Capítulo 5

Pedro

Encontré extraña la conversación de JC. Está enamorado y no dice quién es, ¿será que realmente le gustaba Julia? Siempre escucho eso por el morro, pero quién sabe. Por la cantidad de odio que siente por esa chica, solo puede ser ella, nunca he visto a alguien odiar tanto a alguien sin motivo. Mierda, si es eso, va a meterse en un gran problema con MT, porque él está muy metido con esa chica.

Con esos pensamientos, cogí mi moto y bajé del morro hacia la casa de tía Marina. Una vez a la semana me quedaba con Manuzinha por la noche, para que ella pudiera salir y disfrutar. Al principio ella no quería, siempre decía que era demasiado abuso, pero siempre insistí en que no veía ningún problema, y era verdad, amaba a esa niña de una manera absurda.

Al llegar, cogí a Manu y llamé a uno de los vapores para que viniera a buscar la moto y me trajera un coche, porque ni loco subiría con Manu en la moto. Mientras tía Marina arreglaba sus cosas, llegó el vapor y se llevó mi moto y me dejó mi BMW, que siempre tenía la sillita. Utilizaba esta BM, casi exclusivamente para Manuzinha, por eso la silla nunca salía del asiento trasero. Aunque estuviera dentro del morro, siempre iba con ella en la sillita, me parece más seguro para mi princesa, y si necesito correr al asfalto con ella en alguna emergencia, también es más fácil.

Tía Marina me besó y besó a Manu, y subió a arreglarse para salir. Puse sus cosas en el maletero y la aseguré en la silla y subí el morro, tranquilo, porque cuando estoy con Manu no hago ninguna locura, voy tranquilo.

Llegué a casa y JC estaba recostado en mi sofá. Lo cual era bastante común, tanto que João tenía incluso una habitación allí en casa porque siempre estaba allí. Era como si la casa también fuera suya. De hecho, la casa también lo era. Nunca tuve problemas con eso.

Cuando él vio que llegamos, fue y cogió a Manu. Aunque él no se llevaba muy bien con los niños, era muy cuidadoso con ella. A veces la llamaba enanos, pequeñaja y malucha, pero parecía ser solo una provocación y una broma por su parte, creo que la quería tanto como yo.

Ella estaba en el regazo de él mientras yo subía a tomar una ducha bien relajada.

Cuando salí del baño, João estaba en mi cama jugando con Manu, y puede que haya sido impresión mía, pero me miró en el momento en que salí del baño solo con una toalla, pero trató de disimular rápidamente.

Me fui al vestidor a vestirme, ya que Manu estaba en la habitación.

JC - ¿Qué vamos a comer?

Pedro - No sé hermano, ¿qué se te antoja?

JC - ¿Pizza?

Manu - Pisa, pisa, pisa.

Pedro - Tú ni siquiera puedes comer esas cosas, mocita (dije ahora vestido y volviendo a entrar en la habitación).

Manu - Quiero pisa, papá.

Pedro - Solo un poquito entonces.

Manu - No. (Hizo una carita fea).

Pedro - Sí señorita, vamos.

Manu - Vamos. (Me imitó).

JC - Ustedes dos tienen caracteres tan parecidos que parecen realmente padre e hija. (Dijo riendo).

Levanté la mirada hacia João, riendo por lo que acababa de decir, pero me extrañó la forma en que me miraba, él era delincuente al igual que yo, nunca vi a un delincuente mirar así, especialmente a otro macho, hermano. Nunca vi a João así, hay algo extraño ocurriendo.

Pero fingí que no lo vi y preferí no entrar en detalles sobre ese asunto.

Pedro - Pide la pizza entonces.

JC - Ya sé, estrogonofe para ti ¿no? (Dijo ya saliendo de la habitación para coger el teléfono).

Pedro - Siempre.

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