca dejó de resonar en mi corazón. La reina, percibiendo mi conflicto interno, me guió hacia una cámara secreta donde se encontraba el amuleto que me había traído aquí.

—Lady Eleanor, la elección es vuestra. Podéis regresar a vuestro mundo si así lo deseáis. Pero quiero que sepáis que siempre seréis bienvenida aquí —dijo la reina con gentileza.

Miré el amuleto con una mezcla de nostalgia y gratitud. Había encontrado un propósito en este reino, había conocido a personas extraordinarias y había vivido aventuras que solo pertenecían a las leyendas. Sin embargo, mi corazón aún anhelaba la familiaridad de mi vida anterior.

Decidí regresar. Toqué el amuleto una vez más, sintiendo la energía mágica que me envolvía. El mundo de fantasía se desvaneció a mi alrededor, y en un parpadeo, me vi de nuevo en mi dormitorio universitario, con el amuleto en la mano.

La transición fue abrupta y desorientadora. Miré a mi alrededor, asegurándome de que estaba

de vuelta en mi realidad. Aunque me alegraba estar de nuevo en casa, una sensación agridulce me embargó. Recordaba cada detalle del reino de fantasía, pero sabía que para los demás, había estado ausente solo por unos momentos.

Guardé el amuleto en un lugar seguro, como un recuerdo de mi viaje extraordinario. Aunque regresé a mi vida cotidiana, llevé conmigo las lecciones aprendidas y la sabiduría adquirida en aquel reino mágico. La dualidad de mi existencia se convirtió en parte de quien era, una historia que compartía solo con aquellos dispuestos a creer en la magia que yacía más allá de la realidad conocida.

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Comments

Lisha (O-P)

Lisha (O-P)

eso es más razonable /Facepalm/

2023-12-31

1

Lisha (O-P)

Lisha (O-P)

que rápido le lavaron el cerebro🤭😶

2023-12-31

1

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