Capitulo 5.

Llega la hora, se levanta y estira; se acerca a un pequeño arroyo, lavando su cara e ir a encontrarse con yugo.
Oropo
Oropo
*su estómago gruñe* espero y no tarde mucho... *se sienta debajo de un árbol, y espera*
Espero, espero y espero... Yugo no llego, ya estando oscureciendo es que se levanta, enojado.
Oropo
Oropo
Bien, vale, puedo ir por mi propio pie a buscarlo, no hay problema *murmura con los dientes apretados, yendo al pueblo*
Pero cuando se acerca lo suficiente nota el desánimo y un poco de destrucción, se acerca a un Feca que se encontraba recogiendo algunos escombros.
Oropo
Oropo
Oye, ¿que fue lo que pasó?
La mujer Feca se detiene un momento, levantándose y mirando a Oropo.
Emma
Emma
¡Oh, yugo! Mi niño, creí que ya te habías ido con aquel yopuka *exclama la mujer, sorprendida*
Oropo
Oropo
No soy yugo, Feca; soy quien lo está buscando, ¿puede señalarme dónde queda la posada de Alibert? *gruñe molesto*
Emma
Emma
*parpadea confundida y un poco ofendida por como se dirige a ella* si caminas un poco y giras a la derecha deberías verle.
Oropo se va sin decir nada más, mascullando por lo bajo el como yugo se fue con un yopuka cualquiera sin avisarle, ¡cuando el tuvo la consideración de plantear la pregunta y saber su respuesta!
Emma
Emma
Diosa, que niño más grosero.
Llega a la posada, viendo que tiene la entrada destrozada junto a una pared, entra sin más. Encontrándose a un niño en las escaleras.
Oropo
Oropo
*nota que está dormido, pasa con cuidado a un lado del chiquillo, subiendo las escaleras*
Después de esquivar a otro niño, quien al igual de las escalas, dormia, llega a una puerta que detrás de esta se escuchaban algunas toses, la abre sin más preámbulos; un anciano de cuerpo grande, cabello largo y barba estaba acostado.
El anciano abre sus ojos, cansado, sorprendido de ver a su hijo. (el lugar se encontraba un poco a oscuras)
Oropo
Oropo
Primero que nada, no soy yugo; soy Oropo y quiero saber a dónde fue exactamente *corta las palabras del mayor, acercándose unos pasos y cruzando sus brazos*
El anciano cambia su expresión a una más seria, analizando al niño que era una copia de su hijo.
Alibert
Alibert
No creo que deba darte esa información, chico.
Oropo
Oropo
*siente como el enojo que estuvo hirviendo a fuego lento sube, aprieta los dientes y manos* usted... *inhala y exhala, calmando se un poco* mire, no tengo tiempo para esto. *se da la vuelta para salir*
Alibert presenció con calma como el chico estuvo a punto de explotar, y si es realmente como su hijo, debe tener sus mismas habilidades; también muy en lo profundo de su ser, su nobleza.
Alibert
Alibert
Se dirige a la isla de Oma para encontrar a su familia *informa antes que Oropo cerrará la puerta*
Oropo
Oropo
*se detiene y lo mira unos segundos; cierra la puerta y se va del lugar con el mismo cuidado a como entro*
Alibert
Alibert
Tan joven y tan enojón *se ríe un poco divertido, acomodándose para seguir descansando*
Estando en la entrada del pueblo, luego de saquear la despensa y echarla todo en una mochila vieja que encontró por ahí, da los primeros pasos para su nueva aventura.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play