ZONA EXCLUSIVA

Mi ropa estaba estropeada, como iba a salir así de este lugar, mi ropa estaba igual de destruida que mi cuerpo y mi alma, llore por mucho tiempo, no sabía qué hacer ni a donde ir, mis padres harían preguntas si me vieran así, y si me quedo, en el hotel harán preguntas, así que decido ir a donde mi amiga Natalia, ella vive sola, sabrá ayudarme, como pude acomode mi ropa y salí del lugar.

•Natalia Duncan.

Cuando llegue a su casa, ella me esperaba, hemos sido amigas desde los 12 años, a veces me regaña por ser tan tonta, ella es liberal, nadie la amarra, le gusta el Dinero y la buena vida, pero no le gusta que la dominen, Tiene su Propia tienda de ropa, ella es la diseñadora y jefe del lugar, le ha costado mucho estar allí, sus padres tiene dinero, pero ella decidió buscar lo propio, para que no pudieran controlarla, la quiero mucho, es como la hermana que nunca tuve, nunca la he visto en ninguna relación, pero según ella ha estado con media ciudad.

-Lety ¿qué te sucedió? ¿Por qué vienes así, te accidentaste en la moto?

Solo la abracé no pude hablar por mucho tiempo, no sabía por dónde empezar, ella me trae un té, para calmarme, me acomodo en el sofá, subo mis piernas y coloco un cojín en mi pecho y lo abrazo enterrando mi cabeza en él.

-Nena, me tienes asustada, nunca te he visto así, ¿háblame... sí? No lo haces, como te voy a ayudar.

- Me ha pasado lo peor de la vida, perdí mi virginidad, me la Robaron. No dejo de llorar mientras le cuento todo lo que pasó.

- Ese tal Jeremy, no es el chico guapo del que me contaste, ¿el que iba al bar?

-El mismo idiota, según el yo abusé de él, ¿puedes creerlo?

- Pero también me dijiste ¿qué lo disfrutaste?, entonces, te gustó ¿no?

- Ese no es el punto, ya te dije que estaba drogada, tenía alucinaciones, veía a Emilio, y claro que quería estar con mi novio, odio a ese maldito, me cuide durante mucho tiempo y el vino y sin preguntar me la arrebató.

- me vas a odiar por lo que diré... Pero me alegro de que perdieras la virginidad con cualquiera menos con el imbécil de Emilio.

- Nunca he entendido por qué te cae mal, él siempre se ha portado bien contigo.

-no hablaré más de él, pero ya no importa, ahora, ¿qué vas a hacer? Dime, ¿lo denunciarás?

-Pensé hacerlo, pero ¿quién me creería?, él, un tipo rico, yo pobre, dirán que lo seduje y quiero sacar dinero, además no quiero que nadie hable de mí, no volveré a ese trabajo, no quiero encontrarlo de nuevo allí.

Hablar con Natalia me ayudó a despejar la mente, me prestó ropa y me quedé viendo mi celular, Emilio, que había enviado un mensaje. "📨 está, es mi dirección, cuando quieras venir a visitar, te llamo luego para contarte todo, te amo.

📨 Ok, también te amo."

Es la palabra "te amo" me hizo sentir, la peor persona del mundo, como le diré lo que me pasó, no puedo ocultarlo toda la vida, en algún momento lo sabrá.

Los días pasaron, ya un mes casi, no regrese al Hotel, me llamaron varias veces, pero les dije que tenía otro empleo y no podía regresar, el trabajo como cuidadora, no es tan fácil como creí, el anciano, el señor Tobías no le gusta que lo anden cuidando, dice que él no es ningún inútil, lo llevo a las consultas, terapias, a pasear, ya empezó a caminar nuevamente, con ayuda de un bastón, cuando intento ayudarlos se pone de mal humor, me vive amenazando con terminar el contrato, que él no necesita a una niñita, pegada a él.

Yo coloco mi mejor cara y sonrisa, no me conviene que se acabe el contrato antes del año pactado, no tengo otros ingresos, solo este.

Pero soy precavida, puede pasar, realmente no es que me necesite mucho el anciano, me postule nuevamente para un proyecto de diseño de exteriores para una mega obra que se realizará en la ciudad, el ganador tendrá a cargo el contrato directo con la obra, sé que aún no me graduó, pero no piden esto como requisito para concursar.

Hoy debo acompañar al Sr. Tobías dónde su hijo que regresó al país, él quiere ir para no estar encerrado en la casa, pasamos antes por una tienda para comprar un obsequio, para su hijo, escogió un pastel, me pareció raro, pero creo que, siendo ricos, las cosas pequeñas son de gran importancia.

Llegamos al lugar, a un edificio de apartamentos en la zona más exclusiva de la ciudad.

Mis ojos se deslumbraron cuando llegamos al lugar, es una obra maestra de la arquitectura, solo lo había visto en revistas cuando fue inaugurado, y tendré el placer de conocerlo, estaba emocionada.

- Niñita, y esa sonrisa tonta, ¿por qué?

- Sr. Tobías, es que este edificio es hermoso, es una joya arquitectónica, nunca pensé visitarlo en toda mi vida.

- Yo conozco a su diseñador, no es la gran cosa.

