capitulo IV

Están distraídas no me escuchaba bajar en eso escuché como Helen le decía a Míriam.

-Lo tiene grande.

Le estaba dando carrilla a Míriam, escuché como le decía.

-Golosa.

Escuché a Míriam cuando le pregunto

-Helen ¿por qué entraste sin haber tocar la puerta?

Helen le dijo algo apenada.

-Yo no pensé que estuviera así, sabes que cuando he venido y se está bañando o sube a bañarse se tarda una eternidad ya lo conoces, así es tu marido no sé ahora qué mosca le pico.

-Lo que paso fue que yo subí y lo estaba apurando por eso lo hizo un poco más rápido, pero déja de decir esas cosas no es grande.

En eso toso para que se dieran cuenta de que yo ya estaba ahí ellas regresaron a ver, en eso Helen se sonrojó y me preguntó.

-¿Escuchaste algo?

-No, no sé de qué hablas.

-Hay qué bueno es que estábamos hablando de que tardas mucho en bañarte y otras cosas.

-Yo no me tardo, es solo lo necesario.

-Hey tú volado.

Me dice Mirian.

-Alejandro deja tranquila a Helen ya la conoces, me dijo que tiene ganas de que cuando salga con alguien la dejen en silla de ruedas quiere un negro me estaba diciendo.

Miriam estaba haciéndome reir con sus comentarios me dije "Esa es mi Miriam"

Helen estaba risa y risa por lo que le estaba diciendo

-Está bien ya me descubriste.

-Bueno ¿A dónde vamos a ir? Cambiando el tema.

— A donde tu quieras, ¿Que no dijiste que tu invitas?

— Vamos a donde tu dices.

-Vamos a comer comida griega ¿Te parece?

-Claro me gustaría ir contigo y con mi bella esposa.

-Okay vámonos.

Antes de salir tomo las llaves, nos vamos a la cochera yo encendí el carro

-¿Nos vamos en el mío o en el tuyo?

-Nos vámonos en los dos carros

-Mejor vamos en el mío y regresas para la casa y nos tomamos un café, platicamos un rato, lo que pasa es que quiero hablar contigo de un trámite para una casa que tengo que quiero vender.

-Está bien.

Dijo Helen.

-Vámonos en el tuyo.

Se subieron las dos, cuando íbamos saliendo de la casa Diego se me acerca y me dice.

-¿A dónde vas Papi? Tan chulo como siempre.

Se agacha y las ve solo dice.

-Hay moscas en el pastel.

En eso les gruñe como un gato. grrrrr y dijo.

-Las voy a aruñar si no se bajan de el carro el es mi marido.

El sabe que Helen es mi amiga y conoce a Miriam mi esposa, pero así era siempre. Helen se asoma por la ventana y le dice.

-Hey Diego entiende que ya está casado, fuera de aquí gata.

-¿Gata yo?

-Si gata.

-Si lo soy pero no de tu tejado.

Voltea a verme y me dice.

-Entonces qué guapo ¿Cuándo vamos a enterrarlo por ahí?

Yo solo me reí y le dije.

-Cálmate Diego, entiéndeme eres mucha pieza para mí.

En eso dijo Míriam.

-Diegoya no empieces por favor, ¿quiere salir en silla de ruedas? Alejandro calza grande ¿O no Helen?

Dijo Diego.

-Asi que vienen de aventarse un trío ya se me hacía raro, ustedes no dejan nada para los pobres, ¿Por qué no me invitaste? hubiéramos sido tres ya ves yo siempre hablándote, chuleándote y sacándote una sonrisa, estás solo te sacan dinero, yo te daría tú dices mi amor yo te mantengo.

Diego era dueño de un supermercado muy grande así que tenía dinero siempre me está coqueteando lo bueno que ya estaba casado y que no me dio por darle para sus tunas a estos muchachos, pero quién sabe tal vez en un momento de debilidad caiga ya que dicen "En tiempos de guerra cualquier hoyo es trinchera". Le dije a Diego.

— Nos vemos.

-Okay mi amor Nos vemos ¿No te despides de beso?

Me Dice.

-Luego te lo debo ¿okay?

Helen y Míriam se iban muriendo de la risa y yo le dije.

-Mi amor no te creas todo lo que te dice Diego.

Se me hace que ya le diste para sus tunas y lo estás queriendo ocultar a ver, voltea a verme.

Me dijo muy seria.

-Cómo crees, te equivocas a mí no me gusta. sacar frijoles.

Me dijo.

-Él no come frijoles.

Le contesté.

-Así se dice, yo no discriminó a Diego, pienso que si fuera como él tal vez sería un buen partido, no puedo decir de esta agua no he de beber.

En eso Helen dijo .

-Hey ey ey ¿Qué onda contigo? De verdad ¿Estamos platicando sobre Diego? Algo hay ahí he.

Me empezaron a hacer burla las dos sobre Diego.

-Ahora resulta que te gusta Juan Gabriel está bien, no te preocupes, ya se me hacía raro, por eso nunca te hice caso, ya se me hacía que te tronaba la reversa, Pero no hay problema tengo amigos así y son muy lindos.

