Capitulo 5

IRAIDE..

Entro a la sala a paso firme aunque estoy muy nerviosa y veo a muchos viejos y mi mirada se fija en un hombre de 27 años no muy viejo y claramente se quién es, es Mauro Navarrete con el que tuve un orgasmo a tés de venir y está muy bien conservado y se le ve medio su tatuaje de pecho y es de tez morena clara y se ve muy guapo.

-Ten (Me da un pañuelo) para que limpies la baba (Dice entre risas y frunzo el ceño).

Llegamos a la mesa y tomo mi lugar que era el de mi padre y me llega un sentimiento bien enorme pero me trató firme sin debilidad, pongo a su lugar a un viejo gordo y me presento cuando me pregunta ese hombre tan más sexy.

- Soy Iraide Martínez y tomare el lugar de mi padre Alejandro Martínez, de ahora en adelante todos los tratos se harán conmigo, y mi mando derecha es mi Hermana Emily (Se levanta y da una cortesía) Y yo me hare cargo de todo el territorio, cualquier cargamento es conmigo cualquier trato todo conmigo alguna duda, las quejas se van a ir al buzón de quejas, la mayoría de ustedes pensaban que no tendría sucesor, por eso mismo estoy aquí, para informarles que seré yo, a lo mejor esperaban un varón, pero yo tengo los mismos pantalones que todos ustedes juntos, no duden de mi capacidad porque no van a salir bien librados.

Señor: Bienvenida señorita Iraide, soy Oscar Navarro y lamento mucho la muerte de su padre ellos son mis hijos y herederos.

Mauro: Señorita Iraide soy Mauro Navarro un gusto.

Mario: Y yo soy su hermano Mario Navarro mucho gusto a las dos.

- Muchas gracias, será mucho gusto trabajar con ustedes Navarro, en la semana me pondré en contacto con cada uno para empezar a hacer sus cargas, permiso.

Nos levantamos de la mesa y nos dirigimos hacia la salida con mi hermana cuando escuchamos la voz de Óscar, y me volteo.

--Hola hija, podemos hablar en privado.

-Claro que si, lo podría ver al rato en mi casa a las 2 ¿Puede?

--Me parece perfecto, las veo en ese lugar señorita.

Nos subimos a los carros y nos dirigimos hacia la casa de Madre y en el camino Hermana me saca de mis pensamientos.

--Quién es ese señor Oscar hermana.

- Es un viejo amigo de padre querida, es el único que sabía de nuestra existencia y siempre se mantuvo en secreto hasta ahorita.

Comentó mientras llegamos a la casa y se me viene a la mente Mauro Navarro me lo imagino todo desnudo y bien sudado y se me calientan las hormonas y de recordar cómo tuve mi orgasmo hace unas horas antes de venir aquí me dan ganas de tenerlo en mi cama y como más gusta, dominarlo y que coma mi nombre hasta que se desmaye.

-Tan pendeja te tiene el Mauro que ya ni sabes de lo que te estoy hablando.

-Estás mal, ni quién piense en el.

-- Hay esa ni tú te la crees Iraide si se ve que te trae loca y eso que no lo conoces imagínate si lo conocieras, darías todo por el.

-Hay por el amor de dios, no digas tonterías ni que fuera lo mejor del mundo.

-- Si te quieres seguir engañando tu sola adelante, pero ya llegamos.

Mi hermana me conoce tanto que ya se da una idea, pero tengo que seguir adelante sin pensar en hombres, eso me sacara del juego y plan que tengo en mente y eso jamás va a suceder, tengo que seguir de pie, si no todo lo que me enseñó padre se vendrá al carajo y eso no puede suceder, no ahorita que tengo que sacar a flote la mercancía.

Salimos del auto y saludo a mi nana que me ha cuidado desde que éramos niñas y nos subimos a las habitaciones y voy por algo más cómodo.

Y bajo hacia el comedor a comer un poco en cuanto me avisan que han llegado los navarros y me dirijo a la sala.

- Bienvenidos a mi humilde hogar señores Navarros, a qué se debe su compañía (Comento mientras me siento enfrente de ellos junto con mi hermana que está en pijama)

--Solo quería hablar con ustedes de un tema en qué les puede interesar.

- Dime qué tema sería importante que tenga que hablar con usted.

Mauro: Con esa boquita has de besar a tu novio (Comenta con molestia)

-Para tu información guapo (Me acerco a el de forma sexy) No tengo novio, todo se me hace un estorbo y unos inútiles (Me acerco a el) y no creo que tú seas una excepción.

Mauro: Ja, ja que divertida eres (Mientras se acerca y me quiere dar un beso) Lástima que seas una maldita perra (Le suelto una cachetada)

Oscar: Mauro, comportarte por favor, más respeto a la señorita.

-Digame señor Oscar a qué vino.

Oscar: Podríamos hablar en un lugar más privado.

-Claro que si, vayamos a mi oficina.

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