capitulo XVI

-Hola Caesar ¿Cómo estás?

-¿Trabajando todavía?

Me dice con una sonrisa después que tanto le caracteriza y me hipnotiza.

-Sí algo así.

-¿Cómo está André? ¿Él está mejor? Ya que casi no lo visito porque le restringiste las visitas

-Sí ahorita ya lo puedes visitar un poco más voy a dar la orden

-Sí no te preocupes.

-Bela y tu esposa ¿cómo están? pues ya están dormidas ¿puedo hablar contigo de algo?

-Sí está bien.

-¿Podemos hablar en el despacho?

Me quedé pensando "Este hombre me pone nerviosa."

-Sí adelante.

Yo pensé que iba a preguntar algo sobre su hijo, llegamos al despacho se me queda viendo se acercó tanto que me tomó de la mano y me dijo.

-¿Te puedo confesar algo?

-Dime.

Con esa voz tan propia de él

-No sé qué me pasa, y no sé qué está pasando, pero hay algo en ti que me está volviendo loco.

Me quede sin palabras lo volteó a ver y lo único que miro son sus labios diciendo.

-Me gustas demasiado

No sé por qué cierro los ojos esperando un beso, no sé por qué lo hice, en eso se acerca a mí y me lo roba y yo me quedo en shock con ese beso, por qué es un beso tan intenso que no sabía qué hacer las piernas me fallaron, todo mi cuerpo me abandono, estaba en otro mundo, era algo muy diferente a mi esposo.

-No sé qué me está pasando que quiero tenerte entre mis brazos, besarte y nunca terminar con este beso, porque la verdad hay algo en ti que dice que tú eres la mujer de la que me había hablado mi abuelo, y que tal vez me equivoqué, pero el deseo que siento por ti me gana, y no te voy a engañar me gustas demasiado y te deseo.

Yo no pude decir nada lo único que hacía era regresarle todos los besos y las caricias que él me estaba dando, al mismo tiempo que me abrazaba me decía al oído "te deseo tanto" me encanta oír eso y me perdí en el espacio.

Me empezó a quitar la ropa al mismo tiempo que cayó su camisa, mientras yo lo acariciaba no sé por qué le clave las uñas en la espalda fue cuando me dijo

-No permíteme no lo hagas así, no seas tan ruda, permíteme porque quiero hacerlo más despacio porque yo te quiero tocar con toda la delicadeza que existe porque en verdad me encanta y déjame decirte una vez más no te estoy mintiendo.

Yo no sabía qué hacer ya me habían abandonado mi mente y mi cuerpo me ganaba el deseo por completo, empecé a besarlo y me perdí en sus besos, ya había caído toda mi ropa y mis gemidos se empezaban a escuchar más fuerte cuando tape mi boca con mi mano se acercó a mi oído y me dijo.

--No calles ni un poco.

Después me dijo.

-No te preocupes que el despacho está totalmente sellado puedes gritar todo lo que quieras me encanto oir tus gemidos.

Me tomó de las nalgas me cargó me subió un poco más y me dejó caer contra su nepe y una y otra vez subía y bajaba, mientras mis piernas estaban al rededor de su cintura en eso me recostó en un sillón y empezó a tocarme como nunca me había tocado Alex que el dice que es un experto en esto el que es tan caliente nunca me había hecho sentir así, me sentía tan caliente como nunca antes había estado este hombre en verdad me excitaba demasiado, sabía que estaba haciendo mal, pero no me importo en ese momento, en mi mente ya lo había pensado una y otra vez, algo raro me esta pasando pero es algo diferente en verdad lo deseaba cuando abrí la boca y le dije.

-En verdad de verdad te deseo yo también.

Él me volteó a ver sonrió terminamos tan cansados que por poco y me quedo dormida si no es por mi conciencia cuando vi mi reloj me di cuenta de que ya había amanecido Caesar me dijo.

-Espera esto no es algo pasajero para ti porque en verdad me encantas y espero que se repita por favor.

No le dije nada, solo se paró y salió del despacho, en eso me decidí a marcar otra vez.

-Alex ¿Por qué no contestabas? -Míriam discúlpame lo que pasa es que mi teléfono se me daño y tuve que estar unos días sin teléfono. ¿Cómo estás? Te iba a marcar apenas, pero como acabo de llegar con Chao.

-Estoy bien ¿Fuiste a correr?

-Me da gusto que todo esté bien.

-¿Qué hora tienes allá?

-¿Qué no es temprano allá?

-¿Por qué tartamudeas? ¿Está todo bien?

-Sí no te preocupes lo que pasa es que tú sabes vengo agitado por lo de Chao y luego estaba pensando en marcarle a la persona que vimos para ver si puede tener pareja Chao

-Me da gusto.

En mi mente pensaba "¿Qué hice? ¿Qué hice? ¿Cómo le pude haber hecho esto? ¿Cómo puede haber hecho esto?"

No sé mientras me repetía me remordía la conciencia, pero de verdad no era yo era algo en mí y no quería pensar en que con él solo han sido rechazos y más rechazos o negativas.

-Alex nada más quería saber ¿cómo estás mi amor?

-Estoy bien no te preocupes y ¿el niño, cómo está? ¿Ya lo operaste?

-todavía no yo creo que como en tres días lo voy a operar y pienso que en una semana ya estoy de regreso sabes te amo.

-Yo también Miriam.

Lo sentí un poco diferente.

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