el comienzo de todo

My pequeña fantasia

narra viollet

La brisa golpea una y otra vez mi rostro haciendo revolotear varios mechones de cabellos sobre mí, era un tanto refrescante con vista glamurosa.

-Desde el balcón embelesada en hermosos lirios, apreciando el bello paisaje de la naturaleza ; mis sentidos se sintieron atraídos***** pase de tener tranquilidad interna a ese lugar con una vista gloriosa no por sus alrededofres sino que me dejaba ver quien aturdía mis días****

Ese día mi curiosidad acelero mi corazón a mil por horas, era el Nicolás Preston quien ejercía esa reacción sobre mi, como podria veces tan imponente despertando el deseo e cualquier mujer.

Todo comenzó ese día quien lo diría el destino me castigaría por mi osadía manipuladora y sí que pague el precio.

Me presento soy Viollet Coot White de 23 años de edad próxima heredera de la empresa coot.

Cabe destacar que soy hija única del clan elliot coot y noat white no me quejo de ser hija única fui criada con amor y un tanto mimada noat white mi madre siempre ha dicho que elliot coot me consiente demasiado y esa será mi mayor ruina ser consentida en todos mis caprichos posibles.

" viollet coot white "

Mi día comenzó espectacular por fin después de 2 años lo vuelvo a ver, haciendo latir mi corazón a mil por horas condenandome a la tentación y el deseo.

< algún día caerás en mis manos nicolas preston y rogaras por mi amor no te me escaparas otra vez.

No puedo olvidar la primera vez que lo vi, sentí una atracción física eminente tan solo tenía 16 años cuando mi corazón sintió su primera atracción, desde pequeña me la he pasado de viajes por toda Europa junto a mis padres nos hemos trasladado de un lugar a otro mi estadía más bonita fue en España me ha encantado mucho su cultura, mi educación fue dirigida en casa al cumplir 16 años mis padres decidieron que era hora de tener ""vida social"" no contaba con muchas amistades, que mejor elección que California nuestra tierra natal donde se encuentra la empresa coot para así poder dirigir sus acciones.

comienzo a mirar el predio donde mucho he reído y llorado recuerdos del primer dia que llegue a este hermoso hogar invaden mi mente .

"flas de recuerdo"

A 20 minutos de llegar a nuestro nuevo hogar mi mente entra en un trance de preguntas que no sé porque no me las hice apenas escuche la conversación de mis padres sobre los nuevos cambios, " lo que me lleva cada ve mas hacia la incertidumbre, será un ambiente al que me acostumbrare, seré la chica rechazada, hare amigos, estará bien cruzar mi último año, seré discriminada, me gustaran los cambios de mi vida; todo eso me asusta, comencé jugar con mis dedos una enorme oleada de nervios recorría mi cuerpo.

Salgo del trance de mi mente al entrar al condado donde puedo observar mansiones exclusivas rodeadas con pedrería y diseños exclusivos algo campestre un tanto pacifico todo parecía acogedor, al parquearnos en nuestro nuevo hogar noto que elliot coot no podía quedarse atrás en tener una despampanante mansión en Long beatch california por no decir estrabagnte.

**Título:** *Sombras y Destellos*

**Escena:**

El Mercedes-Benz negro estaba estacionado frente al amplio aparcamiento, donde el suelo de pedrería fina brillaba bajo la luz del sol. Pinos majestuosos rodeaban el lugar, y entre ellos colgaban divinas orquídeas en cestas, sus colores vivos resaltando en contraste con la madera tallada que decoraba el entorno. Todo era magnífico, como sacado de un cuento. Había espacio suficiente para más de nueve vehículos, pero en ese momento, solo uno importaba.

Sentí una necesidad abrumadora de salir del auto, de respirar el aire fresco que rodeaba ese paraíso oculto. Mientras observaba el paisaje, mi vista se detuvo en una figura específica, y de repente, mi corazón aceleró su ritmo. Ahí estaba él, jugando baloncesto con quien parecía ser su hermano, que tampoco estaba nada mal. Pero era él quien atrapaba mi atención, como si una fuerza invisible me empujara hacia él.

