Así fue que mientras todos festejaban dos personas entraban a una celda para saldar cuentas.
Una luz muy fuerte cegó al prisionero y no le permitía ver quien estaba frente a él y no se desvaneció cegandolo todo el tiempo.
-Bueno, ahora creo que es momento de que pagues Carlos. Te dije que no te metas conmigo y no quisiste escuchar.
-Tú, eres la perra del emperador. Vi como te abrazaba.
Lamentablemente, para él no vio quien acompañaba a Leticia
-Ups, hablaste de más otra vez. Es que no aprendes a cerrar la boca. Todo el imperio sabe que el emperador es el más fiel y la emperatriz más que celosa.
-Pero si se entera te sacara del imperio
-¿Y quién dijo que no lo sé?
Dijo Luana con voz firme.
-Emperatriz, está mujer seduce a todos, no crea en sus palabras.
-Se muy bien lo que hace Leticia, desde niña sigue a mi esposo a todos lados y hasta abandono su imperio por estar a su lado.
-Lo vez, la emperatriz sabe muy bien la clase de mujer que eres.
-Ja ja ja ja
Ambas rieron por sus palabras dejándolo confundido.
-¿Sabes por qué mi esposo te acusara de faltar contra la familia real?
-No he mentido, ella lo seduce al igual que a todos.
-Además de mentiroso, estúpido. Le faltaste a la hermana del emperador, mi esposo.
-Así es querido Carlos, soy la hermanita preciada del emperador Christopher. Y todo lo que consigo es por esfuerzo propio no como otros.
-¿Qué? No puede ser. No
-Ja, ja, ja, te dije que eras un idiota. Aunque casi nadie lo sabe mi apellido es Blanch.
-De igual manera las leyes en el imperio son muy claras. Cualquier falta contra una mujer es muy grave. Y no solo eso, trataste de violar a la hermana del emperador.
-No, mi familia no permitirá que me lastimen.
-¿Y como se van a enterar de lo que pase?
Ambas mujeres empezaron a acercarse lentamente, mientras la luz que lo cegaba empezaba a apagarse dejándolas ver, tenían dagas en sus manos y comenzaron a cortar cada parte de su cuerpo, no podían mutilarlo, ya que lo necesitaban entero para el juicio.
Por otro lado, en la celebración se habían presentado el archiduque Lucio Blanch junto a su padre, ya que habían ido a felicitar a Leticia. Pero cuando Christopher les contó lo sucedido estaban más que furiosos. Los tres se dirigieron a los calabozos, pero al acercarse vieron como las mujeres trataban con él y estaban satisfechos. Luego de los cortes que les hacían Luana lo curaba y volvían a empezar. Estaban tan concentradas que no notaron a los tres hombres que las miraban desde la puerta hasta que giraron para irse encontrándolos. Leticia corrió hacia su padre dándole un fuerte abrazo para luego ser arrebatada por su hermano. Christopher mientras tanto abrazaba a su esposa.
-¿Te divertiste amor?
-Si, lo hicimos pagar un poco por meterse con mi cuñadita.
-¿Hermanita estás bien?
-Claro que sí Lucio.
-Hija, si quieres volver a casa nos vamos de inmediato.
-Ja ja ja. No busques llevártela que sabes que no lo hará.
-Lo sé Christopher pero tocaba intentarlo.
Los cinco se fueron directo al palacio, las mujeres debían darse un baño y cambiar sus ropas llenas de sangre.
Luego cenaron y festejaron entre ellos, Leticia no quiso ir al festejo general, prefería estar con su familia.
Al día siguiente el general Marco se presentó en el palacio para saludar a la familia Blanch, junto a él estaba el capitán, amigo de Leticia, Genaro Moreno, ya que se extrañó de no verla en la celebración y se preocupó, pero cuando el general le dijo que estaba dentro del palacio quiso ir a verla, grande fue su sorpresa cuando se enteró de quien era su familia. Quiso retirarse de inmediato ya que ella no estaba en el salon donde entraron, pero Diego lo detuvo. Marco se fue en busca de Christopher dejándolo solo con Diego y Lucio.
-Así que tú eres Genaro. Leticia me hablo de ti en sus cartas. Gracias por cuidarla siempre.
-No tiene que agradecer archiduque Blanch. La considero una amiga.
-¿Solo una amiga?
Dijo Lucio acercándose a él quien se avergonzaba por esas palabras.
-No me atrevería a más.
-¿Por qué no?
Diego lo miraba y analizaba.
-Siendo quien es, no podría pensar en otra cosa.
-O sea que si te interesa mi hermana.
-Sí, parece que tendré un yerno pronto.
Genaro estaba más que rojo de la vergüenza. Ellos en pocos minutos habían visto sus sentimientos que ni Leticia había descubierto.
-No, por favor no digan algo así. Yo ni siquiera soy un noble, no podría ni soñar con estar a su lado.
-Oh, ¿era eso?
-¿Nada más?
-¿Qué?
