vuelve a la vida.5

El arbitro dio la señal y el combate comenzó de inmediato el niño contrario se lanzó a Martín para atacarlo, pero por suerte logro esquivarlo para después repeler los ataques que el otro le lanzaba cada uno más fuerte que el otro.

Logro alejarse un poco para recuperar el aliento después de bloquear todos los ataques cuando recordó que Jack le había dicho que no solo debe bloquear sino atacar también por qué si no se quedaría sin energía rápidamente y el contrincante podría usarlo para terminar con él en un instante.

Y antes de que el niño contrario recuperará las fuerzas Martín se lanzó a atacarlo logrando que retrocediera en sus ataques y continuo atacando con todas sus fuerzas hasta que el otro niño no pudo más y se rindió.

Martín había ganado de una forma justa y muy buena en sus ataques, cuando el combate término corrió de inmediato hacia las gradas en donde lo esperaba Jack con una gran sonrisa en el rostro la cual no se podía ver por la máscara.

—gracias señor Jack, gracias a usted pude ganar.—dijo lanzándose a abrazarlo de la cintura.

—suéltame y ya te dije que...

—si, lo siento señor blutkind se me olvidó.—dijo separándose pero aún con la sonrisa en su rostro.

—ya pasaste a la segunda etapa solo falta que venzas a otros tres mocosos más y podrás llevarte el trofeo a casa.—dijo Jack revolviendo el cabello del niño.

—estoy seguro de que lo lograré señor blutkind, ganaré el primer premio es una promesa.

—estoy seguro de que lo lograrás.—dijo esbozando una sonrisa orgullosa.—bien ¿suficiente vamos por comida?.—el niño asintió con la cabeza y ambos salieron del recinto en busca de algo para comer, ya que no habían comido y ya era tarde para hacerlo.

Al regresar de comer ambos estaban satisfechos con lo que habían comido cuando uno de los trabajadores se acercó y le comento a Jack que su combate era el siguiente y se puso nervioso, pero recordó las cosas que el hombre le había dicho anteriormente y se llenó de enojo Martín se despidió de él y de inmediato camino hacia la entrada de la arena sostenido la espada que el hombre le había vendido.

Cuando el combate que se estaba librando en la arena se dio por terminado los nervios se le subieron, ya que iba a pelear frente a todo el mundo y peor aún con un uniforme de mujer, volteo a ver directamente la entrada que estaba delante de él y logro ver al hombre con una sonrisa sínica en su rostro con el dedo medio levantado, algo que hizo enojar a Jack y el hecho de que se halla intentando propasar con Martín lo llenaba aún más de odio.

—vamos Sergio recuerda que no existe persona mejor que tú, has hecho esto muchas veces hasta parece que está es tu primera vida, si, nadie puede ganarme por qué yo soy el grandioso Sergio.

—el siguiente combate será entre el caballero blutkind y el señor Osler, suerte a ambos y que el combate comience.—El presentador hablo y todos se concentraron en la entrada del hombre misterioso que portaba una máscara en su rostro.

Jack hizo su entrada triunfal y se puso en posición esperando que el árbitro diera la señal, el señor Osler hizo lo mismo que él viéndolo fijamente de una forma morbosa como si mirara a una supermodelo en la playa.

—ahora que te miro bien no estás tan mal, todavía puedes servir para calentar mi cama un rato.

—empieza ya, hasta que parece que te pagan por hablar por decir puras tonterías ¿o qué acaso me tienes miedo?

—cuando termine contigo vas a rogar que te coja maldito maricón.

—no te sabes otra frase que no seas "cuando termine contigo".

El árbitro dio la orden de empezar el combate y el señor Osler se lanzó de inmediato a atacarlo con su espada de una forma brusca ataque que Jack pudo esquivar con facilidad.

