vuelve a la vida.4

—n-no te pongas nervioso.—dijo Jack muerto de los nervios.

—cálmese señor Jack, no falta mucho para llegar a la ciudad vecina así que deje de temblar.—dijo Martín en voz baja para que el hombre a su lado se tranquilizara un poco.

—¿C-cuanto falta?

—no mucho, de hecho ya llegamos.—dijo Martín asomándose a ver en donde estaban.

—mierda.—suspiro—y-ya estamos aquí no hay nada que podamos hacer.

Antes de que subieran al carruaje se colocó su mascar para que nadie lo reconociera entre las muchas personas que había ahí junto a él.

Jack sujeto la camisa del chico para detenerlo antes de que saltara del carruaje.—Martín espera.

—¿qué?

—antes de que entremos a la arena ¿puedes hacerme un favor?

—si ¿que necesita señor Jack?

—no me vuelvas a llevar Jack, llámame señor blutkind y si alguien te pregunta por mí dile que no me conoces que solo estás conmigo por qué no tienes a dónde más ir ¿ok?

—si señor Jac-digo señor blutkind.

—bien ¿nos vamos niño?

el niño asintió con la cabeza y ambos bajaron de la carreta y entraron de inmediato a la arena en dónde iba a ser la competencia, al llegar a los vestidores se dieron cuenta de que no había probadores divididos entre niños y hombres sino que todos estaban mezclados y cada adulto cuidaba al niño que llevaba consigo Jack se sintió incómodo, pero Martín de inmediato tomo un lugar para poder cambiarse y ponerse el conjunto deportivo que les había dado a todos, a todos menos a Jack.

—¿de donde sacaste esa ropa?.—pregunto Jack.

—la encontré en el estante de allá, pero ya no hay ¿no alcanzaste ropa?

—no, ni siquiera me di cuenta de que habíaallá, pensé que todos traían el suyo—suspiro—espérame aquí le diré a la chica de allá afuera si me da un conjunto nuevo.

Martín asintió con la cabeza y Jack salió en busca de la chica que estaba dando orientación a las personas que recién llegaban y el chico se acercó de inmediato a ella.

—hola buenos días ¿necesita algo?

—sí, disculpa no alcance uniforme así que podrías darme uno por favor.

—oh ¿es así? Déjame ver si tengo algunos en el almacén.—dijo la chica para después desaparecer en el pasillo, al volver le entrego a Jack un conjunto de ropa algo extraño.—lo siento, pero ya no hay uniformes de hombre, pero nos quedaba un uniforme de mujer que se usa para la competencia de tiro con arco.

—pero yo no voy a tirar con arco, voy a luchar con espada.—dijo Jack mostrándole su espada a la chica.

—lo siento ¿te molesta usar la falda?

—claro que me molesta no podré moverme adecuadamente con ella además todos se van a burlar de mí ¿no puedo usar la ropa que llevo puesta y ya?

—no, no, no, el objetivo de los uniformes es que nadie entre con armas que no cumplan las reglas de la competencia.

—¿entonces tengo que usar esto a fuerzas?—dijo Jack y la chica asintió en señal de respuesta.—suspiro—bien, solo es ropa ¿verdad?—la chica sonrió.—bien gracias por tu ayuda.

Jack camino de regreso a los vestidores cuando noto que varía gente se acumulaba dentro y el chico hizo espacio entre ellos para entrar, cuando logro hacerlo noto que un tipo alto y robusto estaba sosteniendo de la camisa al pobre de Martín.

—oye ¿qué mierda crees que estás haciendo?—dijo Jack enojado.

—¿quién eres tú?

—no necesitas saberlo.

—que misterioso eres señorita que se esconde detrás de una máscara, ja eres un cobarde.

—¿yo?

—si, tú ¿quién más podría ser imbécil?

—ah perdón pensé que hablabas de ti mismo, por qué como yo lo veo el tratar de intimidar a un niño tres veces menor que tú me parece más cobarde que usar una máscara.

—eres un maldito imbécil.—dijo el hombre soltando por fin a Martín y acercándose a Jack para intimidarlo.—dime tu nombre.