No podía comprender por qué mi corazón reaccionaba de esa manera, tan atraído por su físico, tan hipnotizado por cada uno de sus movimientos. Entonces, sucedió. Nuestras miradas se encontraron, y el mundo a mi alrededor pareció desvanecerse. Sus ojos, de un color indescriptible a primera vista, me cautivaron al instante. Eran una mezcla de tonos grises, con destellos de verde y azul que brillaban como si una melodía los iluminara desde dentro.

El gris predominante de sus ojos no era apagado; más bien, era como una tormenta en el horizonte, cargada de misterio y fuerza. Pero lo que realmente me dejó sin aliento fueron esos matices de verde y azul que se entrelazaban, como si en su mirada se estuviera tejiendo una sinfonía visual. Cada parpadeo parecía cambiar la tonalidad, llevándome de un rincón de su alma al otro, todos igualmente fascinantes y desconcertantes.

El aire pareció volverse denso, difícil de respirar. No podía apartar la vista, atrapada en ese momento eterno. Su mirada no solo era hermosa; era abrumadora, cargada de una fuerza que no podía definir. ¿Cómo era posible que alguien tuviera una mirada así, tan penetrante, tan devastadora? Me dejaba vulnerable, expuesta a sus deseos, a sus juicios.

Por un instante, me pregunté si un ser humano podía ser tan perfecto. ¿Sería tan hermoso por dentro como lo era por fuera? ¿O sería un ángel con el alma de un demonio? Su presencia era magnética, y no solo por su físico de dios griego, con mechones de cabello negro cayendo desordenadamente sobre su frente y su cuerpo bien marcado. Era esa mirada, esa conexión indescriptible que me hizo sentir que, de algún modo, nuestros destinos estaban entrelazados.

De repente, él apartó la vista, y el hechizo se rompió. Me quedé ahí, tratando de recuperar el aliento, aún sintiendo el eco de su mirada en mi mente. Mi corazón latía desbocado, y tuve que luchar para recomponerme.

Una voz familiar me sacó de mis pensamientos. Dirigí la mirada hacia mi madre, quien me observaba con una sonrisa.

—Cariño, ¿te ha gustado el nuevo hogar? —preguntó.

Respondí con una amplia sonrisa, tratando de disimular el tumulto de emociones que aún resonaban en mi interior.

—Sí, madre. Me ha gustado mucho.

La mansión era impresionante, encerrada tras rejas negras que daban una sensación de seguridad y misterio. La entrada, de unos 23 metros, conducía a una edificación de dos pisos, coronada por una piscina rodeada de palmeras que se mecían suavemente con la brisa. En la planta baja, había un gimnasio completo, una cocina con islas divinas, un bar elegante, y un corredor magnífico con vistas a la entrada, decorado con hermosos lirios y orquídeas violetas. La pedrería en figuras de caracol completaba la escena de ensueño.

En la segunda planta, una escalera central de madera con incrustaciones de lujo guiaba el camino hacia las habitaciones. Cinco en total: tres a la derecha y dos a la izquierda. Un balcón despampanante ofrecía una vista gloriosa del paisaje, un lugar perfecto para observar sin ser observado.

Decidí que la primera habitación a la izquierda sería mi nueva morada. La decoración me representaba perfectamente, con paredes de un azul marino profundo, un ventanal magnífico que dejaba entrar la luz en cascadas, un guardarropa interno, y lo mejor de todo, un baño que era casi un jacuzzi personal. Los muebles de cuero negro añadían el toque final. Todo era como siempre lo había soñado. Mis padres habían elegido la segunda habitación a la derecha, la más glamurosa de todas.

Después de instalarme, bajé a la planta baja donde mi padre, Elliot Coot, me presentó a nuestras nuevas ayudantes. Helena, el ama de llaves, Elliach, encargada del servicioy Darwin, responsable de la vigilancia de la mansión Coot. Cada uno desempeñaba su papel con precisión, asegurando que nuestro nuevo hogar funcionara como un reloj.

**Fin del flash de recuerdos.**

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