—¿qué paso papi? ¿De verdad crees qué con esos ataques tan básicos vas a ganarme? —dijo Jack esquivando cada ataque que el hombre le mandaba con mucha facilidad.—creo que ni siquiera voy a usar mi espada para ganarte.

Jack se agachó para esquivar uno de los ataques para después estirar la pierna y barrer el piso provocando que el hombre callera de espaldas al piso.

—¿te rindes?

—maldito mocoso deja que me levanté y verás lo que es bueno.

—bien va de nuez, pero está vez si pelea bien que estás haciendo que me duerma.—dijo bostezando.

El hombre se levantó de un solo salto y se lanzó a atacar a Jack con todas sus fuerzas, acto que motivo a jack a defenderse por fin y no solo esquivar los pobres ataques que el hombre le mandaba un fuerte choque de espadas se escuchó en toda la arena y el señor estaba luchando por sostenerle el golpe a Jack tanto que sus piernas comenzaron a temblar, ambos querían arrebatarle la espada al otro, Jack retrocedió con rapidez para después lanzarse y de un solo golpe logros quitarle la espada al hombre lanzándola lejos de él y antes de que pudiera ir por ella Jack coloco la catana en su cuello y el combate termino.

—el ganador de este combate es el señor blutkind.—anuncio el presentador y Jack corrió de inmediato a los camerinos sin saludar a la gente, ya que su máscara se estaba aflojando y no debía permitir que nadie lo reconociera.

Camino hacia los baños del lugar en busca de algún lugar que pudiera refugiarlo, ya que estaba seguro de que él y Dylan se habían visto por un segundo a los ojos y cientos de teorías inundaron su mente ¿qué tal si ya lo descubrió y está molesto? Levantó la cabeza después de pensar en una solución para su situación y esa era no confesar nada y fingir que había perdido la memoria si le preguntaba diría que no sabía quién rayos era y escapar en cuanto tuviera la oportunidad.

—Martín, mierda tengo que ir por martín.—el pensamiento de que el señor Osler talvez pudiera hacerla algo al niño para desquitarse le hizo olvidar sus problemas por un segundo y de un salto salió del baño se lavó las manos y corrió en dirección a las gradas, pero antes de llegar se topó de frente con un hombre alto tirándolo al piso de inmediato.

—Lo siento ¿estás bien?

—si, yo soy el idiota que no sabe por dónde va.—dijo aceptando la mano que le habían extendido y al ver contra quién había chocado se le bajaron los colores al suelo.

—mucho gusto mi nombre es Dylan luterano, vi tu pelea y estuvo excelente ni siquiera tuviste que esforzarte para derrotarlo, eso fue sin duda increíble ¿podrías repetirme tu nombre de nuevo, disculpa?

—m-m-mi nombre e-es...—jack trago grueso he intento recomponer su postura para que no levantará sospechas innecesarias.—me llamo caballero blutkind y gracias por sus halagos señor luterano, pero creo que aún no ha visto mi verdadero potencial así que guárdeselos para cuándo gane el concurso.

—asi que estás seguro de que vas a ganar, valla me pareces un tipo muy interesante ¿que te parece sí...?

—discúlpeme, pero tengo que ir a ver si mi pequeño Martín está bien, lo veo después.—dijo jack para retomar el camino con prisa logrando tener una sensación de victoria al haber salido sin ser descubierto de esa conversación.

Al llegar Martín estaba hablando con otro hombre al cual no había visto jamás, suspiro y se acercó a paso lento hasta que vio que el sujeto levantó la mano provocando que se pusiera en alerta mal pensando lo que el hombre quería hacerle al niño y de inmediato se lanzó a sujetarlo con fuerza.

—¿qué mierda crees que haces?.—dijo Jack poniendo a Martín detrás de él.

—cálmese señor blutkind, el hombre me estaba enseñando sus cicatrices de guerra, no iba a hacerme nada malo.

—si, el niño pelea muy bien y me acerque a ver quién era su instructor y nos quedamos platicando un rato no tiene por qué preocuparse.

