Al poco tiempo de haber comprado la casa comenzamos con la decoración tal y como yo había solicitado; ambos fuimos de compras y elegimos juntos el color de las habitaciones tanto del bebé como la de cada uno de nosotros, también compramos algunas cosas para el bebé como ropa, biberones, cobijas, toallas, también empezamos a ver cunas y cochecitos, y en cuanto a la decoración de la habitación vimos diferentes modelos y tipos de color en los cuales destacaron varios colores que a ambos nos gustaron; sin embargo, no nos pusimos de acuerdo con cuál elegir por lo que decidimos utilizarlos todos y hacer un gran mural en la habitación del bebé, queríamos hacer algo que representara la naturaleza el amor y la paz, y al ver diferentes imágenes y dibujos nos decidimos por un mural con muchos árboles diferentes animales y un hermoso cielo azul todo rodeado de hermosos pájaros en pareja.
Para mi habitación, escogí dos colores blanco y gris, yo tenía planeado una habitación con franjas y líneas verticales que hicieran que las paredes de la habitación se vieran mucho más altas; sin embargo, a Koyomori le pareció muy extraño, ya que eran colores que a mí no me gustaban; sin embargo, no le puso mucho cuidado a eso, puesto que pensó que por mi embarazo mis gustos habían cambiado así que siguió disfrutando del momento, ambos elegimos muchas cosas para poder amoblar la casa y decorarla y en cuanto ya teníamos todo, pagamos y fuimos cada uno a nuestra respectiva casa a descansar.
Al día siguiente ambos nos encontramos en lo que sería pronto nuestro hogar, ya estando allí comenzamos a pintar la sala, la cocina y una de las habitaciones pero como era un trabajo muy extenuante para mi, me cansaba con facilidad y tenía que parar frecuentemente.
Sin embargo, Koyomori no se molestó, al contrario, fue muy paciente y colaborador, siempre preguntaba si quería algo de tomar o si deseaba descansar un rato, ese comportamiento me pareció muy extraño, ya que ese tipo al inicio me odiaba hasta la médula y ahora era amable y caballeroso, pensé que seguramente actuaba así por el bebé en mi vientre, por lo que decidí actuar como si no me importara su comportamiento, y seguí con el proceso de decoración de la casa.
Al cabo de dos días al fin terminamos de pintar las paredes de cada una de las habitaciones, mi habitación habia quedado tal y como deseaba, la del bebe era una obra de arte, era muy linda y la del tonto no estaba mal, la cocina quedo muy bonita, la sala se veia muy luminosa y los baños se veian con clase, por lo que ya estaba prácticamente lista la casa para mudarnos, solamente debiamos esperar una semana para que salieran todos los gases tóxicos de las pinturas y poder vivir allí; en ese lapso de tiempo tanto Koyomori como yo hicimos nuestra vida cotidiana común y corriente digamos en diferentes lugares pero todo eso pronto cambiaría.
Cuando pasó la semana al fin llegó aquel esperado día en el que nos íbamos a poder mudar a nuestra casa para esperar la llegada del bebé, yo empaque todas mis cosas y llegué directamente allí, empecé a decorar mi habitación y organizar cada una de las cosas que había llevado como mi ropa y objetos que había comprado para que ese lugar se viera mas de mi estilo, luego de una hora más o menos Koyomori llego e hizo lo mismo que yo organizo sus prendas y los objetos que llevaba en tu habitación luego ambos nos pusimos de acuerdo para ir a la habitación del bebé y organizar todo pronto llegarían las cosas que habíamos encargado como la cuna el cochecito una silla para mí y algunas otras cosas.
Cayó la noche y esa fue la primera vez estando en casa juntos y conviviendo; bueno mas o menos ya que de acuerdo a mi petición Koyomori y yo no nos debiamos ver, por lo que decidi utilizar mis pijamas ya qie me sentia confuado de que nadie veria mi lado vergonzoso, así que me puse mi pijama de conejito y fui directo a la cocina, allí entre bailes y risas preparé algunos platillos, luego cené y subí a mi habitación.
En cuanto cerré la puerta escuché que Koyomori iba bajando las escaleras, después escuché un sonido metálico y luego un delicioso olor llego a mi nariz, olía realmente delicioso y eso hizo que me diera más hambre, y la curiosidad pudo más que yo, por lo que decidí mirar que estaba haciendo Koyomori y por qué olía tan delicioso, en cuanto mire, vi que estaba haciendo una pasta con champiñones y pollos estilo occidental, al verla se me hizo agua la boca, esa pasta pedía a gritos que la comiera; sin embargo, me di cuenta de que Koyomori me había visto así que corrí hacia mi habitación y cerré la puerta, pero aun tenía muchas ganas de comer esa pasta; sin embargo, tenía muy claro que no le pediría nada al loco ese, así que me cepille los dientes, me acosté en mi cama y me cubrí con la manta para intentar no oler más esa pasta; sin embargo, todos mis intentos fueron en vano por lo que decidí encerrarme en el baño hasta que terminara de cocinar, pero luego de unos minutos allí, escuche un sonido en mi puerta, y al salir no había nadie, por lo que creí que era una broma de Koyomori; sin embargo, aún me llegaba el olor de aquella pasta por lo que me dispuse a cerrar la puerta, pero al ver el suelo, allí había un plato de pasta humeante, no podía creer que ese tonto fuera tan considerado, realmente conmovió mi corazón, solo por esa vez cabe aclarar.
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Comments
Isabel Montero
ayyy que considerado el ratatucan, inicio de conquista al conejito por parte del ratatucan por medio del estómago ayyy que lindo
2024-11-23
1
Yinet Rengifo Reyes
Inicio de conquista por el estómago
2024-06-08
17
Margarita Espinoza
tiene que darse cuenta que él ya no es él mismo 😃😂
2024-06-05
2