—soy el caballero blutkind que no se te olvide.

—ja, espero que conserves esa valentía y esa arrogancia en la arena por qué cuando acabe contigo no te quedará nada más que rogar por tu vida princesita.

—eso lo veremos gran idiota.—dijo Jack después de que el hombre saliera de la habitación y de inmediato se lanzó a ayudar a Martín a pararse del suelo.—¿qué paso niño? ¿Por qué ese señor estaba enojado contigo?

—él dijo que yo me había robado su botella de agua, pero no es así yo la tomé primero y cuando se lo dije me intento golpear por suerte apareciste tú y me defendiste, gracias, señor blutkind.

—suspiro—no hay problema y me parece perfecto que no te dejes de ningún imbécil como él, pero la próxima vez asegúrate de que puedas ganar aunque tus métodos sean muy cuestionables debes sobrevivir ¿ok?

—si señor blutkind ¿y entonces si consiguió un uniforme?

—la chica me dio esto.—dijo mostrándole la falda larga tableada de color blanco y la camisa del mismo color.

—esto... ¿está seguro de que lo va a usar?

—tengo que usarlo por qué si no no me van a dejar competir.

—pues ¿entonces que espera? Cambies rápido para que no llevemos tarde a la arena ¿ya sabes contra quién vas a competir?

—no ¿en dónde dice?

—usted valla y cámbiese yo iré a ver, vamos rápido.

Martín corrió hacia el cartel que estaba pegado en la pared con los nombres de los participantes junto con sus contrincantes y se asustó al ver contra quién se tenía que enfrentar Jack, al volver con el este ya estaba totalmente cambiado el conjunto le quedaba excelente y le lucía totalmente, pero Jack estaba avergonzado por usar algo así.

—¿y bien...?—pregunto Jack al ver el nerviosismo del niño.

—usted va a tener que pelear contra el señor Osler.—dijo el niño visiblemente preocupado.

—¿y eso que tiene de malo? Es solo un idiota que derrotaré al instante.

—el señor Osler es el hombre con el que se enfrentó hace rato y por su enojo yo digo que no tendrá piedad con usted señor Jack ¿qué hacemos?

—como qué ¿qué hacemos? Pues enfrentarlo claro, yo también estoy muy molesto y me alegro de que me hayan puesto con ese maldito vejestorio así le doy una lección de modales, tú confía en mí.—dijo

—pero...—Jack sacudió el cabello del niño y le dedico una sonrisa para que el niño se tranquilizara.

—¿nos vamos?.

—suspiro—si, pero por favor señor de su mejor esfuerzo para que ese hombre no lo humille frente a todos.

—pft ¿con quién crees que estás hablando hijo? No me rendiré tan fácil y menos frente a alguien tan mediocre como él, que tiene que meterse con un niño pequeño para sentirse mejor que los demás, he conocido a muchos de esos idiotas y te aseguro que no duran mucho de pie.—dijo después de que salieran de los vestidores para dirigirse a la arena de combate en donde esperarían su turno para pelear.

Los niños pelearían primero y Martín era el tercer combatir contra otro niño, al ver las primeras peleas Martín se dio cuenta que los niños eran mucho más habilidosos y con mayor entrenamiento de lo que el pensaba lo que le provoco inseguridad acerca de lo que había aprendidon ya que aunque Jack le enseño bien necesitaba más tiempo para poder llegar al mismo nivel de los chicos que estaban delante de él.

—oye no te pongas nervioso, tu puedes hacerlo.

—¿esta seguro señor blutkind? Es que esos niños se ven mejor entrenados que yo ademas...

—martin ¿que te había dicho?

—que no debo rendirme sin antes intentarlo.—dijo decaído.—pero...

—Martín hazlo, da tu mejor esfuerzo tómatelo como un juego y relájate, confía en ti mismo que yo confiaré en ti.

—si señor blutkind, gracias.—dijo para después correr a prepararse para su combate mientras Jack lo veía desde las gradas.