—suspiro—lo siento estaba un poco alterado, espero que pueda disculparme caballero.

—no se preocupe ¿usted es su instructor?.—pregunto el hombre.

—si, bueno más bien le enseñe un poco de lo que a mí me enseñaron cuando era niño.—dijo Jack nervioso.

—sus habilidades son increíbles, lástima que no puedo hablar más con usted por qué tengo un asunto urgente que atender, buena suerte a ambos los veo luego.

Ambos se despidieron con la mano y en cuanto Jack vio al hombre desaparecer entre la multitud dejo caer todo su peso en el asiento suspirando con pesadez.

—suspiro—maldita sea por qué tengo tan mala suerte.—dijo Jack con pesadez.

—¿pasa algo señor Jack?—pregunto el niño

—nada niño, solo ignorarme.

—usted es muy raro señor Jack, como sea ¿ya se sabe cuando será su próxima pelea? Después de esa se decidirá quien son los candidatos que podrán luchar para poder competir por el primer premio.

—suspiro—si ya que, creo que mi turno será primero después del descanso ¿quieres ir por agua?

Jack se levantó de su asiento y acompaño a Martín por un poco de agua para poder pasar el descanso, después de que el tiempo paso el presentador dio inicio a la siguiente ronda, todos los que habían pasado la ronda pasada ya estaban seleccionados para ser caballeros luteranos solo faltaba definir quién sería el afortunado en ganar la recompensa, Jack se puso en posición detrás de la puerta de entrada a la arena esperando ser nombrado por el presentador para entrar en acción.

—presentamos de nuevo al magnífico caballero Cirano que se enfrentará al talento del misterioso caballero blutkind un combate que muchos hemos estado esperando, buena suerte a ambos.

Las puertas se abrieron y Jack camino con paso seguro aferrándose a su espada viendo directamente a los ojos al hombre contra el que iba a pelear en un intento de hacer que el otro hombre se sintiera intimidado, Jack por inercia desvío su mirada hacia las gradas en donde conecto sus ojos con los de Dylan quien levantó su pulgar en señal de apoyo hacia él, se avergonzó y volteo el rostro hacia otro lado, aunque nadie podía ver su notable sonrojo sentía que debía ocultarlo.

—¿así que tú eres el caballero blutkind del que todos hablaba?

—sí, soy yo, pero sinceramente creo que están exagerando.—dijo Jack después de dar un gran suspiro.

—bueno eso lo decidiré yo.

El hombre no le dio oportunidad de reaccionar cuando se lanzó a dar el primer ataque, algo que dejo a Jack desconcertado, ya que él ni su espada había sacado, retrocedió lo más que pudo para desenvainar la hoja y poder defenderse.

Cuando el hombre se lanzó de nuevo a querer atacarlo, provocando un fuerte choque de espadas que resonó por todo el lugar, jack luchaba por repeler cada una de las estocadas que el otro hombre daba, pero sentía que entre más pasaba el tiempo más fuerza le ponía a sus ataques.

Jack sujeto la espada con todas sus fuerzas para darle un ataque de regreso, ataque que el hombre bloqueo de inmediato y con su puño libre le dio un fuerte golpe provocando que callera de rodillas al suelo.

—¿te rindes?.—dijo poniendo su espada en el cuello de Jack.

—e-esa mi-mierda no estaba permitida.—dijo Jack en un solo aliento.

—chico cuando estás peleando halla afuera cualquier cosa es válida.

Jack volteo a ver al árbitro el cual dio una señal de aprobación dándole la razón al hombre, el cual se carcajeó por pensar que la batalla estaba más que ganada ya que al parecer el golpe había sido tan fuerte que solo eso había vastado parado dejarlo fuera de combate, pero para su desgracia Jack siempre tenía un az muy bueno bajo la manga.

—¿entonces quieres pelear así? Bien ya veremos de cómo nos toca.

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