- Como puede decir eso, yo soy fan de su trabajo, estaría feliz de conocerlo, me lo puede presentar en algún momento, le prometo que no lo haré quedar mal.

- Lo pensaré, por lo pronto subamos, dónde está mi hijo.

Mis ojos estaban maravillados, por la tecnología, la belleza, todo es perfecto y con detalles, precisamente enmarcados, hay que ser un genio para crear algo así, además era bío sostenible, algo que muy pocos podían hacer.

Cuando llegamos al ascensor, no tenían botones, entonces ¿cómo subiremos?, luego escucho al Sr. Tobías,

-Meif al piso 15, por favor.

- Buen día, Sr. Tobías de inmediato.

Estoy impresionada, la inteligencia artificial maneja el sistema en el Edificio, no dije nada para no irritar al anciano, pero estaba feliz de conocerlo todo.

Llegamos de inmediato al lugar, el ascensor ingresa directamente al apartamento, es grandioso, hermoso, su diseño minimalista, elegante, el espacio es inmenso, nos recibe un olor a comida deliciosa, provocando que mi estómago se despertara, ya era hora de la cena.

- Niña, compórtate, dirán que no te doy de comer.

-Lo siento mucho.

Estaba avergonzada por lo sucedido, luego veo salir a un señor, con delantal de la cocina sostenía una copa de Vino, yo me quedé mirando y no lo podía creer, era Lorens Lau, el Genio que construyó el edificio, las revistas no le hacían honor, me quedé boquiabierta, quería saludarlo, decirle que lo admiraba, que era el mejor de todos, pero me contuve y recordé lo que me dijo el anciano.

Lorens Lau.

- papá, que bueno verte ya recuperado, perdona por no visitarte, estaba en un proyecto en Japón y no podía regresar, veo que te cuidaron muy bien, y esta linda chica, me imagino que es tu niñera.

- la niñera se llama Leticia de la Rosa, me ha ayudado mucho, creo que ella te quería conocer, es una fan, pero ya la quiero despedir, es muy intensa, ja, ja, ja.

- Sr. Tobías, no diga eso, solo cumplo con mi trabajo, mucho gusto Sr. Lau, nunca pensé que lo conocería en persona. Estaba apenada, este viejito siempre me hace quedar mal, pero yo sonrío, de todas formas, este es un honor que no muchos se pueden dar.

- De la Rosa, me suena tu nombre, ¿tu padre es el ministro de hacienda?

- no...no estamos relacionados.

- Bueno, pasemos a la mesa, la comida se enfría.

Me sentía feliz, podía estar en el camino correcto de alcanzar una de las metas trabajar con el Sr. Lau, pero tenía que ganarme su confianza y que el viejito no me despida, al final de la comida, se abre la puerta del ascensor, una chica como de mi edad o un poco mayor, entra muy enojada, me mira de arriba abajo, como si quisiera matarme.

- Lorens, como es posible que me enteré de que estás aquí por la prensa, me dejaste tirada, y ahora te encuentro muy a gusto con esta tipa, ¿es tu nueva amante? Nunca pensé que me cambiarás por tan poca cosa, mírala ni siquiera se sabe vestir.

-Mayra, que haces aquí, te dije que no vinieras, tendré que bloquear tu acceso al edificio.

- Eso no responde a mi pregunta, ¿me dejaste por esta?

No tolere más, que me metieran en sus problemas y que me humillaran, sin tener nada que ver en esto, me levanto del asiento, con mal humor.

- señorita, déjeme decirle algo. Cuando iba a responder como se merece, el Sr. Tobías sale del baño.

- ¿qué hace esta mujer aquí? Lorens, me dijiste que la habías dejado.

- papá cálmate, siéntate, no te agites. Responde Lorens.

- Así que, este viejo es el encargado de buscarte a las mujeres, ¡¡qué desvergonzado!! Cuando la escucho decir eso, si me enoje mucho.

- Respete, señora, no ofensa al Sr. Tobías, no lo permitiré, lávese esa boca, que lo único que puede decir son porquerías.

Todos me miran, sorprendidos por mis palabras, creo que ahora sí me van a echar. Me arrepentí de decir esto, Dios, porque no me amarraste la lengua.

- ¿sabe que malcriada?, tiene razón, ella es mi nuera, es la futura esposa de Lorens, estamos reunidos para arreglar los temas de la boda. Yo me volteo y miro al Sr. Tobías, creo que escuche mal, estoy a punto de abrir mi boca, pero él me hace una señal que me calle.

- Siento mucho todo este espectáculo, la señorita ya se va. Lorens se lleva a su novia y sale del apartamento, ella va gritando mientas, él la sostiene.

Yo estoy algo preocupada por lo que pasó. No sé dónde me metí. -Sr. Tobías, ¿por qué le gusta meterme en problemas? Que va a pensar su hijo.

- no seas tonta, esto no tiene nada que ver contigo, solo le hago un favor a mi hijo, ella solo quiere su dinero y él lo sabe, la dejo y ella lo sigue persiguiendo, esto no cambia nada, además me lo debías, ¿no te presente a tu ídolo?, pues bueno ya estamos a paz.

Este viejito mañoso, solo me está usando, con qué cara miraré al señor, Lau ahora, apenas lo conozco y ya estoy dando problemas.

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