Jack volteaba para todos lados en busca de algo que ver pues los combates de los niños se le hacían demasiado aburridos cuando un hombre alto y fornido de cabello blanco y ojos amarillos vestido con su traje de caballero luterano capto su atención de inmediato y se le quedó viendo unos instantes intentando descifrar quién era el hombre de extrema belleza que caminaba en su dirección junto a una chica también muy bella de cabello rojo y ojos azules.

—ese hombre se parece al duque luterano.—suspiro—y a Dylan... espera un segundo ¿Dylan? Mierda ¿qué hace el aquí?

Jack se puso en extremo nervioso y le dieron ganas de correr lejos de él para que no lo viera en ese estado tan mediocre ¿qué le diría si lo viera y lo reconocía? Su mente comenzó a dar vueltas y vueltas, sin duda no estaba preparado para enfrentarse a la respues a esa pregunta ¿qué pasa si lo odia por haberlo abandonado sin decirle nada después de que juro quedarse con él por siempre? Si, sin duda debía odiarlo y no estaba preparado para enfrentarse a su odio, por suerte llevaba puesta su máscara que le sirvió como un refugio.

—¿por qué siempre tengo que acompañarte a estos estúpidos eventos?—pregunto la chica enojada.

—necesito que alguien me acompañe obligatoriamente y ya sabes que a mamá no le gusta que te quedes en casa todo el día.—contesto.

—tsk tengo cosas más importantes que hacer, además solo te quedas viendo a los competidores ¿no? ¿Que puede tener eso de divertido?

—es divertido si lo ves de otra manera o al menos lo es para mí, ya que al final tengo que pelar contra el ganador para darle su recompensa y reclutarlo para ser caballero oficial.

—¿y qué pasa con los demás?

—se evalúa a los mejor para entrenarlos y que en un futuro puedan ser caballeros luteranos, en el pasado cualquiera podía serlo después de seguir el entrenamiento, pero cada año que pasa se unen más y más personas por lo que debemos reclutar solo a los mejores.

—ya veo.

Ambos habían pasado al lado de Jack sin notarlo y se fueron directo a su asiento para ver la pelea en paz y Jack pudo respirar por fin después de tanta tensión de que lo descubrieran, por suerte pudo controlar sus ganas de correr lejos de la arena y no pasar por ese estrés tan intenso, pero no podía hacerlo por qué Martín lo necesitaba y también necesitaba el dinero para poder vivir como una persona decente.

—ya no soy un niño, ya no soy un niño, ya no soy un niño...—se repitió internamente intentando convencerse de que tenía que ganar si o si, ya que no podía seguir viviendo como un ladrón que roba cualquier cosa y puede sobrevivir.

—mira quien es ¿acaso no había trajes para hombres o eres de esos que tienen manías raras? No, espera creo que ese atuendo le queda mejor a una perra cobarde como tú.—dijo el señor osler interrumpiendo los pensamientos fatalistas de Jack.

—¿qué? Perdón ¿te referías a mí? Pensé que estabas hablando de tu madre.—contesto Jack despegando la cabeza del barandal.

—mierda, deja de burlarte de mi mocoso engreído.

—lo haría si usted dejara de comportarse como un verdadero idiota.—contesto Jack enojado alzando un poco la voz logrando que varias personas los mirarán.—tsk no tengo tiempo para esto, mi subordinado va a pelear así que no me quite el tiempo.

—te destrozare en la arena y te arrancaré esa maldita máscara idiota.—dijo el hombre para después desaparecer entre la multitud.

—imbecil.

Los dos niños que estaban combatiendo en la arena terminaron de pelear para darle paso a una nueva pelea, Martín entro a la arena sosteniendo su espada con nerviosismo y volteo de inmediato a las gradas buscando a Jack con la mirada al verlo lo saludo con la mano y Jack le devolvió el saludo levantándose un poco la máscara para delinear la frase "confía en ti mismo" y después levantó el pulgar en señal de apoyo, señal que Martín capto y de inmediato desapareció su nerviosismo, estaba listo para pelear y hacer que Jack se sintiera orgulloso de él.

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