Dijo Helen.

-¿Te acuerdas del muchacho que trabajaba conmigo?

-Ah sí Antonio creo se llamaba.

Le dije.

-Si se acaba de casar me invitó dijo que te estaba buscando para invitarte, pero como no tenía tu número no pudo marcarte.

-Y por que no me marcaste tu? Me hubiera gustado ir.

-Ya ves cómo es él, también igual te hacía burla lo que pasa que tu esposito es un metrosexual.

-¿Metrosexual?

Preguntó Míriam.

-De verdad a poco ¿No lo ves? Siempre bien galán, hoy que te dije rápido se bañó, otras veces hasta dos horas y media tarda arreglándose yo no tardo tanto.

-Cálmense por favor ¿no pueden cambiar la plática?

Les dije.

-Ay te enojas ¿De qué te digamos la verdad?

-No, no hay problema.

Ya íbamos llegando al restaurante en la dirección que me dio Helen cuando vi el restaurante me pareció muy bonito para empezar en la entrada llegamos nos bajamos del carro, el ballet parking muy amable se llevó el carro, entramos, al entrar nos recibieron muy amables nos preguntaron.

-Buenas tarde ¿Tienen reservación?

-Buenas tardes no tenemos.

-Permítame un momento.

Nos buscaron una mesa no estaba muy lleno el lugar, ya que era temprano, entramos era muy agradable el lugar, Helen y Míriam pidieron ensalada césar después de una buena explicación del mesero ellas estaban encantadas, a Míriam le gusta más la comida italiana es lo que me ha dicho, le gustó mucho el lugar sé que ella no es de comer ensaladas; sin embargo, siempre hace lo que Helen quiere hacer, a veces quiere parecerse a ella, hay cosas que he visto que hace y después las hace Míriam ¿será porque son buenas amigas? Helen es una mujer que se cuida mucho siempre quiere dar una buena presentación, es muy atractiva tiene un cuerpo muy bonito, sinceramente muchas veces me la jalé pensando en ella, nunca me hizo caso, he pensado que le gustan las mujeres, pero no es algo que me importe mucho, pero sí me aventaría un trío, las he soñado a ellas dos conmigo ¿Será porque nos visita mucho Helen?, regresando al tema de la mesa después de una muy buena explicación sobre los platillos, pedimos ensalada griega los tres yo pedí gyro estaba muy rico era ternera y cordero, y pan pita, creo que Helen iba por alguna razón y así fue estábamos terminando de comer, cuando llegó, la saludó y le dijo

-Se me hizo tarde, pero aquí estoy ¿sí te llegó mi mensaje?

-Sí ah mira ellos son el matrimonio que te dije.

Así como no

-Hola ¿cómo estás?

Saludo a Míriam

-Ah él es su esposo.

Lo saludo me quedé extrañado porque dije "¿qué pasó??, lo que paso fue que Helen tenía un amigo del que no sabíamos, él era el dueño del restaurante donde habíamos ido él tenía un niño del cual nos platicó en ese momento, no nos había dicho nada ni siquiera a Míriam nos sorprendió porque pues solo llego.

Él se llama Caesar me quedé pensando por un momento en el apellido que es Hero pensé me suena muy erótico, me empecé a reír en mi mente yo relacionando todo con sexo, ella lo saludó muy amablemente, pidió permiso para sentarse yo le dije.

-Si adelante.

Le habló a un mesero y le pidió que le trajeran el vino que era para él.

Empezamos a convivir con él yo más que nada me interesé en que me contara un poco de dónde nació, porque Grecia se me hacen muy sensuales y eróticas esas tierras, empezamos a platicar con él, ellas estaban encantadas creo por el asiento que tiene, aparte siendo hombre la verdad No es para nada feo, no quiero parecer gay, pero no tiene nada de malo que reconozca que él es atractivo, nos empezó a hablar de su Tierra, nos contó una historia que me dejó fascinado habló de sus abuelos que ellos le habían contado a él algo que es de Herencia, dijo así.

-Mis abuelos se amaron tanto que ellos tenían una promesa y se a pasado de generación en generación, ellos conocieron el verdadero amor, se amaban como a nada en este mundo, nunca he visto otra pareja que se ame como ellos, todo lo hacían juntos, mi abuelo me dijo que el día que encontrara a mi verdadero amor daría todo por esa persona, porque el amar y él te amo son cosas terrenales, el verdadero sentimiento del amor va más allá de solo palabras es algo que no se puede describir, sino con hechos, con la verdad que sale de tu alma, cuando amas es algo que va más allá de este mundo, que no es lógico, no es natural porque perdonas todo ya que esa persona es tu necesidad la poner primero que nada, la atiendes la cuidas y la valoras, la acaricias, besas.

Estaba asombrado por lo que decía este hombre Porque yo solo pensaba en sexo. Pero él las tenían embobadas con lo que estaba diciendo. Preguntaban y él les contestaba de una forma tan sensual, que se sentia, me imagino a las dos..

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