Llega la mañana y yugo ha estado un poco nervioso de volver a encontrarse con Oropo, no le dijo nada a su padre Alibert sobre su descubrimiento, sufriendo la inquietud si fue real el haber conocido a su posible hermano, justo antes de irse a dormir la noche anterior.
Llega la hora acordada, ansioso guarda algunas raciones en una tela, dando de excusa a Alibert sobre hacer un picnic en solitario. El hombre sospecha, pero lo deja pasar.
Después de recorrer un largo camino, llega al lugar, notando rápidamente a Oropo, que se encontraba acostado debajo de un árbol.
Yugo
¡Oropo! ¡ya estoy aquí! *exclama, sintiendo en pecho una pizca de emoción*
Oropo
*abre un ojo, mirando a yugo y la tela* ¿trajiste comida?
Yugo
¡si! Traje unos panes, queso, un poco de carne seca que guardamos por si llega un aventurero a recargar provisiones y...¡TA da! Un tarro de leleche fresca! Fue difícil que no lo viera papá, ¡pero lo logré! *dice, estirando la tela y mostrando su motín, para luego sacar de debajo de su sombrero el tarro*
Oropo
*se sienta y recoje un pan, partiendo lo a la mitad para colocarle el queso* bien hecho niño, después de comer seguiremos con lo de ayer.
Yugo
¡genial! ¡y no me llames niño! Tenemos la misma edad *frunce el ceño*
Oropo
*rueda los ojos* debemos ir al otro lado del pueblo.
Yugo
*confundido* ¿al otro lado del pueblo? ¿por qué?
Oropo
Ya le he preguntado a la mayoría de aquí sobre tu origen *come tranquilo* y solo saben que un día Alibert abrió la posada y tenía un hijo.
Yugo
*curioso* ¿cómo hiciste para que te respondieran? *duda* Pero si todos dicen lo mismo ¿que diferencia haría preguntar a los del otro lado?
Oropo
Les dije que soy tu hermano y quería saber cómo ha ido tu vida desde que te separaron de la familia. *se enconje de hombros, restándole importancia* es mejor prevenir que lamentar, ¿y si aparece alguien que sabe algo más?
Yugo
¿mentiste? ¿y nadie sospecho nada? *cuestiona, aún con el ceño fruncido* bueno, tienes razón en lo último.
Oropo
*arquea una ceja* ¿en serio? Somos como dos gotas de agua *bebe un poco de leleche, suspirando satisfecho* siempre la tengo, gracias *sonríe un poquito orgulloso*
Yugo
Bueno, si, pero...-
Oropo
¡Listo! Ahora, en marcha, tenemos cosas que hacer antes que anochezca.
Oropo se estira un poco y emprende camino; Yugo, rápidamente recoge todo y lo guarda entre las raíces de un árbol, prometiendo volver por ellos.
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