Renaci Como Esposo De Un Yakuza En Un Mundo ABO

al fin no nos veremos

Luego de que se fuera el padre de Koyomori, el mismo Koyomori llego, con una expresión de angustia y rabia, lo primero que dijo al llegar fue:

- si mal no recuerdo le dije que no quería ver su cara en cuanto llegara a casa así que ¿qué diablos estás haciendo aquí?.

- A mí tampoco es que me complazca ver tu estúpida cara, sin embargo estaba haciendo un gran negocio para que al fin podamos estar en paz ambos.

- y cuál es ese bendito negocio que nos beneficiará a ambos para que estés aquí mostrando tu horrible cara y yo tenga que verle en cuanto llego a mi casa.

- Estaba arreglando el tema de nuestro divorcio no te parece perfecto?

- Ah sí y qué podría ser un pobre omega como tú en ese aspecto?

- no sé si sepas pero tu padre estuvo aquí, me preguntó cómo me había ido anoche contigo a lo cual le respondí que no muy bien y que quería divorciarme de ti obviamente se puso a la defensiva y no lo aceptó, embargo lo convencí solo tendremos que estar cuatro meses más casados y al fin seremos libres.

- Ah sí así de manipulador eres ya sabía que eras así sin embargo no creí que también pudieras lidiar con mi padre, te felicito eres grandioso.

- Gracias además también logré algo que creo te hará muy feliz.

- Ah sí Y qué es eso que me hará feliz?

- hoy mismo me voy de esta casa y los cuatro meses que aún seguiremos casados no nos veremos, así que puedes hacer lo que se te dé la gana, puedes ir por tu amado o hacer lo que quieras a mí no me importa la verdad, ya dejé de insistirte que me pongas cuidado o que me quieras, ya no me importa si me quieres o no, lo que me importa es terminar rápido con ese trabajo y divorciarme de ti.

- Yo también anhelo lo mismo y no es necesario que me digas que hacer yo sé muy bien lo que debo hacer, así que haz lo que quieras y lárgate rápido de esta casa porque lo que más deseo es divorciarme de ti.

- no te enojes tanto querido, que ya pronto no me vas a ver, así que no me grites y ten por seguro que no te voy a volver a molestar; tanto te quejabas de que andaba pegado a ti pues ya no lo voy a hacer, así que vive tu vida y haz que desees, yo haré lo mismo y pronto estaremos desligados el uno del otro y ya no me de veras nada ni yo a ti; porque te obligué a casarte conmigo pero ahora también te voy a dar lo que más deseas que es el divorcio.

- Más te vale que cumplas con lo que estás prometiendo.

- todo lo que prometo lo cumplo y siempre que pienso en hacer algo lo hago tarde o temprano.

Luego de esa breve charla Hideaki se fue a su habitación, llevo algunos pares de zapatos dejó toda la ropa y las demás joyas que había ahí, y luego simplemente se marchó, luego fue y habló con guardaespaldas y le dijo:

- tú eres el encargado de enviarme a mi nuevo Hogar cierto?

- Sí señora yo seré el encargado de llevarlo allí.

- ya tengo todo listo así que no demoremos más esto y vámonos de una vez.

- Cómo ordene señora

- Te voy a pedir un favor, de ahora en adelante deja de llamarme señora porque pronto voy a dejar de serlo, así que cuando te dirijas a mí me puedes llamar por mi nombre o por mi apellido como lo consideres más pertinente.

- Sí señor Hideaki

Luego de eso se marcharon al fin, lo que no sabía Hideaki era que Koyomori lo estaba viendo desde la ventana de su habitación mientras se marchaba.

Koyomori sabia que se estaba cumpliendo su mayor deseo, sin embargo se dio cuenta que había algo que le impedía ser feliz, no sabía por qué le pasaba esto si nunca quiso a Hideaki ni tampoco estaba a gusto con él, sin embargo en cuanto se fue lo comenzó a extrañar, no sabía qué hacer, ya que no entendia por que su interior se sentia asi, sin embargo al final simplemente decidió ignorar aquel sentimiento y seguir con su vida como lo había dicho anteriormente Hideaki.