-Dime una sola cosa Genaro, ¿tú quieres a mi hija?
-Sí.
Dijo totalmente apenado. Aunque no quería decirlo terminaron sacándole la verdad.
-Bien, entonces lo primero es que le confieses a mi hermana tus sentimientos. Ella es tonta en estas cosas y seguro no se dio cuenta.
-No digas eso de tu hermana. Aunque es muy inteligente para muchas cosas, es verdad que no lo es para los acercamientos de los hombres. Y yo que estaba tan orgulloso de eso. Pensé que se quedaría a mi lado por mucho tiempo
-Padre.
-Bueno a lo que vamos. Tú le dirás tus sentimientos y si ella te acepta por nosotros no hay problema.
-Pero Christopher es otro tema.
-Es cierto. El sí te pondrá a prueba.
-¿De verdad no les importa que yo no posea un título noble y no pueda darle la vida a la que está acostumbrada?
-Claro que no, eso es lo de menos. Yo solo espero que el hombre que esté a su lado la ame realmente. Y ella es feliz estando en el ejército, no le interesan los títulos, si fuese así ya podría tener un marido rico. Además, ella tiene su fortuna asegurada no te preocupes por eso.
-Es verdad, si la querías sin saber todo esto sé que cuidaras a mi hermana.
-Yo se los agradezco, pero no estoy seguro de que ella me acepte.
En ese momento llegaba Leticia junto a Luana riendo y Genaro al verla sonrió inconscientemente, le gustaba verla reír y ambos hombres vieron su amor hacia ella. Todos tomaron asiento y charlaban amigablemente. Genaro se disculpó y pidió retirarse, pero Leticia lo siguió. No sabía por qué estaba ahí y quiso preguntarle pero no se animó delante de todos y por eso decidió salir con él.
-¿Genaro por qué viniste hasta aquí si mañana nos veríamos en el entrenamiento?
-Solo estaba preocupado, ya que no te vi anoche. Por cierto que guardado te tenías lo de tu familia.
-Ah, sí, es que no quería llamar la atención, pensaba contártelo luego de la ceremonia, pero con lo que pasó, ya no pude.
-Si, lo entiendo
-A propósito ¿qué hablabas con mi padre y hermano? No te habrán amenazado ¿verdad?
-No, claro que no. Solo me dieron las gracias por cuidarte. También mencionó tu padre que le hablaste de mí en tus cartas.
Leticia se sonrojó levemente.
-¿Leticia quieres que salgamos a pasear, ya que tenemos el día libre?
-Si
-Bien, te busco después del almuerzo. Supongo quieres estar con tu familia.
-Si te estaré esperando entonces.
Ambos estaban un poco avergonzados. Al entrar nuevamente todos la miraban esperando que les diría. Fue Luana quien decidió preguntar
-¿Y bien?
-Me invito a salir.
-¿Quién fue?
Todos giraron encontrándose a Christopher quien entraba junto a Marcos
-El capitán Moreno.
Todos miraron a Marco.
-Todos nos dimos cuenta ya, menos Leticia claro.
-¿Tú lo sabías Marco? ¿Por qué no me lo dijiste?
-Por qué lo hubieras mandado a la frontera.
-Es verdad hijo. Deja a tu hermana elegir
-Leticia, ¿de verdad te gusta? Aún puedo mandarlo lejos. O desaparecerlo.
Lo último fue un susurro que solo Marco quien estaba a su lado pudo escuchar y tuvo que contener su risa.
-Si hermano, pero no me atrevía a decirle nada, solo quería pasar la prueba y luego le contaría la verdad de quien soy. Sabes que él no tiene título y eso lo avergüenza de acercarse a los nobles, por lo que tenía miedo de que me rechace.
-Eso es lo de menos hija, por lo que vi él te quiere y si tú lo quieres nadie se opondrá a que estén juntos.
-Gracias papá. Te amo
-Bien, pero estará a prueba. No voy a permitir que nadie se lleve a mi hermanita así de fácil. Después de todo decidiste venir a mi imperio por lo que las reglas las pongo yo.
-Si, si amor. Tranquilo. Ahora vamos todos a almorzar que luego hay que prepararse.
Luana estaba feliz de ayudar a su cuñada.
Genaro Moreno ya era capitán cuando conoció a la nueva aspirante Leticia y desde el primer momento se había enamorado de ella, durante los entrenamientos se acercó a ella y se hicieron amigos, siempre vio el potencial que tenía y había decidido confesarse luego de su ascenso, al enterarse quien era la idea de su amor se esfumó en un segundo, pero cuando su familia lo alentó le dio fuerzas y aunque lo rechazará aún seguiría a su lado como amigo. Pero si ella lo aceptaba se esforzaría aún más en merecer su amor.
Así fue como tuvieron su primera cita y luego de hablar de sus sentimientos comenzaron una relación y pronto fue oficial con un compromiso.
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Comments
Norvis Padrino
Muy bien ,bravo por tu familia Leticia
2023-12-17
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